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Rueda admite "preocupación" por la economía gallega, pero ratifica la previsión de crecimiento

El presidente de la Xunta comparte la necesidad de subir el Salario Mínimo, pero lamenta la falta de diálogo del Gobierno central tras anunciarlo sin hablarlo antes "con quien tiene que pagarlo"
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El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha admitido "preocupación" por el panorama económico en Galicia, y en el resto de España en general, aunque ha advertido que los diferentes organismos ya auguraban un inicio de año complicado en cuanto a lo económico. En todo caso, pese a estas circunstancias, considera que las previsiones de crecimiento de Galicia, cuyos presupuestos para 2023 recogen un crecimiento del PIB del 1,7%, se mantendrán.

En la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Rueda no quiso ocultar su "preocupación" a preguntas de los periodistas sobre el panorama económico, pero, en todo, caso, asegura que Galicia "cumplió" con sus previsiones en 2022 y, según los indicadores adelantados del Instituto Galego de Estatística (IGE), pese a que otros órganos económicos son más pesimistas, también está en condiciones de cerrar 2023 con el crecimiento previsto.

En este contexto, Rueda ha puesto en valor las ayudas puestas en marcha desde la Xunta para ayudar tanto a emprendedores y autónomos, como al resto de sectores, así como a la economía familiar de los gallegos. Ayudas que, en el caso de aquellas destinadas a los autónomos, han sido también un tema a abordar en el Consello de la Xunta, donde se ha ampliado en 5 millones de euros el presupuesto para las ayudas económicas destinadas a este colectivo. En un principio era 30 millones y ahora, tras esta inyección, asciende a 35.

Subida del SMI

También, en el ámbito económico, preguntado por el subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) anunciada por el Gobierno, el presidente de la Xunta ha compartido la necesidad de subir el salario mínimo, pero ha lamentado la falta de "diálogo" del Gobierno central tras anunciar que el SMI subiría hasta los 1.080 euros mensuales.

"Tomar estas determinaciones sin hablarlo con quien al final tiene que pagarlo no suele dar buen resultado", ha dicho, advirtiendo así de las posibles consecuencias, como el impacto en la reducción del empleo y su calidad.

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