Los hosteleros de A Coruña, cada vez más pesimistas: "Esto es un túnel sin salida"
Desolador. Así es el futuro que espera a la hostelería y al ocio nocturno de A Coruña si no hay un cambio rápido. Empresarios de la ciudad llevan días y semanas protestando por las medidas de la Xunta para frenar el avance del coronavirus en el área sanitaria. Se sienten abandonados y puestos a los pies de los caballos por la administración ante una opinión pública que los considera responsables del aumento de casos.
En Quincemil hemos hablado con empresarios de locales de tres de las zonas más afectadas por lo ocurrido en la ciudad: La Marina, Pescadería y Orzán. "El coronavirus vino para quedarse, hay que convivir con él", señala Javier Varela, responsable de Showroom Food & Drinks. "Esto es un parche y nos crea un perjuicio muy grande. No tenemos gastos al 50 por ciento, los tenemos al cien por cien", señala Javier.
El local de Torreiro continúa trabajando en horario de cafetería. "Hay mucha gente en el sector que está tirando de ahorros o de créditos. Nadie ve clara la situación, es un túnel sin salida. La gente tiene miedo, ya no baja tanto a tomar algo y la afluencia ha bajado mucho", dice el empresario.
¿Una solución? "El cribado a la gente joven está bien, pero llega tarde. La mayoría de casos son importados, debería haberse tenido un mayor control de los viajeros", señala Javier.
"Hay otras actividades peligrosas"
En la Marina la situación es similar. Una de las zonas de ocio más populares de A Coruña se siente en el centro de la diana desde hace semanas. "La opinión pública ha sido un mazazo. Nos ven a los hosteleros como peligrosos, como responsables de un posible cierre de la comarca", dice Antón Sáez, de Le Tavernier.
En su caso, el aforo no ha sido un inconveniente. "Siempre tuvimos el 50 por ciento de las mesas. Lo que de verdad nos afecta es tener que estar cerrados a la una", afirma. "La hostelería que cumple las medidas es totalmente segura, como cualquier otra actividad. Las autoridades han venido directamente a por nosotros", afirma Antón.
El empresario coruñés señala que "cerrar no va a valer de nada" si no se toman medidas ante "otras actividades peligrosas". "Va a pasar un mes y todo va a seguir igual, y los hosteleros, arruinados. El esfuerzo tiene que ser de todos", dice.
"Hasta el verano que viene"
En el Orzán, los dueños de los negocios han sido quienes más se han movilizado. Muchos locales ven con frustración la imposibilidad de abrir por tener licencia de pub, pese a que podrían acondicionar sus establecimientos y cerrar a la una, como el resto de bares.
"Non entendemos porque unha cervexaría con permiso de pub non pode abrir. Debería haber unha compensación para esa xente, pero aínda non se sabe nada", dice Xabi Barral, de la Barbería. Su local si que puede abrir, aunque considera que hay servicios que se podrían dar con precaución. "As barras, por exemplo, cumplindo as medidas, poderían usarse", señala.
Xabi hace hincapié en que lo más importante es "a saúde", "tanto a nosa e da nosa familia como a dos nosos clientes". También señala que la mayoría de empresarios del sector en la ciudad "somos pequenos autónomos que levamos bares familiares".
Sobre el futuro, pronostica "un outono duro", con muchos traspasos, ventas y cierres. "Parece que, como mínimo, estaremos así ata o verán que ven".
