La huella borrada de Franco en Ferrol y A Coruña
La aprobación de la Ley de Memoria histórica en 2007 fue modificando los callejeros y la panorámica de plazas de las ciudades españolas. En A Coruña y Ferrol, ciudades donde la huella del dictador fue especialmente marcada, se transformaron mapas, sedes del gobierno local y hasta la designación oficial de la ciudad.
En A Coruña ya no queda rastro de la Avenida del Generalísimo ni de otra larga avenida dedicada a Los Caídos en la zona portuaria de Oza. Existió la calle de la División azul, bajando de plaza de Santa Lucía a Juan Flórez. La calle Alférez provisional pasó a ser la Avenida del Puerto.
El hospital Juan Canalejo cambió por la designación integral de Complejo Hospitalario Universitario. Canalejo, coruñés y jefe de la Falange en Galicia, murió fusilado por los republicanos en 1936 y también tuvo una calle en el callejero de A Coruña. En el hospital Materno Infantil lució una placa con el escudo franquista que fue retirado.
La calle General Sanjurjo conducía a Cuatro Caminos, mientras que la calle General Mola, se ha transformado ahora en la plaza de San Andrés, donde se erige el edificio de La Base. Millán-Astray, otro coruñés muy cercano al dictador, tuvo calle con estatua incluida en la ciudad herculina que fue retirada hace nueve años. La calle Cabo Santiago Gómez, cambió su rótulo por el de Sinfónica de Galicia.
María Pita
En el Palacio de María Pita, la vidriera con simbología franquista inició su procedimiento de retirada el pasado mes de abril, aunque según informa el propio Concello a Quincemil, todavía "no han finalizado los trabajos de restauración que eliminarán el águila preconstitucional" casi seis meses después de que se aprobase su eliminación.
Otro cambio en el epicentro institucional del gobierno local coruñés fue la retirada de los retratos de los alcaldes que detentaron el poder desde el consistorio durante la Guerra Civil: José Fuciños Gayoso y Hernán Martín-Barbadillo y Paul.
Ferrol, que fue "del Caudillo"
En Ferrol, la huella de Franco fue tan profunda que incluso conllevó un cambio en la designación de la ciudad. Desde el 30 de noviembre de 1938 hasta el 28 de diciembre de 1982 tuvo el apellido de Ferrol del Caudillo, marcando en los mapas su lugar de nacimiento en 1892. La casa donde nació, de hecho, sigue marcada con una placa conmemorativa.
La estatua ecuestre de Franco en Ferrol fue una de las últimas en ser retiradas de la exposición al público en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Un monumento de más de 6 metros erigido en 1967 con ayuda de una colecta popular y que ocupaba un espacio central en la Plaza de España.
En un proceso de retirada que comenzó ya en 2002, inicialmente se trasladó al Museo naval, dentro del Arsenal Militar. Finalmente, en 2010 una orden desde el Ministerio de Defensa obligaba a retirarla a un almacén donde no pudiese ser visible. Una huella que queda en la memoria y que habrá quien vea como cicatrices, bien o mal curadas.
