El alcalde de Santiago se muestra pesimista sobre sacar adelante los presupuestos
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha justificado recurrir al alquiler de vehículos para poder "garantizar la continuidad del servicio" de transporte urbano en la ciudad, aunque ha admitido que, de ser posible, "hubiera preferido otra solución" con un coste menos elevado.
"Nosotros, evidentemente, preferíamos otra solución: que nos pusieran los buses y no nos cobrasen, pero no encontramos a nadie dispuesto a hacerlo", ha explicado, en declaraciones a los medios en un acto en la capital gallega, donde participó en la inauguración de las nuevas instalaciones de DXC Technology, al igual que el presidente gallego, Alfonso Rueda.
Según ha indicado, había "dos limitaciones": que la operadora no estaba obligada a poner autobuses nuevos y "no se mostró dispuesta a hacerlo" y el "criterio compartido por toda la Corporación" de que no se debía "hipotecar" el nuevo concurso.
"Tuvimos que buscar una solución que no hipoteque el concurso y disponer de los autobuses que necesitamos para garantizar la continuidad del servicio", ha alegado, antes de insistir: "Todos hubiéramos preferido que fuesen nuevos y gratis".
Presupuestos de 2023
Sobre el proceso de elaboración de los presupuestos para el año próximo, ha explicado que hay "determinadas prioridades" que hay que "despejar antes" y ha aludido a una "regularización de pagos" que se está cerrando (calcula que quedará zanjada este mes) y a "alguna indeterminación sobre el coste definitivo" del suministro eléctrico.
"Estamos con una tarifa concertada e intentando mantener el servicio en esos términos. La diferencia entre eso o ir al mercado libre es de varios millones y condicionaría los presupuestos. Cuando estén despejadas ambas cuestiones, los veremos", ha esgrimido.
En todo caso, se ha mostrado pesimista sobre la posibilidad de "sacar adelante" las cuentas, toda vez que falta medio año para los comicios locales de mayo de 2023 y no se puede "jugar con el comodín de la moción de confianza" porque "legalmente no es posible", de forma que --ha admitido-- "las garantías de que puedan salir adelante son muy limitadas".
