El vuelo Barcelona-A Coruña de ayer, cancelado 15 minutos antes: "Volved el miércoles"
Vueling canceló ayer su último vuelo Barcelona - A Coruña del vuelo en el último momento, dejando tirados a varias decenas de pasajeros en la ciudad condal. El vuelo tenía que salir de Barcelona a alrededor de las 20:00 horas, pero quince minutos antes y en la puerta de embarque, la aerolínea canceló el vuelo sin dar demasiadas explicaciones y les ofreció inicialmente dos opciones a los pasajeros: recibir el dinero que habían pagado por el billete, o volver a coger un avión el miércoles.
La aerolínea, al igual que muchas otras, ha cancelado un alto porcentaje de sus vuelos y conexiones debido a los efectos del coronavirus y el drástico bajón de tráfico aéreo que se ha experimentado estos días y que se espera que continúe en las próximas semanas. El vuelo VY 1290 que todos los días conecta la capital de Cataluña con A Coruña y que aterriza en Alvedro poco antes de las 22:00 horas verá muy reducida su frecuencia. Se han cancelado las conexiones de hoy lunes y de mañana martes, pero la de ayer domingo se anuló en el último momento. La siguiente será la del miércoles 18.
Indignación entre los pasajeros
Entre los pasajeros había algunos que habían viajado a Barcelona, pero otros muchos estaban haciendo escala en el Aeropuerto del Prat tras volver de un destino más lejano. Inicialmente, la aerolínea les ofreció únicamente la devolución del importe del billete o el cambio al miércoles, tres días después, lo cual provocó la indignación entre los pasajeros cuando comenzaron a ponerse en contacto con sus familias y les contaron que tenían derecho a alojamiento y manutención. Los pasajeros se organizaron rápidamente para reclamar sus derechos en el servicio de atención al cliente.
Los clientes se embarcaron después en una particular odisea para saber cómo volverían a Galicia para, entre otras cosas, cumplir las recomendaciones de aislamiento social. Algunos se organizaron rápidamente para alquilar un coche y volver conduciendo por turnos, otros prefirieron coger el primer tren de la mañana siguiente -el último de la tarde ya había partido- y otros tuvieron la suerte de poder ser recolocados en los primeros vuelos al día siguiente para Santiago o Vigo.
