Quejas por la nueva parada de bus en el cruce entre San Andrés y Sol, en A Coruña
Una semana después de que el Concello colocase una parada de bus a escasos metros del cruce entre San Andrés y Sol, las quejas sobre esta nueva ubicación se han multiplicado. Vecinos y comerciantes alertan de la peligrosidad de los giros y de varias caídas en la plataforma modular de caucho instalada.
Las obras en San Andrés y la rúa Alta obligaron a Tranvías y al Concello a variar el recorrido de las líneas 4, 6, 6-A y 11. Se eliminó la parada frente a la antigua tienda Casa (ahora Kave Home), donde se instalará una parada de taxis, y desde el 14 de enero los buses sustituyen esa calle por Sol.
Esta decisión se tomó tras una reunión entre el Concello y la asociación de comerciantes del mercado de San Agustín, que pedía una línea de bus que pasase más cerca de la plaza de abastos. Sin embargo, desde su instalación ha causado controversia en la zona.
Varias personas denunciaron en redes sociales caídas de la nueva plataforma. Ayer mismo, técnicos municipales tuvieron que colocar unas vallas tras tener constancia de una mujer que "tropezó", según afirman desde el Concello. Esa persona habría tenido que ser trasladada en ambulancia a un centro hospitalario.
Además, en las últimas horas también se tuvo que modificar levemente su ubicación, acercando la parada a la zona de la iglesia castrense a petición de un hostelero de la zona. Otros comerciantes afirman a Quincemil que no ven con malos ojos esta nueva parada, ya que, además, evita que los coches aparquen en doble fila.
Problemas en el giro
En cuanto al giro hacia la calle Sol, circula por redes sociales un vídeo de un bus urbano que no puede pasar por haber una moto aparcada y otras imágenes en las que se ve como el autocar pasa muy próximo a los transeúntes. Desde el Concello señalan que esta vía es de plataforma única y que, por tanto, no se estaría invadiendo la acera. En cambio, afirman que el anterior giro en rúa Alta sí se producían invasiones y se produjeron diferentes atropellos. Los propios buseros se negaron a seguir pasando por esa calle.
