Hacer turismo por A Coruña y conocer sus leyendas...a través de la piel
Los tatuajes son una de las modas por excelencia del siglo XXI y para muchos constituyen una forma de identificarse dentro de un determinado grupo o incluso un estilo de vida o una profesión. Hoy en día, en general es complicado encontrar a alguien, sobre todo joven, que no tenga uno de estos dibujos permanentes impreso en la piel con tinta y muchos optan por los tatuajes en honor a alguien, para llevar sus pasiones allá donde van e incluso porque sí, no es obligatorio tener una razón concreta para hacerse uno.
Decenas de coruñeses han ido un paso más allá y desde Quincemil hemos recopilado tatuajes en honor a la ciudad, sus monumentos y sus leyendas que muchos vecinos lucen orgullosos en la piel, ya estén cerca o lejos de la ciudad herculina, pero compartiendo un mismo sentimiento de pertenencia con este rincón de España que para muchos es "el sitio al que siempre volver". Monumentos emblemáticos, el Estadio de Riazor, María Pita, el Paseo Marítimo, el depósito de agua del Ventorrillo, escudos del Deportivo y hasta Crunia, la primera mujer que habitó en la ciudad y de la que Hércules se enamoró, se pueden encontrar a flor de piel.
Skyline
Esta línea de siluetas de lugares emblemáticos de la ciudad pertenece a la coruñesa Patricia Santos. Se lo hizo el tatuador Chris López en marzo de 2018. "Llevaba varios meses dándole vueltas a dejar grabado en la piel el lugar del que vengo. Al final todo el mundo se enamora de A Coruña cuando la conoce, tiene algo especial y aunque lleve aquí toda mi vida, también tengo ese sentimiento", explica.
Santos creó el diseño y su tatuador lo acabó de perfeccionar para dejarlo "pintado" en su brazo para siempre. Ella cuenta que la gente se suele fijar en el tatuaje y preguntarle qué es, a lo que su respuesta siempre es la misma: "Caracola, Torre de Hércules, Ayuntamiento de A Coruña en María Pita, Obelisco y Dólmenes", así de fácil para un coruñés pero no para alguien de fuera, de ahí las explicaciones. "Sé que se me queda alguna figura, edificio o escultura más en el tintero pero me habría extendido demasiado, así que de esta manera está perfecto", reconoce.
El coruñés Sergio Sánchez aprovechó el diseño de la camiseta roja del Deportivo de la temporada 2018-19 para inspirarse y diseñar su original tatuaje, que consiste en una sardina de San Juan sobre la que se apoyan "los edificios más altos e importantes de la ciudad". Se lo realizó su amigo y jugador del Deportivo Liceo de Hockey, César Carballeira en el verano de 2019.
Sergio Balado es un coruñés que actualmente vive en las Islas Reunión (África), donde trabaja como fisioterapeuta. El tatuaje, que se trata de un skyline de A Coruña que le rodea toda la pierna y del que forman parte la denominada H, la torre de control marítimo, la Torre de Hércules o las cúpulas del edificio donde se enmarca el ayuntamiento en la plaza de María Pita. Lleva A Coruña en su piel desde hace tres años tras hacerse el tatuaje en un estudio de Narón y ahora lo luce a menudo debido al clima tropical de su nuevo hogar.
Este original diseño a todo color donde aparece la Torre de Hércules y su entorno, donde se enmarca el parque escultórico que la rodea o la Rosa de los Vientos, es obra de Carlos Pecka, de Pecka Tattoo.
Deportivo
Sabela Tarrío lleva el escudo del Deportivo en su espalda desde agosto de 2019 y se lo hizo en el estudio Coruña Tattoo. La coruñesa admite que "llevaba casi toda la vida queriendo hacérselo", al mismo tiempo que siempre le gustaron los tatuajes, aunque medita mucho antes de hacerse uno. Este tiempo para pensar no fue necesario con el escudo de los blanquiazules, porque siempre tuvo claro que quería algo del Depor muy representativo. "No me lo hice por ninguna hazaña especial del equipo, de hecho ese verano fue el del no ascenso, sino porque siempre quise tener algo en la piel que lo representara y algo de lo que sabía que nunca me iba a arrepentir", asegura.
Noemí Sánchez luce la corona del escudo del Dépor junto a las siglas RCD en la parte posterior de la pierna desde el año 2014, un diseño que le dejó para siempre en su piel Pablo, su tatuador de confianza antes de que él se fuera a continuar su carrera profesional a Madrid. "Me lo hice porque el Depor es mi equipo desde que nací, toda mi familia es blanquiazul y en mi casa, este equipo y el fútbol se vive muchísimo", afirma, a lo que añade que "por él ha vivido momentos increíbles, igual que también ha llorado", cuenta. Además, señala que otra de las razones por las que lleva el tatuaje es porque "representa a su ciudad", de la que se declara completamente enamorada.
"Quen teña honra que me siga"
Fernando Carballal, de A Coruña, siempre quiso tatuarse algo relacionado con su ciudad y por su cumpleaños en 2016 dos de sus mejores amigos le regalaron un bono del estudio Katatoomba, lo que fue "la excusa perfecta". En octubre de ese año grabó en su cuerpo para siempre la mítica frase de la heroína de la ciudad, María Pita: "Quen teña honra que me siga". "Me decidí por esta opción por María Pita es la cabeza visible de todas esas mujeres que ayudaron a defender la ciudad del ataque inglés en 1589", indica. A su vez, este lema formó parte de una campaña del Deportivo hace varias temporadas.
