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Tribuna Abierta

Mujeres rurales: dueñas de nuestro tiempo

La presidenta de la asociación Mulleres de Seu reivindica que las mujeres que habitan en el entorno rural sean dueñas de su tiempo, porque el ejercicio de autonomía en su uso es también una forma de construir, segundo a segundo, igualdad
Carmen Rodríguez
Por Carmen Rodríguez

Hace poco más de un año que escribo de manera periódica esta tribuna de opinión. A través de estas líneas de texto, tengo el placer de compartir mis pensamientos, inquietudes y reflexiones sobre el mundo rural, la vida de las mujeres rurales, la igualdad, etc. con todas aquellas personas que tienen a bien dedicarme unos minutos de su valioso tiempo. Y por ello me siento agradecida.

De manera inesperada, he encontrado en la escritura de este espacio un momento para la realización personal, e incluso diría para el autocuidado. Escribir esta tribuna en mi tiempo libre me permite ordenar ideas, dar voz a mis pensamientos y sentido a mis emociones; me permite poner en perspectiva distintos temas, compartir experiencias y, en definitiva, mostrarme públicamente de una manera muy sincera.

Así, una actividad que comenzó como un ejercicio de mi compromiso con servir de altavoz al universo rural y a las mujeres que lo habitamos, ha acabado convirtiéndose en un tiempo de disfrute y de relajación; en definitiva, en un tiempo de ocio.

Soy afortunada, lo sé. Creo que el ocio es una ocupación "revolucionaria" para la que muchas mujeres del universo rural no tienen demasiado tiempo, porque la asignación diferenciada de roles y estereotipos sigue incidiendo, aún hoy en día, en que las mujeres -particularmente las del área rural- se ocupen mayoritariamente de las tareas del hogar y de los cuidados familiares.

Por este motivo, tengo el convencimiento de que todo lo que implique un equilibrio en el reparto de las tareas domésticas y de cuidado entre mujeres y hombres, es decir un equilibrio en el uso del tiempo, es sumamente transformador; porque a la larga, y paso a paso, todo ejercicio de corresponsabilidad en el ámbito privado tiene su reflejo en el espacio público.

Las nuevas generaciones de mujeres del rural tienen expectativas y necesidades diferentes a las mujeres que las precedieron; demandan ser dueñas de su tiempo para dedicarlo, también, a actividades de desarrollo personal, descanso, diversión, socialización, etc.

Yo siempre digo que la igualdad no es un reto, es el único camino posible. Y para mí, igualdad es, también, tener el mismo tiempo y oportunidades para que las mujeres podamos ejercer nuestra autonomía personal y podamos desarrollarnos en todas las facetas de la vida que nos propongamos.

Así, cuando una mujer se queja de falta de tiempo -para el ocio, la formación o para cualquier otra actividad- en el fondo, lo que nos está indicando es que aún queda camino por recorrer en el ámbito de la corresponsabilidad. Que las mujeres seamos dueñas de nuestro tiempo es, sin duda alguna, algo en lo que la sociedad en su conjunto debe avanzar. No tengo lugar a dudas.

Es curioso, pero muchas veces a las mujeres que ocupamos simultáneamente ciertos espacios o cargos de responsabilidad en la vida pública -como es mi caso-, suelen preguntarnos cómo es posible que podamos hacerlo. Sin embargo, no es habitual que a los hombres les hagan este tipo de cuestionamientos. En realidad, se suele dar por sentado que ellos pueden hacerlo y, sin embargo, la gente se sorprende si se trata de una mujer. La visión que subyace en este tipo de planteamientos es: ¿de dónde saca esta mujer el tiempo?

Esto ocurre porque automáticamente se sigue asociando, de una manera casi inconsciente, la responsabilidad del mundo de los cuidados a la identidad femenina. Y claro, desde esta perspectiva parece imposible que una mujer pueda ocupar varios cargos de responsabilidad y conciliar su vida personal y familiar.

Anécdotas aparte, lo que quisiera transmitir hoy es que las mujeres del siglo XXI que habitamos el espacio rural, en toda nuestra diversidad, debemos poder decidir qué hacer con nuestro tiempo, para así construir, segundo a segundo, minuto a minuto, un entorno más igualitario.

Carmen Rodríguez
Carmen Rodríguez
Ganadera por tradición familiar, Carmen Rodríguez es una de las muchas mujeres que en Galicia trabajan en el sector agroganadero, dirigiendo y gestionando una explotación familiar en el concello de Brión. Desde el año 2012, compagina esta actividad con sus responsabilidades en CLUN, principal cooperativa agroganadera vinculada al sector lácteo de Galicia, desempeñando el cargo de vicepresidenta. Su incorporación al Consejo Rector de la cooperativa CLUN fue fundamental en el impulso y la creación de la Asociación Mulleres de Seu, que nació con el objetivo de poner en valor y visibilizar el papel de la mujer en el medio rural. Asimismo, es presidenta de la asociación AGACA.