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¿Por qué es especial la Semana Santa de Ferrol?

Las cofradías y hermandades explican qué tiene de diferente la Pascua en la ciudad naval
Cola para entrar a una de carpas donde se exponen los tronos de la Semana Santa Ferrolana, en la plaza de Amboage.
REBECA CORDOBÉS
Cola para entrar a una de carpas donde se exponen los tronos de la Semana Santa Ferrolana, en la plaza de Amboage.
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La Semana Santa de Ferrol atrae a miles de turistas nacionales cada año. Aunque esta edición cuenta con la dificultad de la pandemia, basta con pasar por las calles más céntricas para comprobar que la ciudad cobra vida en estas fechas. Y no solo por los visitantes. La población local vive estos días de una forma especial, ya sea atraídos por la fe, por el arte o por la tradición. Cada persona tiene un motivo, pero la realidad es común a todas. La ciudad naval se vive de forma diferente en Semana Santa. Pero, ¿por qué esta fiesta es tan especial?

Las cofradías se han volcado en explicar qué marca la diferencia en Ferrol, por qué llegan tantos turistas a esta pequeña esquina gallega y qué hace que los ferrolanos se vuelque durante 356 días para exibir su devoción durante una sola semana. El continuo movimiento de población promovido por la extinta mili y los astilleros, la tradición que arrastra a los jóvenes a participar de forma activa en las hermandades y el peso de la mujer tienen mucho que ver con este fenómeno que se mueve entre lo religioso, lo folclórico y lo social.

Fiesta de Interés Turístico Internacional

Si algo llama la atención de la Semana Santa Ferrolana es la cantidad de personas que llegan a la ciudad desde cualquier lugar. Los últimos datos facilitados por la Xunta de Galicia, de 2019, cifran en un 100% la ocupación hotelera y hablan de un total de 300.000 visitantes en los ocho días que duran las procesiones. Como sucede en los pueblos costeros durante el verano, la población de la ciudad naval se multiplica en estas fechas.

Imagen de una procesión de Semana Santa

El presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, José Ramón Cancelo Vigo, aporta una de las claves para entender este boom turístico: "Muchos ferrolanos que están fuera rergresan a ver a su familia". La crisis demográfica juega en este caso a favor de la ciudad. "Cuando los ferrolanos que trabajan fuera vuelven a sus ciudades de residencia, hablan de la Semana Santa. Y ahora con las redes sociales, las fotos... Va aumentando el número de visitantes", explica.

La otra pieza clave para entender la importancia de estas fechas fue la declaración de la Semana Santa de Ferrol como Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2014. ¿Qué criterios se tuvieron que cumplir para lograrlo? El presidente de la Junta General de Cofradías y Hermandades, César Carreño, lo tiene claro: "La variedad. Es una Semana Santa ecléctica. Cada procesión es totalmente diferente".

La variedad: desde Cartagena hasta Valladolid sin salir de Ferrol

Ferrol es ciudad de migrantes. El servicio militar obligatorio y el trabajo en los astilleros atrajeron población de todas partes. "Esa gente trajo sus cultura, sus formas de ser, sus formas de ver la vida, sus tradiciones... Y eso influyó en la Semana Santa", explica César Carreño. Este fenómeno es el que marca la diferencia y hace que estas fechas se celebren de una forma única: "El eclecticismo y la variedad que tiene la Semana Santa de Ferrol no lo encuentras en ningún sitio".

"La Semana Santa de Ferrol es ecléctica. Bebió de muchas tradiciones diferentes. De la Semana Santa de Sevilla, de Málaga, de Cartegena, de Castilla... Y por supuesto de la gallega. Eso es lo que hace que la Semana Santa de Ferrol sea tan vistosa", profundiza Carreño. "La vistodidad y la plasticidad que tiene esta Semana Santa, que recuerda a la de Cartagena, es la que diferencia de otros lugares de Galicia", coincide el Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Entierro.

"Ferrol es un núcleo de diferentes estilos de la Semana Santa española, que es lo que nos hace únicos", corroboran desde la Cofradía de la Merced. Su hermandad se encuandra dentro del estilo sevillano. Está vinculada directamente al colegio Tirso de Molina. Por ello, cuenta con un gran número de niños y jóvenes entre sus filas.

La Virgen de la Merced lleva este año un rosario y una insignia en homenaje a las víctimas y héroes de la pandemia.