Estadio de Riazor
Esta creación es obra de Flecha, del estudio Coruña Tattoo. Una representación muy detallada y realista del Estadio de Riazor, uno de los pocos de España con privilegiadas vistas al mar, acompañado del escudo del Deportivo y 1906, el año en el que nació el equipo herculino.
Torre de Hércules
La coruñesa Paula Díaz, de 41 años, lleva desde hace dos en su brazo allí por donde pasa la Torre de Hércules. Acudió al estudio Locoblow de A Coruña y decidió hacérselo para "tener con ella este símbolo de la ciudad para siempre".
Sabela Senn es una pontevedresa de 28 años que se tatuó la Torre en el brazo hace un mes de la mano de Pepi Marcos del estudio Dermagraphic. La razón principal es que estuvo un tiempo en A Coruña y luego tuvo que irse "pero sin marcharse del todo". A día de hoy se siente afortunada por haber podido regresar tras ocho meses y se declara feliz de estar en la ciudad.
El coruñés Alex Rey optó por aprovechar toda la superficie de su brazo para lucir la Torre de Hércules con gran detalle y realismo.
Andrea Peiteado, de 24 años, luce la Torre en su piel gracias a un amigo que se lo hizo con la técnica conocida como handpoke, que consiste en realizar una modificación corporal a través de la punción con una aguja en la capa superficial de la piel y la repetición de la punción deja ver progresivamente el diseño en cuestión.
La razón de este estilo de tatuaje emulando la silueta del monumento se debe a que a ella le gusta la Torre de noche porque "es el único momento del día en el que se aprecia desde su ventana", además de que estudió durante dos años frente a ella. Aparte, rememora una anécdota personal con una expareja que le dijo "no te merezco, pero mira hacia allí, eres más bonita que la Torre de Hércules", un piropo que recuerda con cariño.
Antía Capelán se hizo el tatuaje cuando cumplió 18 años porque empezó a estudiar turismo y se dio cuenta de que su futuro no estaba en A Coruña. "Aunque sabía que no iba a vivir aquí e iba a estar lejos era un modo de acordarme de que siempre tenía que volver y llevar de donde soy conmigo", cuenta. Regresa cada cierto tiempo porque como dice su tatuaje "la luz es más fuerte cerca de casa".
Coordenadas
Una servidora también lleva A Coruña muy presente, concretamente en la parte posterior del brazo derecho. A las coordenadas de la ciudad les acompaña una ola (todo en trazos muy finos), ya que "como buena coruñesa me inspira escribir cerca del mar, un elemento que siempre va conmigo y al que me puedo pasar horas mirando porque lo considero bello e hipnótico a partes iguales".
Miriam Ríos, exjugadora del Deportivo ABANCA, se tatuó las coordenadas de la ciudad el 24 de julio de 2020 de la mano de Mjv Tattoo, antes de trasladarse a vivir a Tenerife para prestar sus servicios al Real Unión de Tenerife Tacuense. "Es mi primera salida y quería grabarlo para tener un poco menos de morriña, llevar conmigo siempre de dónde vengo y recordar esta experiencia lejos de la familia", cuenta.
A Coruña en la óptica de Peteiro
Laura Escalante, de 33 años, se puso en las manos del tatuador Haroz del estudio Loco Blow, que es especialista en realismo, para reproducir un colorido cuadro de Peteiro sobre A Coruña con su piel como lienzo. "Adaptamos este cuadro para poder tatuármelo en un triángulo invertido porque mi padre lo tiene en su casa y siempre me fascinó la pintura de Peteiro", cuenta ilusionada.
Depósito de agua del Ventorrillo
Manuel Fachal luce algo inusual en su piel: el depósito de agua del barrio coruñés del Ventorrillo junto al código postal de la zona, el 15010. La creación es obra del tatuador Flecha de Coruña Tattoo y decidió hacerse este diseño en concreto porque "es uno de los lugares más icónicos del barrio y visible desde numerosos puntos de la ciudad", al mismo tiempo que lo entiende como "una forma de representar el orgullo que tengo de su barrio" sobre el que detalla que "su gente es humilde y trabajadora".
María Pita y Hércules
Alex Álvarez es un coruñés 37 años del barrio de Monte Alto. La Torre y el escudo deportivista se los tatuó el año que el equipo descendió a Segunda división porque deja claro "si en las buenas siempre fue del Dépor en las malas mucho más". Hércules, María Pita y las olas las hizo este verano pasado para completar en su pierna todo lo que representa la ciudad y llevarla siempre consigo con orgullo. Todos los hizo en el estudio de Cris Briones en Culleredo (A Coruña).
Hércules y Crunia
Abel García, un coruñés de 33 años, está permanentemente acompañado por Hércules y Crunia, la primera mujer que habitó A Coruña y que dio nombre de la ciudad, ya que los lleva tatuados en los brazos. Ambas creaciones se las hizo el tatuador Jean Pierre Michelena en octubre de 2019 y lo que motivó decorar su piel de este modo fue que es fanático de la leyenda en torno a la Torre de Hércules en la que figuran ambos personajes.
Paseo Marítimo
Bárbara G. Vilariño considera el Paseo Marítimo como su epicentro particular de A Coruña debido a que es el sitio donde se recrea y hace deporte. Los dos tatuajes que tiene (el contorno del paseo al borde del mar más largo de Europa y una de sus icónicas farolas rojizas) en honor a este lugar los realizó en el estudio Delicatessen con el tatuador Diego La Fuente en 2017 y 2019 y concreta que simbolizan "la unión entre la bahía y el mar".
