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Santiago extenderá el bus urbano al aeropuerto para evitar que se quede sin servicio

La línea 6 entre Os Tilos y San Marcos llegará al aeropuerto, ya que la concesión del servicio entre la ciudad y la terminal terminará el próximo 23 de diciembre.
Los autobuses de la línea entre Santiago y su aeropuerto.
Empresa Freire.
Los autobuses de la línea entre Santiago y su aeropuerto.

La Xunta de Goberno del Concello de Santiago ha aprobado este lunes una ampliación de la línea 6 del autobús urbano hasta el Aeropuerto Rosalía de Castro, ya que la Empresa Freire, concesionaria del servicio entre la capital gallega y la terminal, dejará de ofrecerlo a partir de este miércoles 23 de diciembre.

Así, el primer aeropuerto de Galicia por número de pasajeros mantendrá una conexión con Santiago que, de otro modo, no tendría un servicio exclusivo se limitaría a un escaso número de paradas al día en el marco de la línea Santiago-Lugo, con tan solo cuatro frecuencias.

La Xunta de Goberno ha aprobado con carácter de urgencia esta modificación, toda vez que la lanzadera al aeropuerto era también muy utilizada por los vecinos de Lavacolla, que no dispondrían de ningún otro transporte público para desplazarse al centro de la ciudad.

La línea 6, que cruza Santiago entre Os Tilos y San Marcos, se ampliará para cubrir el tramo por carretera nacional entre San Marcos y el aeropuerto, a la vez que "contará seguramente con un refuerzo de buses" para adaptarse a esta nueva realidad, según ha detallado el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo.

"Se mantendrá una frecuencia similar a la que había anteriormente, aunque teniendo en cuenta un dato que no podemos olvidar: el volumen de usuarios bajó un 70% en estos últimos meses", ha añadido el regidor compostelano.

La entrada en vigor del nuevo Plan de Transporte Público de Galicia este 23 de diciembre pone fin a la concesión de la Empresa Freire, que también ha perdido la línea Santiago-Lugo en favor de la UTE entre Monbús y Alsa.

El fin del servicio regular entre aeropuerto y ciudad llegaba en un momento particularmente complicado, con la afluencia propia de las navidades y dejando como únicas opciones el taxi o el transporte privado.

Además, el cierre perimetral de Santiago impide que personas de otros municipios acudan a recoger a los pasajeros a la terminal, por lo que el transporte público tenía una importancia aún mayor si cabe.

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