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Ferrolterra, Eume y Ortegal lanzan un grito de auxilio en la jornada de huelga del 10M

La multitudinaria manifestación estuvo marcada por las distancias de seguridad y el recuerdo de Amador Rey y Daniel Niebla en el Día de la Clase Obrera Gallega
Manifestación de la huelga comarcal de Ferrolterra, Eume y Ortegal el pasado 10 de marzo.
REBECA CORDOBÉS
Manifestación de la huelga comarcal de Ferrolterra, Eume y Ortegal el pasado 10 de marzo.
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Ferrol vive hoy una jornada de huelga comarcal. Ni la pandemia ni la lluvia han podido frenar las reivindicaciones de Ferrolterra, Eume y Ortegal ante una crisis que parece no tener fin: el desmantelamiento industrial. La multitudinaria manifestación convocada por CC.OO., UGT y CIG ha estado marcada por las distancias de seguridad y el recuerdo de Amador y Daniel. Y es que la fecha elegida no es casualidad. El 10 de marzo se cumplen 49 años del asesinato a manos de la policía de dos trabajadores del astillero. En su honor se celebra el Día de la Clase Obrera Gallega.

La jornada de huelga se iniciaba a primera hora de la mañana con la llegada de los piquetes a los principales polígonos industriales de la comarca. A Gándara veía los primeros rayos del sol entre el humo de una barricada instalada a la altura de Alcampo. El hipermercado fue uno de los primeros lugares visitado por los piquetes informativos, junto a otros establecimientos de la zona como Mercadona, Lidl y el centro comercial Odeón.

Otras empresas decidieron no a abrir sus puertas hoy. En sus escaparates se podía leer la razón: cerrado por huelga comarcal. Y es que los sindicatos valoran ya como "éxito rotundo" el seguimiento del paro. "La jornada está siendo un éxito, con una huelga secundada en las grandes empresas de la industria, como también el sector servicios", ha trasladado el secretario comarcal de CIG, Manel Grandal. También el ámbito educativo ha decidido apoyar las reivindicaciones industriales y han sido muchos los estudiantes que hoy han acudido a clase.

Establecimiento cerrado por la huelga del 10 de marzo en Ferrol.

Pero la mayor muestra de apoyo a los trabajadores del sector industrial se dio en la manifestación. Miles de personas se dieron cita a las 12:00 en la rotonda de Alcampo para pedir una solución a la crisis que, aunque se vive desde hace décadas, se ha agravado con el cierre de Siemens-Gamesa en As Somozas y Endesa en As Pontes. A los empleados de estas empresas se les unieron los del sector naval, que también han vivido meses de despidos en las auxiliares, Alcoa y Galicia Textil, entre otras.

Allí se encontraban también representantes políticos de ámbito autonómico. Tanto Ana Pontón (BNG) como Gonzalo Caballero (PSdeG) acudieron a la movilización para apoyar las reivindicaciones de los trabajadores. "A comarca de Ferrolterra necesita investimentos, capacidade de xerar emprego, necesita futuro", manifestaba Caballero minutos antes del inicio de la protesta.

Trabajadores, pensionistas, estudiantes, jóvenes, mayores, niños, familias y un largo etcétera de personas de todos los rincones de la comarca se unieron también a la protesta. Para cumplir con las medidas sanitarias los manifestantes se organizaron en tres filas con un metro y medio de distancia entre ellos. Mientras los encargados de coordinar la marcha extendían cintas de plástico a los laterales de las filas para evitar aglomeraciones, las sirenas de los megáfonos anunciaban el inicio de la manifestación.

La protesta marchó sin incidentes desde el polígono de A Gándara entre gritos de "Ferrolterra solución", "Amador e Daniel, a loita coninúa", "galega ou extranxeira, a mesma clase obreira" o "queremos traballar, non emigrar" y algún que otro petardo. Cada grupo llevaba su propia reivindicación, pero todos marchaban con un objetivo común: salvar las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal.

Además de CC.OO., UGT y GIG, se pudieron ver pancartas otros sindicatos como CGT. También se les unieron partidos políticos como Esquerda Unida, el Partido Comunista de Galicia o el BNG, organizaciones como las Xuventudes Comunistas o Galiza Nova y plataformas vinculadas a otros sectores como Hosteleiros e Autónomos de Ferrolterra.

La protesta recorrió la carretera de Castilla ante la miradas de los vecinos que salían a las ventanas y las de los trabajadores de los pocos establecimientos que quedaban abiertos y que se fueron cerrando al paso de la movilización. Cuando la cabecera de la protesta llegó a Porta Nova, donde estaba instalado el escenario y el equipo de sonido, aún salían los últimos manifestantes del polígono de A Gándara.

Ya en Porta Nova, a escasos metros del monumento a Amador Rey Daniel Niebla, se dio inicio al acto en memoria de los dos trabajadores asesinados en las protestas del 10 de marzo de 1972. Fueron precisamente tres de las mujeres que vivieron aquellos sucesos (Fina Varela, Encarna Puentes y Sari Alabau) quienes colocaron la ofrenda floral de Comisiones Obreras a los pies de la estatua que recuerda a sus compañeros. También la UGT optó por elegir a dos trabajadores que estuvieron presentes en el 72. La diferencia estuvo marcada por la CIG. Los encargados de llevar las flores fueron un niño y una niña "que representan o futuro da loita".

Tras el homenaje a los trabajadores fallecidos hace hoy 49 años comenzó la lectura de los manifiestos. Las reivindicaciones se centraron en la búsqueda de alternativas para una ciudad y unas comarcas tradicionalmente industriales que aún no han levantado la cabeza tras la reconversión de los años 80. Un grito de auxilio que se hace más fuerte cuanto más se hunde el barco de la industria. Este 10M estuvo marcado por la lucha de siempre en un contexto de pandemia que no se había vivido nunca.

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