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Estas son las normas de uso de las playas en Galicia, según el BOE

Los ayuntamientos restringirán el aforo y podrán limitar el tiempo de estancia. Así se presenta el primer chapuzón en los arenales gallegos, que estos días, además, presentarán temperaturas veraniegas
Imagen de archivo del arenal de Miño
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Imagen de archivo del arenal de Miño
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Galicia dará este lunes un paso más hacia la nueva normalidad. La entrada en fase 2 de desescalada permitirá retomar ciertos hábitos olvidados desde hace ya varios meses. Uno de los más esperados, sobre todo en vista del buen tiempo del que presume estos días la comunidad gallega, es volver a la playa. Hasta ahora solo estaba permitido su acceso únicamente para pasear, pero desde mañana los bañistas ya podrán volver a estirar su toalla en la arena.

Sin embargo, el regreso a la playas dista mucho de la imagen a la que estamos acostumbrados. Tendremos que adaptarnos a la nuevas normas y aprender a estar en los arenales de una manera diferente a la habitual. Y es que el Gobierno ha impuesto ciertas medidas para evitar el contagio por coronavirus entre aquellos que tomen las playas.

El BOE de este sábado publicaba las normas a seguir desde mañana en las playas de España, y por tanto también de Galicia. Los ayuntamientos podrán establecer límites tanto en el acceso como en el tiempo de estancia. El Concello de A Coruña ya anunció que desde el lunes estaría vigente un protocolo de actuación en las playas con carácter temporal. Ahora el Gobierno aclara algunas de estas medidas en Boletín Oficial del Estado y pone deberes a los ayuntamientos, que tendrá que acatar lo recogido en este texto.

Lo primero es mantener la distancia de seguridad de al menos dos metros para evitar contagios o, en su defecto, medidas de protección como son las mascarillas, que deben usarse si no se garantiza la distancia de seguridad.

Cuatro metros cuadrados por bañista

Los ayuntamientos tendrán que encargarse de que no se sobrepase el aforo máximo permitido. ¿Cómo se calcula este? Según el BOE, "se considerará
que la superficie de playa a ocupar por cada bañista será de aproximadamente cuatro metros cuadrados". Para dicho cálculo se descontará de la superficie útil de la playa, como mínimo, una franja de seis metros a contar desde la orilla en pleamar.

Se permite el uso de duchas y lavapiés al aire libre, aseos, vestuarios y
otros servicios públicos similares.
Su ocupación máxima será de una persona, salvo en aquellos supuestos de personas que puedan precisar asistencia, en cuyo caso podrán contar con su acompañante. Para garantizar la seguridad, deberá reforzarse la limpieza y desinfección de estos.

La ubicación de los objetos personales, toallas, tumbonas y elementos
similares se llevará a cabo de modo que se garantice un perímetro de seguridad de dos metros con respecto a otros usuarios, salvo en el caso de convivientes o para grupos inferiores a 15 personas.

Los bares y chiringuitos de playa tendrá que cumplir la normativa establecida para la hostelería en la fase 2, con restricciones de aforo. Los responsables de negocios de motos acuáticas, hidropedales y de
cualesquiera otros elementos deportivos o de recreo deberán cumplir las órdenes específicas para comercio minorista y los aparatos deberán ser desinfectados después de casa uso.

Acceso a playas por escaleras

¿Cómo será el primer chapuzón en las playas gallegas?

La problemática del uso de las playas, en principio, no iba a producirse, al menos, hasta el 8 de junio, cuando la fase 3 de la desescalada contemplaba la apertura de las playas. Sin embargo, el Gobierno central decidió, finalmente, adelantar esta posibilidad hasta la fase 2, en la que Galicia entrará, con altas temperaturas, el próximo lunes.

En esta situación, los municipios costeros, de Galicia, competentes en la gestión de sus arenales, han afrontado esta semana un proceso de análisis sobre el modo más efectivo para controlar que las playas no registren aglomeraciones que puedan causar un repunte de contagios de COVID-19.

Lo hacen, tal y como han trasladado fuentes municipales, en una situación de gran "incertidumbre", en la que todavía no saben las exigencias que pondrá el Ejecutivo central, y con la premisa de que la variedad de situaciones de las playas gallegas no harán posible un único método.

Cita previa, descartada

El lunes, la Xunta proponía para este fin el uso de una aplicación que, de un modo similar a lo que se hace en la Praia das Catedrais, permitiese sacar una 'cita previa' con la que acudir a la playa empleando un código QR, garantizando así que no se supere la carga máxima de personas permitida.

Sin embargo, la oposición de los ayuntamientos no se hizo esperar, y así se lo trasladó el presidente de la Fegamp, Alberto Varela, en una reunión con representantes autonómicos, en la que quedó descartada el uso de esta aplicación como tal.

El adelantamiento del primer chapuzón a la fase dos, con las temperaturas veraniegas que se registran estos días en Galicia, han pillado a los ayuntamientos aún "con muchas incógnitas".

¿Control de accesos, drones o cuadrículas?

La mayor parte de los municipios costeros de Galicia aún valora que medidas aplicar para controlar esta situación y no descartan tomar opciones provisionales o, incluso, mantener algunas playas cerradas hasta que puedan operar con garantías.

Uno de los municipios que ya ha adelantado, aunque de forma provisional, la gestión de aforos es A Coruña, que esta semana aprobó un protocolo que aplicará para los accesos a las playas entre el próximo lunes y el 15 de junio.

En Vigo, la otra gran urbe gallega, el gobierno local presentó este sábado el nuevo sistema que implementará desde el 15 de junio en las playas urbanas de Samil y O Vao. Consistirá en cintas de colores que dividirán la arena en parcelas de hasta seis personas y para diseñar caminos con los que bajar y subir entre el paseo y el agua de manera controlada.

Otros municipios echarán mano de drones. En Ribeira (A Coruña), el Ayuntamiento ha aprobado esta semana la compra de dos de estos aparatos para, entre otras funciones, vigilar sus 36 arenales. Los drones contarán, además, con altavoces para recordar a los usuarios la importancia de mantener la distancia de seguridad o advertir en los lugares en los que se detecten aglomeraciones, a donde acudirá la Policía.

Los drones también serán uno de los métodos por los que se decanta Sanxenxo (Pontevedra), meca del turismo de playa en Galicia, que vigilará con estos elementos el aforo de las playas y facilitará en sus redes sociales imágenes casi a tiempo real para que los visitantes puedan planificar su jornada.

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