Tras un fin de semana de fiesta, castrexos y romanos sellan la paz en Cambre
El fin de semana se vivió a pie de guerra, o más bien de fiesta, en Cambre. Finalizan tres días en los que la localidad se inundó de visitantes, mucha música, teatro, competiciones en los juegos castrexos y gastronomía.
Pero lo más importante en la Romería de Castrexos y Romanos de Cambre, además de pasarlo bien, es encarnar el enfrentamiento histórico de los dos bandos.
Las hostilidades comenzaban el pasado viernes con la llegada de las legiones romanas sin previo aviso a territorio castrexo.
La legión romana sorprendía a los castrexos de Cambre que respondía
"Cambre no pagará a los romanos, esta tierra es nuestra”.
Los castrexos esperaban expectantes a averiguar las intenciones de los recién llegados, que no eran bienvenidos en su Castro Maior.
Era necesario esperar y respetar la decisión del más mayor y más sabio, y por tanto el jefe del poblado.
Las mujeres y los niños también se preparaban con armas, un pueblo guerrero ha de estar siempre dispuesto para el ataque.
Lo importante es la unidad de los pobladores frente al enemigo, algo que los castrexos cambreses dejaron muy claro, gritando fuerte "contra Roma".
Los romanos planearon el ataque y con paso decidido y sus armaduras relucientes iniciaron el asedio a Castromaior.
Allí finalmente se produjo el cruce de espadas, en un enfrentamiento sin piedad.
La batalla se saldó con muchos cuerpos tendidos en el campo de batalla.
Lo cierto es que no todo fueron enfrentamientos, y también hubo tiempo para celebrar el amor.
Ayer el alcalde de Cambre oficiaba la ceremonia de un matrimonio civil en el concello.
No faltó tampoco la música ni las recreaciones de escenas cotidianas de castrexos y romanos.
Incluso se enfrentaron en lucha de gladiadores castrexos y romanos.
Tras tres días de fiesta, el cuerpo de los cambreses va pidiendo un poco de paz, así que finalmente, castrexos y romanos firman el cese de hostilidades, dando paso a un periodo de convivencia pacífica. Hasta el año que viene.