Desde la Merced destacan que este año han decidido homenajear "a los sanitarios, los fallecidos y los que aún luchan por el cese de esta pandemia". Y lo han hecho como mejor saben: a través de la vestimenta de una de sus imágenes. Se trata de Nuestra Señora de los Cautivos, que luce un rosario de Nuestra Señora de Lourdes, patrona de los enfermos, y una Insignia de la Medicina que perteneció a Pascual Zaera, un médico ya fallecido muy vinculado a la cofradía.

La Cofradía de la Soledad se podría encuadrar dentro del estilo castellano por su sobriedad, explica Rosalba Pedro, miembro de la Junta de Gobierno de la hermandad. "No somos una cofradía de lujo, queremos tener un perfil bajo. Somos una cofradía del pueblo. Nacimos como una cofradía de la zona del puerto y nuestra idea estar siempre en esta postura. Queremos ser una cofradía de sobriedad y estar siempre con el pueblo", cuenta.

Una de las diferencias que destaca Rosalba Pedro es que la Soledad funciona casi sin gerarquías. "Al ser una cofradía pequeña somos como una familia. Todos trabajamos con todos. Hace un rato estábamos colocando la carpa y todos hicimos de todo. Arrimamos el hombro todos. Somos un grupo homogéneo", explica.

Jesús camino del Calvario de la Cofradía de la Soledad, en Ferrol.

Fruto de esta filosofía nació su Obra Social. "Intentamos ayudar a la gente de fuera. Queremos que la gente nos diga lo que necesita o donde hay un problema para echar una mano. Somos una familia y las familias se ayudan", explica. De hecho, durante estos días de fiesta la carpa de la Soledad, ubicada en el aparcamiento del Parador, cuenta con un punto de recogida de alimentos.

La Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias "es algo más tendente a Cartagena y con alguna reminiscencia castellana", explica su presidente. Pone el ejemplo de sus tronos, que en lugar de ser portados van sobre ruedas, algo que también sucede en ciudades como Valladolid. "Por el tamaño es imposible llevarlos a hombros, no habría gente suficiente. Si tenemos que poner unos varales largos como en Málaga no podríamos girar las esquinas de las calles porque nuestros tronos son de unos cuatro metros de largo", aclara.

Su cofradía compite con la de Dolores por el puesto de la más antigua de Ferrol. Fue refundada hace 252 años. "No sabemos si anteriormente habría otra hermandad. Hay un hecho significativo y es que la Virgen de las Angustias data de 1730 o 1740 más o menos y en esa época no estaba fundada la hermandad. Cuando se refunda la imagen retorna a la cofradía. Esto quiere decir que ya era propiedad de la hermandad. ¿Cuándo? No lo sabemos", explica José Ramón Cancelo.

Virgen de las Angustias de Ferrol.

Pese a todos los cambios vividos en sus más de 250 años de historia, Cancelo define la cofradía que preside como tradicional: "Nosotros hemos mantenido nuestras tradiciones. La misma disciplina y los mismos pasos". Una de esas costumbres que diferencian a las Angustias de otras hermandades es que su procesión mayor, que se celebra el Jueves Santo, pasa por el barrio de Esteiro. Además, es la más larga de todas las que se celebran en Ferrol.

El presidente de la Cofradía de Dolores, Paco Balseiro, discrepa de la idea de encuadrar cada hermandad con un estilo. Aunque se suele relacionar la suya con la Semana Santa de Málaga, cree que cada variedad "va con la idiosincracia del pueblo". En su caso, buscan plasmar seriedad. "No creo que haya un estilo", conluye.

Cristo de la Misericordia de la Cofradía de Dolores, en Ferrol.

Sobre qué diferencia a la Cofradía de Dolores del resto de hermandades ferrolanas, apunta que "es la cofradía más grande por número de cofrades". También es la única que procesiona todos los días y la que más tronos tiene. Cuenta ni más ni menos que con 13 imágenes titulares. "Como cofradía más grande es la que más se ve, pero todas son importantes", aclara.

Quizá la hermandad más diferente al resto sea la Cofradía del Santo Entierro. Solo salen a procesionar el Viernes Santo. "Somos herederos de una tradición que mantenermos viva y que es una de las más antiguas de Ferrol: el Santo Entierro y el Santo Encuentro", explica su Hermano Mayor. "Somos una cofradía de interior. Nosotros lo que hacemos es facilitar a la gente el culto, público o privado. No somos los importantes. Los importantes son los fieles. Nosotros solo damos un servicio. El que venga para sacar pecho o por llevar una medalla está equivocado", añade.

La urna del Santo Entierro de Ferrol es la pieza de mayor valor artítico de la ciudad.

