Juicio Alvia: El inspector de seguridad del tren califica de "inimaginable" la distracción del maquinista
En la décima jornada del juicio por el accidente del Alvia, cuyo descarrilamiento el 24 de julio en 2013 terminó con la vida de 80 personas y resultó en 145 heridos. Esta semana el procedimiento judicial se centra en la formación e inspección de la línea por medios de Adif o Renfe. Esta mañana ha sido el turno del inspector de Adif, Carlos Ayuso, cuyos otros compañeros estuvieron incluso imputados por el primer juez de instrucción en 2013. Uno de ellos, José Antonio García Díez, ya ha fallecido mientras que el segundo no declara al constatar la abogacía de su frágil salud.
Propuesto por la Abogacía del Estado , que representa a Adif, Ayuso contestó a preguntas sobre su labor a la hora de comprobar la seguridad de la línea durante sus viajes en cabina. El inspector del tren señaló que existían "bastantes más" saltos de velocidad mayores que en el de Angrois, donde en kilómetros previos la conducción pasaba de la alta velocidad de 200 km/h a 80.
El empleado de Adif destacó que no hubo nada que les llamó especialmente la atención en la circulación durante sus inspecciones en cabina y que "no tiene por qué suceder nada raro" durante esta misma. De hecho, durante el primer interrogatorio Ayuso insistió en que no constaba "de ninguna manera" ningún tipo de quejas o advertencias sobre la señalización o la peligrosidad de la línea 082.
Un despiste "inimaginable"
En el tema de la señalización, el inspector ha querido insistir particularmente en lo complicado que sería perder lo que los abogados del maquinistas denominan la "consciencia situacional" durante el tramo porque hay carteles que indican que se está llegando a Santiago antes incluso de la señal de avanzada.
Esta última la describió como "el punto más eficaz" para comenzar las maniobras de frenado, pero ha especificado que "cada empresa, cada formador les traslada dónde deben tomar ese punto de referencia". El técnico rechaza la idea de una "deficiencia" en la formación, algo que se hubiese visto durante las inspecciones en cabina y que él mismo hubiera comunicado.
Por todo ello, Carlos Ayuso considera "inimaginable" que alguien pueda "perder la consciencia" durante el tramo en el que la conducción requiere "una mayor dedicación". "Es como si yo ahora cojo el coche salgo por ahí por la autopista y me tapo los ojos y voy circulando durante más de un minuto y medio con los ojos tapados sin ver nada de lo que existe", sentenció el inspector.
Ayuso explicó que la evaluación de seguridad a través de inspecciones en cabina dependen tanto de Adif como de Renfe, la operadora. "Hacemos la seguridad entre todos", pero especificó que desde su empresa "no valoramos el factor humano".
A preguntas de las acusaciones, el inspector negó que le hubiesen llegado comentarios de otros maquinistas, o del jefe de servicio de la estación de Santiago, sobre la seguridad. Este había declarado antes en el juicio que era habitual escuchar a los conductores quejarse de la falta de señales de la vía y de que era peligroso circular en ella. Interrogado sobre estos comentarios, Ayuso ha destacado que "cuando voy a tomar un café también escucho el resultado del partido del Betis de ayer. Se le da la importancia que uno quiera".
