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Catástrofe del Prestige: 20 años desde que las costas gallegas se tiñeron de negro

El suceso fue uno de los desastres medioambientales más grandes y costosos de la historia no solo española, sino también a nivel mundial
El buque petrolero Prestige a punto de hundirse
Xurxo Lobato
El buque petrolero Prestige a punto de hundirse
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Si hay un momento de la historia que Galicia no olvidará jamás es cuando, en noviembre de 2002, una marea tóxica y densa cubrió su maravillosa costa verde y azul tiñéndola de negro debido al accidente del buque petrolero Prestige, que navegaba por aguas atlánticas cuando se vio inmerso en un temporal.

En ese momento se consideró el tercer accidente más costoso de la historia, solo por detrás de la desintegración del transbordador espacial Columbia (2003) y el accidente nuclear de Chernóbil (1986). Así, la limpieza del vertido y el sellado del buque tuvieron un coste de 12.000 millones de euros.

Buque Prestige partido en dos. Fuente: O Camiño dos Faros.

Del Mayday a la primera mancha de fuel

El 13 de noviembre de 2002 un buque que cargaba 77.000 toneladas de fuel se vio envuelto en un temporal. Tras notar un fuerte golpe, el capitán solicitó Mayday a los servicios de rescate españoles. 

El barco se encontraba a unos 50 kilómetros del cabo Fisterra cuando comenzó a sufrir pérdidas de fuel. Horas después el petróleo llegó a la costa de Muxía; la catástrofe ecológica no había hecho más que empezar. 

Petróleo llegando a las costas gallegas.

Comezó el día 14 de noviembre con las tareas de remolcado del buque, que continuaba dejando un rastro de fuel sobre las playas ubicadas entre Fisterra y Touriñán. Las probabilidades de que el barco se partiese en dos eran cada vez más altas y evidentes.

Continuaron durante varios días las maniobras para el alejamiento del buque de la costa gallega. Pero el 19 de noviembre sucedió lo que tanto se temía: el petrolero se partió por la mitad. Estaba entonces a poco más de 200 km de la de la costa de Fisterra, justo a la altura de las paradisíacas Islas Cíes.

Recorrido que siguió el Prestige desde que se accidentó hasta que se hundió. Fuente: Wikipedia.

Más de 11k de toneladas bañan Galicia

Todo lo que podía salir mal, salió aun peor: la principal mancha negra de 11.000 toneladas de fuel alcanzó rápidamente la costas atlánticas afectando a más de 2000 kilómetros, desde el norte Portugal hasta las Landas de Francia. La zona más afectada fue Galicia, dónde causó una grave crisis medioambiental, política y económica.

A principios de diciembre, ante el incesante vaivén del petróleo, se prohibe una de las principales actividades de la zona costera de Galicia, la pesca, justo a las puertas de las fiestas navideñas, lo cual supuso grandes pérdidas económicas además de la aparición de pescadores y mariscadores furtivos. Cabe destacar que estas restricciones no se levantarían por completo hasta septiembre del año siguiente.

Mariscadores trabajando en una imagen de archivo.

El chapapote, una palabra que por desgracia fue treding topic durante meses, se pegaba a todo lo que se encontraba en su camino expansivo: rocas, arenas de las playas… y por supuesto a la fauna marina, siendo también las aves las más afectadas, junto con tortugas, delfines y focas. Varios expertos predijeron que serían miles los animales que sufrirían las consecuencias del vertido durante años, siendo las aves las más afectadas. Y así fue: de las 23.000 aves que se recogieron solo 6000 seguían con vida. Pese a las labores de recuperación, solo sobrevivieron al paso de los días 600 ejemplares.

Ave cubierta de petróleo. Fuente: Muy interesante.

Nunca Máis: la resistencia y resiliencia de los gallegos

Es entonces cuando la población gallega, una vez más, se une para luchar con sus propias manos contra la catástrofe que estaba inundando el litoral de chapapote. Se crea así el movimiento Nunca Máis, una ola de solidaridad que tenía como objetivo limpiar las zonas afectadas, además de reclamar responsabilidades medioambientales, judiciales y políticas.

Movimiento "Nunca Máis".

Se estima que más de 20.000 voluntarios de toda España se acercaron al territorio gallego durante esas fechas para ayudar. A finales de diciembre ya hay recogidas más de 25.000 toneladas gracias a la población.

Este movimiento solidario en masa se denominó "marea branca", como símbolo metafórico contra la marea negra de fuel y también en referencia a los equipos de protección que usaban los voluntarios. Pese a los equipos de protección (ropa ajustada, máscaras, guantes, botas...) el SERGAS concretó que hubo casi 1.500 personas atendidas por diversas patologías como irritación ocular, dificultades respiratorias, cefaleas, náuseas, vómitos y demás consecuencias relacionadas con la toxicidad de los vertidos.

Voluntarios ayudando a limpiar el vertido del 'Prestige'.

Presente y futuro del Prestige

Fuentes ecologistas afirman que aun están presentes los efectos del vertido de 2002 en las costas gallegas, puesto que aun quedan capas de chapapote bajo la arena y en el fondo marino. Además, sigue habiendo miles de toneladas en el pecio, hundido a 62 millas de la costa y a unos 3.500 metros de profundidad.

Si bien no se ha vuelto a repetir una catástrofe medioambiental de esta magnitud en aguas atlánticas, el riesgo de que un desastre similar se pueda repetir es alto. ¿Por qué? Principalmente por el impacto que genera el uso de combustibles fósiles y el incesante tránsito de buques con mercancías peligrosas cerca de las cosas. La plataforma Nunca Máis asegura que, aunque se han logrado avances en cuanto a seguridad marítima, todavía queda mucho por hacer para que sucesos como el del Prestige no se repitan.

Esperemos que nunca máis.

Aguas cristalinas de la costa gallega. Fuente: Beatriz Castro.
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