Cenizas del incendio de Boiro (A Coruña) no llegan al mar pero afectan al suministro de agua
El incendio en Boiro (A Coruña) que arrasó más de 2.200 hectáreas el pasado mes de agosto en la sierra de Barbanza, continúa con sus consecuencias devastadoras. Aunque las llamas apenas afectaron a los habitantes de la comarca, las cenizas del monte arrasado podrían revertir esta situación.
El pasado lunes, con el inicio de las lluvias en Galicia, los primeros signos de arrastre de cenizas a los ríos Pedras, en A Pobra, y Comoño, en Boiro, pusieron en alerta a cofradías y autoridades de la zona, con el miedo que estos restos pudieran contaminar los bancos de marisqueo de los que viven buena parte de los habitantes.
Esta era una situación que iba preocupando y que, tras el incendio, reunió a varios alcaldes con la Consellería de Medio Rural, que precisamente pidieron medidas para evitar esta situación. Entonces los representantes de la Xunta afirmaron que ya se estaban realizando trabajos paliativos en el monte colocando paja a lo largo de dos kilómetros para evitar el arrastre de cenizas.
Desde la Xunta confirman que, tras movilizar los medios necesarios para la comprobación de incidencias el pasado lunes, no se ha producido un arrastre de cenizas a los pósitos barbanzanos. "O que si se puido ter producido é o arrastre de terra de camiños e sedimentos dos propios ríos a causa das fortes chuvias rexistradas nas últimas horas na zona", indican.
Indican también que desde que se produjo el incendio, los técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán constataron que el efecto de las llamas en el suelo de la sierra había sido en general bajo y en algunas zonas, moderado. "Estase a avaliar a adopción de máis medidas, nas zonas nas que sexa preciso actuar, para frear a erosión", señalan desde la Consellería de Medio Rural.
Problemas de suministro de agua
A pesar de que no se hayan registrado un arrastre de cenizas al mar, las fuertes lluvias sí que han provocado problemas con los restos del incendio en la parte más alta del río Pedras en A Pobra do Caramiñal.
Ayer mismo, el alcalde del municipio, Xosé Lois Piñeiro, publicó en su página de Facebook, las fotos de las cenizas arrastradas al río. Señalaba el regidor que esta catástrofe natural había afectado también a la planta de potabilización de aguas de Roupión, dificultando el funcionamiento de estas instalaciones y señalando que habría problemas de desabastecimiento.
De acuerdo con informaciones de Europa Press, un manantial del depósito de Vilas, también se vería afectado por este arrastre, ocasionando cortes de suministro en 80 domicilios de las parroquias de Vilas, O Cruceiro Novo y Campomuíños, entre otros.