Solo cuentan con un paso procesional, pero es el de mayor valor artístico de la ciudad. Se trata de la urna del Santo Entierro. Una pieza de palosanto y vidrio basado en la urna del Santo Entierro de Santiago. Pese a que ya tiene 130 años de historia, se mantiene intacto gracias a la labor de conservación que realiza la cofradía. Su Hermano Mayor explica que la pieza genera además una gran devoción entre los ferrolanos, que solo la podían ver un día al año. Por eso, han luchado por lograr que se mantenga expuesta toda la Semana Santa. Y no solo durante esta edición de la pandemia, sino de ahora en adelante.

La importancia de la mujer

La Semana Santa de Ferrol cuenta ya con más de 400 años de historia y todo apunta a que perdurará durante mucho tiempo más. Pero, ¿cómo se ha logrado mantener e incluso acrecentar la tradición en una ciudad en crisis? César Carreño habla de dos pilares fundamentales: "La Semana Santa de Ferrol vive gracias a la juventud y a la mujer".

"En los años 70 y 80, cuando vino la crisis del tardofranquismo y del postconcilio, quien salvó a la Semana Santa de Ferrol fue la mujer. Hoy en día la Semana Santa de Ferrol es lo que es gracias a la mujer. Es una Semana Santa femenina, aunque la mujer no tenga el protagonismo que tiene que tener", explica César Carreño, que aprovecha para reivindicar la importancia de la mujer. "Tendría que tener muchísimo más protagonismo", sentencia.

Rosalba Pedro Reyes es una de las muchas mujeres que participan de form activa en la Semana Santa Ferrolana. Pertenece al Tercio de Portadores y es miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Soledad. Preguntada por las posibles causas del peso del papel femenino en la supervivencia de esta tradición, responde entre bromas que "la mujer tiene importancia para mantener todo lo habido y por haber".

Virgen del Perdón y la Misericordia de Ferrol, perteneciente a la Cofradía de la Soledad.

"Las mujeres ferrolanas somos muy echadas para delante. No nos íbamos a quedar atrás. Fuimos evolucionando con los tiempos. Antes era un coto exclusivo de hombre, como pasaba con las Fuerzas Armadas y con miles de cosas más. Ahora las mujeres formamos parte de la Semana Santa y lo hacemos como iguales", explica Rosalba Pedro. "Siempre estábamos ahí, pero desde hace bastante tiempo estamos dentro. Antes estábamos ayudando, ahora somos la Semana Santa", sentencia.

La Cofradía de la Soledad, donde ocupa un cargo de directivo, opta por los tronos mixtos. Es decir, los portadores son hombres y mujeres. La única condición que importa a la hora de seleccionarlos es la altura. "Una persona de 1,90 no puede portar con una de 1,50. Normalmente los hombres tienen más altura, pero nosotros portamos tronos todos juntos y vamos todos arrimando el hombro", aclara Rosalba Pedro.

La Semana Santa Ferrolana cuenta además con un hito en lo que a igualdad de género se refiere. El Tercio de la Esperanza fue el primero en sacar un trono portado exclusivamente por mujeres en España. "Se ha convertido en una tradición importantísima en Ferrol. Basta con ver las colas que había el Martes Santo para poder ver a la Virgen de la Esperanza. Hay gente que entró varias veces. Hay mucha devoción", explica el presidente de la Cofradía de Dolores, a la que pertenece el tercio.

Las mujeres fueron y son una pieza fundamental para la supervivencia de la Semana Santa. Así lo corroboran los datos. "Cuando las cofradías nos abrimos a que la mujer pudiese salir en la procesión con el capuz, nos dio un auge y aumentó el número de cofrades", explican en la cofradía de las Angustias. La aparición de los tronos mixtos o portados por mujeres ayudaron a aumentar la participación de la población en la Pascua Ferrolana. "Gracias a eso mantendremos la Semana Santa. Si no, los que somos mayores llegará un momento que dejaremos de existir y no existirían las cofradías. Estamos confiando en que la gente joven tome el relevo", añade.

La importancia de la juventud

Los jóvenes son otro de los pilares de la Semana Santa de Ferrol. "Una tradición que tiene a la juventud detrás tiene el futuro garantizado", señala César Carreño. Los números hablan solos. Por poner un ejemplo, la cofradía de las Angustias cuenta con 45 monaguillos (cofrades menores de ocho años que procesionan con la cara destapada) y la de La Merced con unos 60.

Altar de culto de la Virgen de los Desamparados de Ferrol, propiedad de la Cofradía de las Angustias.

