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De técnica de rayos a montar su propio estudio de Pilates en Sada (A Coruña)

Hace tres años y medio, Lucía dejó atrás su trabajo en el hospital y empezó a impartir clases de pilates. Hoy en día gestiona su propio centro donde imparte clases a alumnos de todas las edades, incluso de 97 años
Lucía posa frente a su centro de pilates
Lucía posa frente a su centro de pilates
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Haces tres años y medio, la vida de Lucía era muy diferente. Esta joven coruñesa trabajaba entonces como técnica de rayos en un hospital de A Coruña, una profesión para la que se había formado años atrás. Aburrida y sin motivación ya en su trabajo, decidió dejarlo todo por el pilates. Hoy, tres año y medio después, Lucía tiene su propio estudio de pilates, Mob Club, en el municipio coruñés de Sada (Plaza de la Iglesia Nueva).

Llama la atención el hecho de que Lucía no llevaba tanto tiempo practicando pilates cuando decidió dar un giro a su vida y formarse para ser profesora de esta disciplina. "Yo era infeliz (en el trabajo) y me encantaba el pilates porque, al estar operada de espalda, me ayudaba a sentirme bien. Y una amiga me animó a sacarme la formación en pilates", comenta.

Ya con la titulación, Lucía empezó a trabajar en una clínica de Sada, que después pasaría a ser de ella al coger el traslado por jubilación. En esta clínica, ubicada en un primer piso, impartió clases hasta la llegada de la pandemia. Entonces todo cambió.

Para empezar se mudó de centro: "Ahora estoy en un bajo de 120 metros cuadrados donde resulta mas fácil poder guardar las distancias de seguridad entre alumnos". Tras varias semanas con el centro cerrado por las restricciones, la semana pasada Lucía retomó sus clases presenciales después de una experiencia telemática.

Durante tres semanas las clases de pilates se retransmitían de manera online. La mayoría de sus clientes continuarán ejercitándose viendo a Lucía a través de una pantalla. Incluso alumnas de 87 años. "Era algo increíble", comenta Lucía.

Sus alumnos son de edades diversas, pero llama la atención aquellos de mayor edad. Tiene alumnas de hasta 93 años. Y precisamente, es la población mayor una de las que más puede beneficiarse de esta disciplina, sobre todo en estos tiempo en los que nos movemos mucho menos debido a las limitaciones del Covid.

Las mayores consecuencias para los mayores se vieron tras el confinamiento. "Durante meses no se movieron nada y eso lo resiente el cuerpo: tienen menos movilidad", afirma Lucía, quien nos cuenta cuáles son los beneficios de pilates.

Para empezar, el pilates te ayuda a flexibilizar la columna, te aporta fuerza e incluso te ayuda a controlar la ansiedad. Beneficios que se trabajan a través de una tabla personalizada para cada público. "Para mí lo más importante es que lo alumnos trabajen sin dolor", dice Lucía, una profesional a quien la pandemia sorprendió dos meses después de dar a luz a su hija.

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