El Español
Treintayseis
Economía
|
Comercio

Las marcas coruñesas Rígido y Nowhere unen fuerzas en una tienda efímera por Navidad

Ambos proyectos de joyería y moda urbana han sido creados por dos jóvenes emprendedores coruñeses que apuestan por la denominada "slow fashion" y las "compras conscientes"
Carla Barral e Iago Castro en la tienda.
Quincemil
Carla Barral e Iago Castro en la tienda.
Ofrecido por:

El comercio local y las marcas nacidas en la ciudad herculina reclaman cada vez más su sitio y aumentan su presencia y buen ejemplo de ello son Rígido y Nowhere, dos proyectos de jóvenes emprendedores de joyas y ropa urbana respectivamente. Los productos están disponibles en una tienda efímera hasta el próximo 10 de enero en la calle Marcial del Adalid 17 de A Coruña y ambas iniciativas apoyan la denominada slow fashion, "compras conscientes y premeditadas" de productos exclusivos hechos a mano y made in Galicia.

Carla Barral es la CEO de Rígido, una marca que se dio a conocer en febrero de este año y Iago Castro es quien está detrás de Nowhere, cuya colección actual tiene como temática central el Entroido y sus características máscaras festivas. Ambos decidieron emprender esta aventura de un mes (el espacio donde tienen la tienda abrió el pasado 10 de diciembre) y cuentan que lo hicieron motivados porque "comparten valores en cuanto a conciencia" además de apostar por proveedores locales y materiales que respetan el entorno como el algodón orgánico o plata y oro reciclados.

Ambos definen sus marcas como "jóvenes y puramente digitales" y admiten que querían aprovechar el periodo de consumo que supone la Navidad para "tener un espacio físico donde contar a la gente sus ideas". "Queremos que los clientes vengan aquí, vean las cosas en directo y puedan probárselas. La intención es transmitirles nuestros valores de marca y es clave para nosotros el contacto directo con las personas", afirman, al mismo tiempo que hacen hincapié en que "la gente de A Coruña les conozca". "Me produce satisfacción que en mi ciudad se me reconozca como marca y en eso el boca a boca es una gran ayuda", concreta Castro.

Una vuelta de tuerca a la joyería tradicional

Carla Barral, la cara visible y creadora de las joyas Rígido, hace artesanalmente todas las piezas una a una en su taller con la ayuda de su marido y cuenta que el concepto de joyería que quiere transmitir "es totalmente diferente al que estamos acostumbrados, sobre todo en la estética". "Rígido es un nombre que representa la antítesis de lo que somos como marca, con piezas diferentes que se distancian a la joyería que se hizo durante los últimos dos siglos, muy focalizada en la mujer y con joyas con piedras preciosas que se repetían bastante. Queremos desligarnos completamente de estos y trabajamos bajo demanda, cada pieza está hecha exclusivamente para la persona que la pide", asegura Barral.

"Seguimos el legado tradicional de la joyería pero dándole una vuelta, enfocándonos sobre todo en la estética de las piezas y los valores que queremos transmitir, como la diversidad en los estilos y modelos", dice Barral, sobre lo que matiza que "quiere agrupar a todo el mundo dentro del proyecto". Aparte de las joyas personalizadas por encargo, dispone de una colección que se puede ver al completo en la web de la marca e incluso tiene un apartado de piezas orientadas a bodas. "Hacemos joyas de compra consciente, algo que ya se tiene premeditado", explica, a la vez que especifica que los materiales predominante son el oro y la plata, además de la plata bañada en oro de 18 quilates.

https://www.instagram.com/p/CIYQOVBDSpF/?utm_source=ig_web_copy_link

Asimismo, en Rígido se fomenta la economía circular, ya que como cuenta su responsable, "si una joya que alguien se compra ahora dentro de unos años llega a sus hijos o nietos y ya no les gusta, se puede fundir para con ese material crear una pieza nueva". "Un porcentaje de la producción se hace con oro y plata reciclados y producimos bajo pedido para no generar un stock excesivo e innecesario", subraya Barral. Todos los detalles están cuidados en Rígido, incluso los nombres de las piezas, que "están relacionados con sentimientos intrínsecos del ser humano".

"Mágoa" es el nombre de alguna de las joyas y otras se conocen mediante una palabra en otro idioma que evoca al sentimiento de "no llegar a abarcar todo y estarse perdiendo cosas", tal como cuenta su joven creadora, que detalla que utiliza la técnica del martelé, que se lleva a cabo percutiendo con un martillo sobre la pieza hasta conseguir las hendiduras deseadas para posteriormente acabar de darle la forma final, con la que consigue que "ninguna pieza sea igual a otra".

