Óscar, de La Escondita de A Coruña: "Lo que hay que hacer ahora es aguantar como sea"
La Escondita (Plaza de María Pita, 1B bajo) de A Coruña es uno de los locales de hostelería que como tantos otros de la ciudad intenta sortear las complicaciones derivadas de la pandemia y las restricciones impuestas y los dos socios que están al frente, Óscar Hermida y Óscar Asensio, aseguran que "lo que hay que hacer ahora es aguantar como sea". Son conscientes de que seguir abiertos ahora no es fácil, algo que queda patente en las pérdidas del restaurante, "un 40% respecto a las mismas fechas del año pasado", la media jornada en la que están ahora todos sus empleados y sus nuevos horarios: con apertura al mediodía y cierre por la noche los martes, miércoles y jueves y horario completo de comidas y cenas viernes y sábados.
"Con apenas tres horas de antelación anunciaron las restricciones y yo venía de la lonja con 2.000 euros de pescado fresco comprado para servir todo el fin de semana. Según se decretaron las nuevas normas empezaron a llegar cancelaciones y viernes y sábado tuvimos alrededor de ocho comensales cuando lo normal antes de la pandemia en esos días eran alrededor de 30", detalla Hermida, a lo que añade que si se hubieran tomado las decisiones con más anticipación por parte del gobierno autonómico, "se hubieran programado de otra manera para no recurrir a la congelación de la mercancía o a perderla", aunque a pesar de todo reconoce que le están dando buena salida estos días.
El viernes a la hora de comer les anularon alrededor de seis reservas en su comedor, que actualmente dispone de siete mesas, al margen de que les llamó gente de Oleiros y Arteixo para avisar de que no irían porque no podían acceder a la ciudad herculina por el cierre perimetral. El responsable de La Escondita considera que dentro de esta complicada situación epidemiológica, en lo referente a los restaurantes "sería beneficioso ampliar el toque de queda hasta las 00:00 horas". "Si el límite para estar en la calle fuera hasta las 00:00 habría más vidilla porque la gente al menos tendría margen para marcharse del local sobre las 23:30 horas. Tal y como está la norma ahora es imposible gestionarlo porque a la gente cenar a las 20:00 se le hace muy pronto y no está acostumbrada a estos horarios", explica.
A su vez, Hermida considera "ilógicas" normas como la recientemente aprobada de las reuniones de solo convivientes, ya que argumenta que "la gente que no convive no se puede reunir en los bares y restaurantes pero sí en los centros comerciales sin que nadie diga nada e ir aglomerada en los autobuses". Acerca de la gestión actual de su negocio, reconoce que es complicada sobre todo este mes en el que "les han comido los gastos" derivados de la propia actividad del local, los impuestos, los pagos de los salarios de los empleados, de la cuota de autónomos y de la Seguridad Social.
"Ahora mismo no tenemos ayudas y los meses de cuarentena al menos obtuvimos la de autónomos que eran 600 euros que daban para el alquiler y poco más, pero todo suma. Estamos esperando las ayudas del PRESCO del ayuntamiento de A Coruña que todavía no las ha recibido nadie y no sabe nada y se han solicitado hace meses" afirma, mientras concreta que "son más de 3.000 euros que les hacen falta" y pide celeridad con este asunto "antes de que sea demasiado tarde para algunos negocios". "Es preferible que nos den una ayuda y que nos cierren para que bajen los contagios que andar con cambios de normativa continuos, porque entre que vas al baño y vuelves ya te cambian las restricciones", comenta con cierta ironía, a la vez que hace hincapié en que "si no dan ayudas a la hostelería mucha gente indudablemente va a tener que cerrar".
"En el verano ya bajó mucho la facturación con las limitaciones de aforo y con las restricciones en cada turno tenemos 15 personas menos sin contar la terraza y ya lo hemos notado estos meses pero ahora más", concluye, mientras se muestra a la espera de lo que suceda esta semana con la revisión este martes por parte de la Xunta de las restricciones impuestas en A Coruña y las seis restantes ciudades principales de Galicia, además de otras zonas con menos habitantes que están sufriendo situaciones complicadas con el crecimiento de los contagios, que hoy han marcado un nuevo récord en la comunidad con un total de 9.119 casos activos.
