¿Cuándo debería abrir Galicia? Los expertos opinan sobre relajar las restricciones
El mes que viene se cumple un año desde que el Gobierno decretase el 14 de marzo una medida sin precedentes a causa del coronavirus: el estado de alarma. Esta decisión obligó a un confinamiento domiciliario estricto de la población durante varios meses, que dio paso a un verano "de la nueva normalidad", que posteriormente desembocó en la segunda ola de la pandemia. Las Navidades contaron con excepciones especiales para las reuniones y flexibilizaciones de los cierres perimetrales en fechas concretas, unas medidas que no tuvieron buenos resultados y que dieron lugar a la tercera ola a la que Galicia está intentando doblegar a día de hoy.
Además, la comunidad está cerrada desde mediados de enero y grandes ciudades como A Coruña llevan cerradas casi cuatro meses (desde principios de noviembre) debido a su preocupante situación epidemiológica. En este contexto, cada vez tiene más influencia la denominada "fatiga pandémica", es decir, la relajación en las normas por parte de los ciudadanos, unido a la sensación de vivir permanentemente en una especie de Día de la Marmota, donde ya no existen los fines de semana y todos los días parecen ser iguales.
A día de hoy y hasta que el lunes el gobierno autonómico modifique algunas restricciones, la hostelería permanece cerrada, las tiendas no esenciales cierran a las 18:00 horas, los ciudadanos no pueden salir de los límites de sus ayuntamientos y el toque de queda mantiene la hora máxima en las 22:00 horas. Dos expertos, el especialista en análisis clínicos coruñés, Luis Vázquez y el profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidade de Santiago (USC) y epidemiólogo, Juan Gestal, dado el contexto sanitario actual y ante la incógnita de cuándo debería abrir Galicia, mantienen una postura similar considerando "prematura" una decisión de este calibre.
Concretamente, apuntan que "no sería acertado" debido a los niveles de alerta máxima que se mantienen, por ejemplo, en el área coruñesa, con la peor situación de Galicia en este momento. Aparte, consideran que una posible apertura sería adecuada cuando existan "menos de 100 casos por cada 100.000 habitantes", porque de lo contrario, las consecuencias serían fatales debido también a la amenaza de nuevas cepas que "podrían provocar incluso picos superiores a los de la tercera ola".
"El adversario está mejor armado y hay que actuar con prudencia"
El especialista en análisis clínicos de A Coruña, Luis Vázquez, opina que la "flexibilización de medidas la semana que viene" que ha insinuado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no sería adecuada a pesar de que actualmente se esté produciendo un descenso en la incidencia acumulada de casos. "Hay bajada pero todavía estamos en niveles de alerta máxima en muchos indicadores y el riesgo es extremo a día de hoy", asegura. Sobre la apertura de Galicia, "la ve lejana".
"No se trata de que podamos salir nosotros, sino de que pueda entrar gente de áreas con mucha mayor incidencia que Galicia, lo que sería un error enorme", afirma, sobre lo que matiza que una apertura de la comunidad sí la contempla en principio en este 2021. "Las previsiones más optimistas hablan de que este año en septiembre estaría vacunado un 70% de la población y en ese momento podríamos perfectamente relajar las medidas sin problemas, dice, mientras subraya que "si todo va bien la denominada inmunidad de rebaño se alcanzaría a finales de verano".
Para el profesional, "este es el momento idóneo para acelerar lo máximo posible la vacunación" y que reciban las dosis los grupos de riesgo como las personas mayores, principalmente aquellos de edades superiores a 80 años y los que padezcan patologías crónicas. "El 97% del total de muertes son de gente de 60 o más años y un 75% de mayores de 80 años. Si conseguimos vacunar lo antes posible a este grupo de riesgo vamos a disminuir drásticamente la mortalidad y carga hospitalaria suponiendo que la efectividad de la vacuna sea del 90%", explica, a la vez que detalla que "se reduciría un 90% el número de muertes y las hospitalizaciones y sería una solución muy positiva".
Vázquez insiste en que "si se abre la mano la semana que viene y se quitan parte de las restricciones, al estar circulando una cepa más agresiva (la británica) que la que había hasta ahora, se va a conseguir que sin que se vacíen los hospitales ni las UCI que en cuatro semanas haya un pico que puede ser incluso superior al de la tercera ola", argumenta tajante. "Nos enfrentamos a un adversario que está mejor armado que hasta ahora y hay que actuar con prudencia porque todo se puede complicar mucho", alerta.
