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Playas fluviales de la provincia de Pontevedra, una alternativa ideal para el baño

Que la calidad de los arenales gallegos es excelente está muy claro, sin embargo, no es la única opción para refrescarse con la llegada del buen tiempo. ¿Te atreves a probar con el agua dulce?
Playa fluvial de A Calzada, en Ponte Caldelas.
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Playa fluvial de A Calzada, en Ponte Caldelas.
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Cuando el sol asoma y las temperaturas aumentan ligeramente son muchos los que deciden no esperar al verano para darse un buen chapuzón. Las playas suelen ser la opción por excelencia, puesto que, está claro que la calidad de los arenales gallegos es indudable. Sin embargo, existe otra alternativa de baño, muy apetecible y algo menos masificada: las playas fluviales.

Aunque la temperatura de sus aguas es bastante fría, no se trata de algo que pueda asustar a los gallegos, muy acostumbrados a las playas del Atlántico. La mayoría de estas playas fluviales se encuentran enmarcadas en entornos de bosque, con arbolado a su alrededor y amplias zonas verdes, marcando la diferencia con los arenales al uso y convirtiendo esta opción en una experiencia de baño completamente diferente.

Más grandes o más pequeñas, en entornos semiurbanos o en medio del bosque, acondicionadas para niños e incluso con bandera azul; hoy, en Treintayseis, repasamos algunas de las playas fluviales de la provincia de Pontevedra.

Playa fluvial de Vilatuxe (Lalín)

La playa fluvial de Vilatuxe, también conocida como "Pozo do Boi" es un lugar excelente para pasar un día tranquilo y darse un buen baño. Sus aguas provienen del río Deza y la zona está acondicionada tanto para niños pequeños como para más mayores. En su entorno hay un parque, un merendero y amplia zona de arboleda.

Foto: Minube.

Playa fluvial del Lérez (Pontevedra)

La buena calidad del agua de la playa fluvial del Lérez, en Pontevedra, la ha vuelto a situar en el censo de zonas de baño de Galicia como ya sucedió en el 2020, otorgando una garantía de seguridad a los bañistas. Enmarcada en un entorno semiurbano, se trata de una zona muy tranquila a la que se puede llegar paseando por el paseo del río Lérez.

Playa fluvial de O Val (Mondariz)

Además de su oferta termal, en Mondariz también podemos encontrar una playa fluvial localizada sobre el río Tea. Pistas deportivas, mesas y barbacoas completan la oferta de servicios de este interesante lugar de baño. Además, en su entorno se encuentra la Senda del río Tea, ofreciendo la posibilidad de realizar una caminata antes de adentrarse en sus aguas.

Foto: Maisqueauga.

Playa fluvial de Airoa (Fornelos de Montes)

La playa fluvial de Airoa, en Fornelos de Montes, cuenta con gran cantidad de elementos para una visita de lo más completa. La playa fluvial y las pozas que la conforman están enmarcadas en un paraje natural con un aura muy especial; en sus alrededores se encuentra el Puente Grande -un puente medieval en el camino de los Arrieros- y el Muiño da Ponte, junto con diferentes senderos cubiertos de verde.

Foto: fornelos.gal.

Playa fluvial de A Calzada (Ponte Caldelas)

Desde el año 2015, la playa fluvial de A Calzada es la única de España en contar con una bandera azul. Aguas cristalinas, 250 metros de longitud, zonas de baño para niños, parques y todos los servicios necesarios para pasar un día excelente en el río convierten a A Calzada en una playa fluvial indispensable.

Playa fluvial de Sela (Arbo)

En la parroquia de Sela, a orillas del río Miño, se encuentra esta playa fluvial situada en una zona recreativa preparada para el baño. En sus alrededores hay diferentes rutas que se pueden seguir bordeando el río, además, dispone de servicios como merendero, barbacoa y zona de pesca. En un lateral del río cerca de la playa está el Manantial de Aguas Medicinales de Sela, con aguas que en su momento fueron embotellas y exportadas.

Foto: Turismo Rías Baixas.

Playa fluvial de Vilarello (Valga)

Muy cerca de la desembocadura del río Ulla está la playa fluvial de Vilarello. Consta de una zona de baño con arena, servicios de hostelería en el entorno, duchas, instalaciones náuticas, una amplia zona de césped y hasta un parque infantil. Montaña y río se aúnan en esta excelente ubicación.

Foto: Turismo Rías Baixas.

O Muiño y A Lamiña (A Guarda)

En A Guarda hay dos playas fluviales que poco tienen que envidiar a un arenal al uso. Ubicadas en la desembocadura del río Miño, con arena fina de color blanco, estas dos playas contiguas cuentan con aguas cristalinas que son una combinación de agua dulce y agua salada -fenómeno debido a su ubicación-. En su entorno hay bares, zona de arbolado, aparcamiento, duchas y merenderos.

Foto: Turismo A Guarda.
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