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La CIG se moviliza en Prosegur en rechazo a la violencia machista y al acoso sindical

La organización sindical ha exigido a la empresa responsabilidades y acción inmediata sobre un caso de agresión sucedido en Ourense
Manifestación de la CIG
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Manifestación de la CIG
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La CIG prosiguió este viernes las movilizaciones, frente  a las oficinas de Prosegur (Newton, 11, A Coruña), en rechazo a la represión sindical que está sufriendo un delegado del sindicato que ejerce de vigilante en el Carrefour del Centro Comercial Los Rosales de A Coruña, y para denunciar la complicidad de la empresa en el caso de agresión machista sufrida por una trabajadora y delegada de personal en Ourense.

La CIG asegura en comunicado que a pesar de tener conocimiento de la agresión (cometida por otro empleado de la empresa en un cambio de turno), Prosegur se negó a aplicar el protocolo de acoso y no destituyó al agresor de su puesto. "O desleixo de Prosegur é tal que foi a Inspección de Traballo quen lle tivo que requirir que aplicara o protocolo de acoso recollido no Plan de Igualdade, mais a día de hoxe a empresa continúa sen atender dito requirimento nin pórse en contacto coa compañeira vítima da agresión", explica la organización en comunicado. .

Nicolasa Castro, secretaria das Mulleres da CIG, calificó esta actitud de intolerable y por ello ya dijo que el sindicato seguirá con las movilizaciones "porque non imos consentir actitudes machistas nin comportamentos violentos nos centros de traballo". Además, lamentó que la Inspección aún no haya actuado contra Prosegur por no cumplir con su requerimiento.

Persecución del delegado de la sección sindical de la CIG

Además de la agresión machista, la manifestación de hoy también ha buscado denunciar el acoso sindical que está sufriendo el delegado de la sección sindical de la CIG, que presta servicios en el Carrefour del Centro Comercial Rosales de A Coruña. La persecución contra el compañero se inició después de que éste denunciara ante la Inspección de Trabajo la falta de medios técnicos para poder desempeñar su labor como vigilante y como delegado sindical.

La reacción de la empresa, asegura la CIG en comunicado, fue iniciar un proceso de imposición de sanciones arbitrarias al compañero, la última de ellas fue de carácter grave por un supuesto cese de funciones en su actividad.

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