Una pedagoga coruñesa autodidacta hace ilustraciones personalizadas nacidas en cuarentena
Una opositora coruñesa a maestra de pedagogía terapéutica, Rosario Miñones, ha encontrado en la cuarentena la inspiración que le faltaba para atreverse por fin a adentrarse en el mundo de la ilustración, algo que le apasiona. Esta idea surgió en abril con la intención inicial de mostrar su trabajo, pero poco a poco fueron llegando los encargos y actualmente su instagram es el principal escaparate de los retratos personalizados que realiza para allegados e interesados de Galicia, España e incluso del extranjero.
Durante el confinamiento se dedicó a ilustrar a amigos y familiares a través de fotografías. Su modus operandi, tal como ella misma explica, es muy sencillo: le envían una o varias fotografías y a partir de ellas hace las ilustraciones personalizadas al gusto del cliente y del suyo propio, "siempre procurando que en su trabajo se transmita lo que las personas que aparecen en la imagen reflejan". A la hora de enviarlas, Miñones ofrece dos opciones: vía digital o a domicilio en el tamaño concreto que se acuerde con los interesados.
"Desde bien pequeña mi pasión ha sido el dibujo y por falta de tiempo debido a mis estudios lo dejé al lado muchos años. De todo lo malo que nos ha traído este 2020, puedo decir que he sacado algo muy bueno que es la motivación para dar un gran paso en mi vida: adentrarme en el mundo de la ilustración", afirma, a la vez que reconoce que le gusta "innovar y ser creativa".
La coruñesa considera que su labor en las ilustraciones se caracteriza por "no tener un estilo cerrado" y optar por realizar "un dibujo realista con toque personal". Para ella cada encargo es "especial y un nuevo reto", pero entre los encargos que ha recibido destaca el que recibió de parte de una enfermera. "Me hizo especial ilusión dibujarla ya que lo hice en los momentos más críticos de la crisis del coronavirus. Agradezco enormemente su labor, ahora y siempre y poder aportar mi granito de arena al colectivo en plena pandemia me pareció muy gratificante", comenta.
Además, admite que le encanta ilustrar el vínculo de una madre con sus hijos, abuelos o hermanos y más siendo autodidacta como es su caso, ya que asegura que nunca ha recibido ninguna clase de pintura o de ilustración y que todo lo que sabe "lo ha aprendido a base de probar y guiarse por referentes". "Me adentré en el mundo de la ilustración digital por casualidad, veía el trabajo de otras personas y me gustó la idea, así que me propuse hacerlo yo misma", dice, al mismo tiempo que se muestra orgullosa de sí misma ya que nunca imaginó que un proyecto con tan poco tiempo de vida llegaría tan lejos.
Instagram como galería y una tienda online en el horizonte
Instagram es el medio de difusión principal de Miñones, donde posee actualmente una comunidad de casi 2.000 seguidores y en el futuro sueña con abrir una tienda online "ya que tiene muchas ideas en mente que le gustaría mostrar". "No sólo hago ilustraciones personalizadas en formato digital, también pinto lienzos y dibujo mucho a mano", apunta, al mismo tiempo que confiesa que le encantaría poder dedicarse a la ilustración profesionalmente y "convertir su pasión en su futuro trabajo".
Al margen de este objetivo a largo plazo, la coruñesa detalla que con sus ilustraciones "pretende transmitir a las personas los sentimientos que aprecia en cada imagen. crear un recuerdo único y hacer feliz a la gente con sus dibujos", algo que ha quedado demostrado que gusta dada la buena acogida de su iniciativa en las redes sociales, donde cada vez gana más seguidores que quedan seducidos por su arte.
