El día que el Agra del Orzán se independizó de A Coruña
Corría el año 2008, aunque podría ser perfectamente este 2020. Como ahora, la Plataforma polo Parque da Agra y la Asociación de Vecinos del Agra protestaban para el el Concello construyese de una vez por todas una zona verde en condiciones en el barrio más poblado de la ciudad, el Agra del Orzán.
La fórmula utilizada hizo que esta zona de más de 70.000 habitantes saliese en las cabeceras de todos los informativos. El Agra del Orzán decidió "independizarse" de A Coruña en un acto simbólico celebrado el 25 de junio del 2008. La zona más masificada de la ciudad continúa, más de una década después, con sus protestas.
En aquel momento, como ahora, se reclamaba al Concello la historia reivindicación para construir un parque en los terrenos del Observatorio. Como ahora, en aquel momento se planteó la posibilidad de urbanizar en estos terrenos, pese a la alta cantidad de habitantes que tenía ya el barrio.
Una fiesta de independencia
El acto, como no podía ser de otra manera, se celebró a las puertas del Observatorio. La bandera y el escudo se confeccionó en tiempo récord. Tras el discurso de autoproclamación, se celebró un partido de futbolín humano (en el que participaron integrantes del equipo de Ciudad Jardín), actuó la banda Galu Teranga formada por vecinos de origen senegalés (una comunidad que sigue siendo de las que más presencia tiene en el barrio) y otra formación musical gallega, simbolizando la multiculturalidad que reina en la zona.
Javier Losada, exalcalde de A Coruña, y Mar Barcón, antigua concejala de Urbanismo, fueron los principales blancos de estas asociaciones durante la jornada festiva. El gran momento del acto ocurrió cuando los organizadores desplegaron la bandera "oficial" del "Concello del Agra", con el molino que simboliza el barrio en el centro.
La independencia del Agra no llegó a tener la repercusión y el ajetreo institucional que levantó Cerro Belmonte, un barrio madrileño que se independizó en 1990 de España y pidió asilo a Cuba. Tampoco terminó con sus artífices entre rejas acusados de sedición, como ocurrió en Cataluña. Sin embargo, este tipo de acciones dan buena cuenta del hartazgo de todo un barrio para conseguir un parque "en condiciones", como se pedía en el 2008.