"Estamos a niveles altísimos a día de hoy con 15.000 casos que no hubo en ninguna de las dos olas anteriores, ni en los picos de ambas. En Galicia han muerto más de 2.000 personas hasta ahora y diariamente fallecen 20, 30, 40...esto no es ninguna broma", subraya. A su vez, acerca de cómo se presenta el verano de 2021, Vázquez confía en que "si se mantienen las medidas actuales en el tiempo y conseguimos vacunar a la gente de riesgo", los gallegos puedan disfrutar de "una época estival próxima a la normalidad". Yendo más allá y sobre la posibilidad de viajar a nivel europeo e internacional muestra prudencia y "no ve próxima esta posibilidad". "No o sé si para este verano esto será posible, dependerá de las medidas y evolución que se produzcan de aquí a junio y de si aparecen nuevas variantes del virus para las que la vacuna no es eficaz", aclara.
Para Vázquez, una de las principales conclusiones es que "hay que tener paciencia infinita porque sino no lo conseguiremos" y basa la lucha contra la pandemia en dos pilares fundamentales: hacer muchas pruebas diagnósticas (en Galicia se realizan casi 14.000 PCR diarias y pruebas de antígenos al margen de cribados poblacionales para cortar la cadena de transmisión) y la vacunación, vacunar cuanto antes a la mayor parte de la población de riesgo. A la hora de tomar decisiones, aboga porque "lo ideal sería tener unos criterios mínimos unificados para todas las comunidades", concluye.
"Hay que bajar a niveles que permitan una desescalada segura"
El epidemiólogo Juan Gestal sostiene que para una "apertura segura" de Galicia, hay que esperar a estar con niveles mucho más bajos, concretamente por debajo de los 100 casos por cada 100.000 habitantes. "De este modo si nos llega una nueva ola, que nos encuentre en mejores condiciones", afirma, y matiza que "quizás pueda haber alguna medida que tenga poca influencia en cuanto a disminuir los contactos sociales que pueda aflojarse algo, pero en general hay que seguir esperando con paciencia".
Todo ello con el objetivo de alcanzar una "desescalada con seguridad", porque advierte que "está presente la amenaza de nuevas variantes que si se produce una nueva ola pueden provocar que nos veamos en una situación muy grave con un Sistema Nacional de Salud muy fatigado y sobrecargado y una población harta de una pandemia a la que no le ve fin". En esta línea, el profesional concluye que para estudiar abrir Galicia "habrá que esperar a que pase la Semana Santa para plantearse cambios importantes".
Sobre la vuelta a la "vida normal", el epidemiólogo sostiene que depende de que "no volvamos a precipitarnos en la desescalada, de cuando nos lleguen vacunas en cantidad suficiente y que éstas impidan la transmisión del virus por los vacunados y de que las variantes cuya difusión está aumentando no nos jueguen una mala pasada", enumera. En este contexto coincide con Vázquez en que se podría alcanzar la inmunidad de rebaño en el verano, a la vez que hace hincapié en que se deben seguir implementando "importantes medidas de vigilancia epidemiológica e intervención precoz para impedir la entrada y difusión de virus procedentes de otros países en los que todavía estén circulando".
"Podríamos en un plazo corto acercarnos a la “nueva normalidad” como un paso para alcanzar la normalidad anterior a la pandemia a lo largo de 2022", calcula, mientras se muestra optimista de que este verano "sea igual o mejor que el de 2020". En cuanto a los viajes internacionales en aviones y cruceros, Gestal apunta que "habrá que esperar a que la pandemia esté en franca remisión en todo el mundo y eso aún puede tardar", por lo tanto sitúa esta posibilidad, a día de hoy bastante remota, en el 2022 o 2023.
Un aspecto importante del análisis del experto sobre la pandemia es su certeza de que "las mascarillas ya no nos abandonarán" y apoya su argumento en que "podremos dejar de utilizarlas cuando ya no haya circulación viral en la comunidad pero serán fundamentales en las temporadas de gripe y cuando la gente padezca infecciones respiratorias", algo que considera positivo. A la hora de tomar decisiones en este contexto sanitario tan complicado, el catedrático considera que "el Gobierno Central debe coordinar a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y velar porque todas aquellas medidas que no esté justificado que sean diferentes sean las mismas en toda España, a la vez que los Gobiernos autonómicos deben aplicar medidas adaptadas a la realidad de cada comunidad", concluye.
