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Las piscinas municipales de Oleiros (A Coruña) vuelven a la actividad el 26 de junio

Los ayuntamientos ferrolanos de A Capela, Cerdido, Moeche, Neda, San Sadurniño y Valdoviño han decidido no abrir este verano sus piscinas municipales dadas las circunstancias generadas por la pandemia
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Las piscinas municipales de Oleiros reabrirán sus puertas a partir del viernes 26 de junio. El uso de mascarilla será necesario en todos los espacios comunes, excepto para hacer ejercicio e ir al agua. Aunque las normas de uso de las instalaciones podrán sufrir variaciones en función de la normativa sanitaria, se ha establecido un protocolo para garantizar la seguridad que determina una capacidad limitada para los vestuarios y para las actividades dirigidas (que requerirán cita previa) además de que el calzado y la toalla deberá ser de uso exclusivo para las instalaciones.

A su vez, los centros permanecerán cerrados a mediodía todos los días para realizar una desinfección de las instalaciones. En el período del 26 de junio a 13 de julio se compensarán los 17 días no disfrutados en el mes de marzo de manera que las personas abonadas solo pagarán en el mes de julio la parte proporcional. En los casos de indecisión sobre continuar o no en los centros, se ofrece la posibilidad de mantener congelada la cuota hasta el 30 de septiembre de 2020 sin pagar ningún recibo.

Sin piscinas en Ferrol

Los ayuntamientos coruñeses de A Capela, Cerdido, Moeche, Neda, San Sadurniño y Valdoviño, todos ellos en Ferrol, han decidido, de manera unánime no abrir este verano sus piscinas municipales dadas las circunstancias generadas por la pandemia. A través de un comunicado, los alcaldes de estos municipios aseguran que adoptan este acuerdo tras analizar entre todos el contenido de los protocolos redactados por el Ministerio de Sanidad y la normativa aprobada por la Xunta de Galicia. Unos documentos en los que se establecen "unas condiciones que los ayuntamientos difícilmente pueden asumir ni tampoco garantizar su cumplimiento".

En esta decisión, tomada por mutuo acuerdo de los diferentes alcaldes, se ha decidido "dar prioridad a la seguridad de los vecinos que acuden a las piscinas municipales, pero también se tuvo en cuenta la imposibilidad de que estas instalaciones de ocio cumplan su objetivo fundamental en verano, como es que las personas puedan disfrutar de un momento de tranquilidad".

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