El presidente de la Cofradía de Dolores cuenta con orgullo que la suya es la que más jóvenes aglutina. Tienen incluso un Grupo Joven "compuesto por mucha gente que quiere estar y tiene devoción hacia sus imágenes", explica. Balseiro cree que tener un lugar al que acudir es importante para la juventud y "es una manera de educarnos y vivir la vida cristiana".

Todas las cofradías coinciden al señalar la tradición como causa de la participación juvenil. En muchos casos surge en la propia familia, como explica el presidente de las Angustias: "Tengo aquí de cofrades a tres hijos y dos nietos". Pero también las amistades son un factor clave a la hora de que un adolescente decida entrar en una cofradía. "Unos tiramos de otros", explica Carlos de Arriba, un joven cofrade de la Merced.

Altar de culto de la Cofradía de la Merced, en Ferrol.

"Es algo que se transmite de generación en generación. Lo hemos visto desde nuestros abuelos y nuestros padres. Ahora nos toca a nosotros coger el relevo. A mí me lo inculcaron desde que nací", explica Carlos de Arriba, que con solo 16 años participa activamente en las labores de organización de esta Semana Santa marcada por la pandemia. Mientras habla, vigila que se cumpla el aforo de la carpa junto a otros dos adolescentes. "La juventud venimos pisando fuerte porque cada vez nos implicamos más", concluye.

Un fenómeno social

Pero si algo destaca por encima la variedad de estilos, del papel de la mujer y la juventud o del número de turistas que llegan a Ferrol en estas fechas es el valor que tiene la Semana Santa para la población local. Los datos hablan, de nuevo, por sí mismos. Hay unos 3.500 cofrades entre las cinco hermandades de la ciudad. Se podría decir que la Semana Santa es la "asociación" que más gente arrastra, apunta César Carreño.

"Está muy arraigada en la ciudad. Es mayor evento que tiene la ciudad y del que los ferrolanos nos sentimos más orgullosos. El que ha vivido en Ferrol o el que está viviendo fuera sabe que en la Semana Santa se va a encontrar aquí a todo el mundo que tiene algo que ver con la ciudad. Es un motivo de orgullo para cualquier ferrolano. Casi todos de alguna manera hemos estado en alguna cofradía o de alguna manera tenemos algo que ver con ellas", expone Paco Balseiro.

Altar de culto de Jesús atado a la columna, propiedad de la Cofradía de Dolores, en Ferrol.

"Los ferrolanos llevamos la Semana Santa en el corazón. Ahora y siempre. Los ferrolanos sin Semana Santa no vivimos", coincide Rosalba Pedro. Pero, ¿por qué tantos ferrolanos se animan a participar en las cofradías? "Somos una semana santa cercana. Estamos a pie de calle. Aquí nadie se siente fuera de sitio. Todos formamos parte de la Semana Santa", responde la representante de la Soledad.

Pese a que tanto la Semana Santa tiene un carácter religioso y se basa en la la devoción de los participantes, son muchos los ferrolanos y visitantes que acuden a las procesiones por otros motivos. "Hay mucha gente que es reacia a entrar en una iglesia. El llevar las imágenes a la calle es también una muestra de arte, en este caso de arte religioso. La gente va a verlas porque no le causa el perjuicio de que lo vean en una iglesia", opina el presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias.

Quienes sí viven la devoción por las imágenes con verdadera pasión son quienes participan activamente dentro de las hermandades. "Realmente un cofrade vive la Semana Santa los 365 días del año", cuenta Carlos de Arriba. En la Cofradía de la Merded, por ejemplo, centran buena parte de su trabajo en la solidaridad y los fines sociales, explica el joven ferrolano.

Pero los ferronalos no son los únicos que participan en las cofradías. La importancia de la Semana Santa en la ciudad ha provocado cada vez sean más las personas de fuera que entran en las hermandades. Cada año llegan a Ferrol cofrades tanto de municipios limítrofes como de lugares más distantes como Madrid. A ellos se unen también quienes se han desplazado por motivos laborales y reservan estas fechas para volver a ver a la familia y, de paso, procesionar junto a la imagen de la que son devotos.

El arraigo, la tradición y la multiculturalidad han hecho de la Semana Santa Ferrolana un evento turístico y un motivo de orgullo para su población. La devoción y la vida que cobra la ciudad naval durante esos ocho días son lo que hacen especial esta clebración. Y es que todo esto se puede resumir en la explicación que da Rosalba Pedro: "La esencia de la Semana Santa Ferrolana somos todos los que formamos parte de esas semana santa. No son las cofradías, no es la gente, no son las imágenes... Somos todos"

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