Denuncian la desaparición de varios perros de raza yorkshire en la provincia de A Coruña
Las publicaciones en redes sociales sobre desapariciones de yorkshire y perros de raza pequeña se han sucedido en las dos últimas semanas en la provincia de A Coruña, sobre todo en la zona de Sobrado dos Monxes y Boimorto. Las mascotas se esfuman sin dejar rastro durante la madrugada y, a pesar de la búsqueda de sus dueños, ninguna de ellas apareció.
También en Ferrol falta desde hace casi una semana Sara, que se escapó mientras su propietaria la sacaba a pasear por la mañana. Esta perra necesita muchos cuidados y es muy asustadiza: antes de llegar a la casa en la que estaba, vivió en la calle. Las propietarias de las mascotas piden que si alguien sabe algo o las ve se ponga en contacto con ellas para que la historia de estos perros tenga un final feliz como el de Tayson, Gordon o Rin.
Bimba
Marta Lorenzo tiene a Bimba desde hace casi año y medio y desde entonces la cuida con mucho cariño: tiene problemas de dermatitis y es intolerante a la carne, por lo que solo podía comer pienso de salmón. La perra llegó a la parroquia de Dormeá, en Boimorto, cuando era un cachorro como una sorpresa para la ahijada de su propietaria y lleva desde principios de octubre desaparecida. Bimba dormía en una caseta situada dentro de un cierre considerablemente alto al que sus dueños pasaban la llave cada noche. El domingo 4 de octubre a las 21.45 horas el can estaba en su sitio y apenas una hora después había desaparecido.
La familia y los amigos de la joven buscaron a Bimba durante varios días sin encontrar ninguna pista o rastro que les pudiese indicar donde está el yorkshire. Dos semanas después, ninguno de los vecinos de la zona la ha visto y Marta Lorenzo sigue sin saber qué le habrá pasado.
Bluss
Este yorkshire de seis años llevaba solo un mes en casa de sus actuales dueños cuando desapareció. Sandra Quintela explica que Bluss estaba siempre en casa excepto por las noches, cuando dormía con los otros perros en la caseta. Durante la madrugada del domingo al lunes pasado, el can desapareció sin dejar rastro de su casa de Pousada, en Sobrado dos Monxes. Lo único que escucharon los vecinos fue el "barullo" de los otros perros por la noche, pero ninguno de ellos vio a Bluss y desde entonces, nadie ha tenido noticias del yorkshire.
Lo que ocurrió con Bluss y Bimba es muy parecido, en una zona cercana y durante la madrugada. No son los únicos canes desaparecidos en el área en las últimas semanas, por lo que algunos vecinos sospechan que alguien los pueda estar robando para venderlos o criar.
Sara
El caso de Sara es diferente aunque, al igual que Bluss, llevaba poco tiempo en casa cuando desapareció el pasado jueves. La perra, de un año y medio, llegó de Granada hace dos meses después de haber sido rescatada el pasado verano de la calle por una asociación que la esterilizó y la cuidó hasta que llegó a Ferrol. Sus actuales dueños desconocen su historia, pero indican que tiene mucho miedo a los ruidos y que siempre está vigilante.
El mismo día que Sara se escapó, desapareció un yorkshire en la misma zona que fue encontrado poco después. Esto creó confusión entre los testigos, que aseguraban haber visto a una perra con una chapita roja parecida a Sara y que resultó ser el otro perro: la mascota de Carla Romalde y Marian López tenía un arnés fluorescente. La familia sigue todas las pistas que recibe con la esperanza de encontrarla y agradece la colaboración de tantas "personas altruistas" que están colaborando. "Te levantas todos los días con un proyecto de búsqueda nuevo. Seguimos en redes y poniendo carteles y no nos vamos a olvidar de Sara hasta que sepamos algo de ella", explica López.
Sara no es un yorkshire sino una mezcla "que tiene más de fox terrier". Una de las teorías que barajan es que se escondió y que solo sale de noche para comer, al igual que hacía en Granada, por lo que ahora intentan buscarla más cuando se pone el sol. Otra de las opciones que barajan es que alguien la haya cogido porque nadie la ha vuelto a ver desde que el pasado jueves echó a correr en la zona de San Xoán de Ferrol y lo único que encontraron desde entonces fue su correa flexi rota sobre las vías del tren.
