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Adiós a Elvira, la mercería de todos los coruñeses

El negocio, que lleva 66 años en el centro de A Coruña, ha colgado el cartel de "liquidación por cierre hasta fin de existencias" para sorpresa de muchos vecinos y clientes fieles
La Mercería Elvira con el cartel de liquidación.
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La Mercería Elvira con el cartel de liquidación.
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El comercio local coruñés está de luto ya que la histórica mercería Elvira cierra sus puertas tras 66 años de actividad al servicio de muchas generaciones. El negocio (también conocido por el sobrenombre de "Las Locas"), que cuenta con varios locales en la calle San Agustín, se fundó en 1954 y ya era toda una institución en el centro de A Coruña. Este miércoles eran muchos los que se sorprendían delante del escaparate leyendo el cartel en el que se anuncia "liquidación por cierre hasta fin de existencias".

La propietaria de Elvira y fundadora de la Asociación de Empresarias de A Coruña en 1971, Elvira Otero, fue una pionera que se adelantó a los tiempos ya que quiso poner en valor a las mujeres y decidió que todo el personal de la mercería sería femenino. Un hecho que se mantiene en la actualidad ya que las dependientas son mujeres.

En sus inicios, Elvira vendía medias, las conocidas como indesmallables por el tipo de fibra por el que estaban elaboradas. Con el paso del tiempo se fue ampliando la gama de productos y el local pasó a disponer de botones, puntillas o cremalleras (entre otros). En 1970 el negocio amplió sus instalaciones y se hizo con dos locales más en la misma calle en los que se empezó a vender también ropa íntima de caballero, señora y bebé, ropa del hogar y trajes de baño femeninos.

En 1992 Elvira continuó creciendo y abrió otro negocio en la calle San Nicolás, que está orientado sobre todo a la venta de trajes de folclore (especialmente de gallega y de sevillana) y mantones de manila. Pero sin duda la mayoría de las ventas se concentran en los complementos festivos y de carnaval. De hecho, este miércoles el teléfono no paraba de sonar a causa de decenas de pedidos de disfraces y el local estaba ocupado por diferentes clientes que acudían por los descuentos debido a la liquidación o simplemente a despedirse de sus dependientas, con las que muchos ya han forjado una cierta amistad con el paso de los años.a

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