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Con niños

Los 'Reyes Magos de verdad' que llegan a rincones de A Coruña donde no les esperan

Son Reyes que funcionan con códigos para preservar el anonimato de niños que viven en centros de menores o de familias que sobreviven con el apoyo de Cáritas; pero la ilusión que llevan es muy de verdad, haciendo que casas en las que no había regalo sientan que los Reyes han leído su carta y puedan decir "¡Han llegado!"
@reyesmagosdeverdad
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Llevar ilusión a las casas donde no siempre hay espacio para hacerla crecer. Donde tener un pijama ya es un regalo, ni pensar los saltos de emoción que puede producir un juguete como los que salen en los anuncios. Este fue el mensaje que captaron Teresa y Emma cuando escucharon hablar del proyecto Reyes Magos de verdad.

Ya hace 8 años empezaron en esto, trayendo la iniciativa, que surgió en Madrid, para hacer una Navidad ilusionante para el mayor número de personas posible en A Coruña. El objetivo es que los Reyes lleguen a todos los niños, familias y mayores, llevándoles lo que de verdad quieren "y no el que por suerte le llega de segunda mano".

Una ilusión que se retroalimenta: ellos, grandes y pequeños, ya están escribiendo sus cartas y muchos coruñeses apuntados ya están preparados para recibir esa carta de deseos que siempre saca una sonrisa y a veces incluso la lágrima.

Los Reyes Magos de verdad en A Coruña empezaron el primer año repartiendo en centros de menores como el Centro Concepción Arenal, centro María Inmacula, San José de Calasanz. Después se fue extendiendo a varios centros de Cáritas de A Coruña y diferentes localidades vecinas. Hoy en día también llegan a Pai Menni de Betanzos, a la residencia García Hermanos, a una casa de acogida de mujeres que han sido maltratadas... y cuantos más Reyes Magos se apunten a más lugares será posible llegar.

El primer año fueron 60 cartas y ya el año pasado llegaron a las 600. Todavía es posible convertirse en Rey Mago estas Navidades en la web del programa, que en ningún caso gestiona dinero, solo regalos que responden a cartas que niños y personas mayores escriben sin saber qué Melchor o qué Baltasar la recibirá, pero con la ilusión de ver cumplido su deseo.

Las condiciones son pocas: tener ganas de convertirse en un Melchor anónimo, inscribirse a ser posible antes de del 5 de diciembre, ir a comprar algo de lo que se pida en la carta, siempre con el límite de 35 euros de gasto como máximo y el compromiso adquirido es que en 10 días lo envíen. "Hay personas que no viven en A Coruña y quieren regalar aquí, lo compran por internet y lo envían a uno de los centros de recogida que se indican en la web", indica Emma.

Aunque todavía quedan las entregas en los Centros de Menores, muchas gracias a todos por ayudarnos a llevar la magia a tantos hogares.

Posted by Emma Martinez Delafuente on Sunday, January 8, 2017

"Emoción" para quien da y quien recibe

Ya son 14 las provincias en las que los Reyes Magos de verdad reparten ilusión en toda España más de 10.000 regalos. En A Coruña, solo en la ciudad, Emma y Teresa gestionan unas 600 cartas. "Es algo muy duro, que emociona, cuando lees el agradecimiento de tener la oportunidad de, simplemente, poder pedir algo cuando su familia no se ha acordado nunca de ellos por Navidad". "Hay veces que solo piden un pijama calentito, y eso enternece", nos cuenta Emma, una de las coordinadoras del programa en A Coruña.

"Hay cartas de madres que ponen los pelos de punta: nos escriben después para agradecer que se enviasen los juguetes que sus hijos habían pedido, reconociendo que llevaban años sin poder regalarles nada más que alguna cosa de segunda mano". El momento de la entrega también es especial especial. Teresa y Emma llenan el coche hasta arriba de paquetes y van repartiendo. "En ocasiones son niños a los que nunca les han regalado nada", explica Emma.

Es un privilegio que tienen las dos gestoras del programa en A Coruña: ver esas caras de ilusión al recibir algo porque se han acordado de ellos. Sentirse escuchados, poder pedir y recibir y que el día 6 de enero brillen los ojos en más casas, y más personas sientan que los Reyes se han acordado de ellos, porque se han portado bien.

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