Marca urbana, transparente y preocupada por la trazabilidad

Nowhere es un marca que fabrica ropa con proveedores locales procedentes de un radio de 250 kilómetros y uno de los principales materiales utilizados es el algodón orgánico. El nombre, que en las prendas aparecía bajo la abreviatura NWHR, se debe según su creador, Iago Castro, a que "es un sitio sin fronteras, un espacio abierto donde no existen los géneros, las ideologías o los prejuicios".

"Las letras dan mucho juego para generar diferentes logos y hacer que la gente se pregunte qué hay detrás de ellas", subraya Castro. La idea de Nowhere surgió derivado del encargo que un cliente de una empresa textil realizó hace tiempo para una pequeña empresa de comercio internacional en la que trabajaba el coruñés, lo que conllevó a que se tuviese que formar más en el mundo de la moda. Esto le obligó a conocer fábricas textiles de Portugal, Camboya y la India, donde vio de cerca el proceso productivo, algo que "le marcó profundamente".

https://www.instagram.com/p/CI3sd7GJnje/?utm_source=ig_web_copy_link

"En India me inspiró sobre todo lo que se hacía mal para mejorarlo, ya que allí las aguas de muchos ríos son de los colores que se utilizaban en las fábricas y se genera un exceso de plástico, al margen de las enormes cadenas de producción con descansos mínimos de los trabajadores", explica. A partir de esta experiencia fue ultimando su idea de marca y en un principio apostó por utilizar en las prendas materiales que ya existen como redes del océano, una iniciativa que le abrió las puertas de un programa de emprendimiento con el que su marca fue mutando hasta convertirse en Nowhere.

"Con mi marca quiero mostrar lo contrario que actualmente transmite la industria textil, que es muy opaca. Me obsesioné con la transparencia y con darle al consumidor toda la información necesaria para que sepa realmente lo que está detrás de las prendas", comenta, a la vez que enumera aspectos relacionados con esto como "el origen del hilo, la fábrica, el impacto que supone fabricar la prenda en cuanto a agua, CO2, residuos y químicos o el ahorro que genera una de sus camisetas frente a otras procedentes de la industria tradicional". La colección de Nowhere que está a la venta en tienda ha contado con la colaboración del artista italiano cuyo taller se ubica en la calle Orzán, Marco Oggian.

De sus manos han salido los diseños relacionados con el Entroido gallego y el sentimiento de "acabar farto de comer y beber y pasar buenos ratos festivos con amigos y familia", dice Castro, que define su colección unisex como "universal y 100% gallega". La colección está integrada por camisetas de manga corta y larga, sudaderas de capucha, pantalones o tote bags, y el emprendedor reconoce que "quiere bajar el ritmo de la moda y no planificarlo todo", aunque ya tiene en mente hacer dos colecciones al año de lo que denomina cápsulas, "pequeños lanzamientos en colaboraciones con artistas con el objetivo de estar generando expectativas", afirma.

De momento dispone de 200 unidades de una de las líneas de camisetas y cuando se acaben no producirá más, porque de esta forma cumple su objetivo de "ofrecer al cliente algo exclusivo y parecido a prendas de coleccionista que tienen una historia detrás".

https://www.instagram.com/p/CItautbJzt_/?utm_source=ig_web_copy_link

Captcha: Una pop-up con galería de arte intervenida "lo menos posible"

El espacio donde está ubicada la pop-up en la que se han unido Rígido y Nowhere se ha bautizado como Captcha, el nombre con el que se conoce a las ventanas emergentes que aparece en pantalla cuando se va a realizar una compra. Esto se debe, según explica Castro, a la esencia de la tienda en la que han apostado por "coger un espacio e intervenirlo lo menos posible, además de aprovechar los elementos que hay para potenciarlos más". En este sentido la pop-up tiene un aspecto diferente, con neones donde se han añadido más cables y un escaparate donde el protagonismo la tiene una televisión rota rodeada de un jardín.

"El escaparate simboliza la simbiosis entre naturaleza y tecnología, que la naturaleza siempre acaba dominándolo todo y prevalece". comenta el responsable de Nowhere, que recuerda que en Captcha disponen también de un espacio que utilizan como galería donde hay una muestra del artista coruñés Le Moratiel. Esta exposición se basa en productos cotidianos como los utilizados en la limpieza y que "se elevan a su máxima potencia", dando lugar a unos llamativos metacrilatos de colores intensos.

Economía