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'A casiña de Mero', nueva frutería en Ferrol para rendir homenaje a un clásico

Pilar recupera este negocio familiar en la calle Real, cogiendo el testigo de su tío Mero que comenzó en la década de los 50 vendiendo gaseosas y sifones
Pilar regenta 'A Casiña de Mero'.
Quincemil
Pilar regenta 'A Casiña de Mero'.
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En el número 58 de la calle Real de Ferrol, Pilar inaugura, en el día de hoy, la frutería 'A casiña de Mero'. No es esta una apertura al uso, ya que esta emprendedora confiesa que es esta una "apuesta sentimental" y que con esta aventura recupera un clásico del comercio ferrolano. Su tío Mero regentó, durante décadas, en la misma ubicación la 'frutería Salus' y, desde hoy, Pilar y su clientela volverán al origen.

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Todo comenzó, detalla Pilar, en la década de los 40. Su familia promovió la fábrica de gaseosas, 'Casa Salus' que daría nombre al emblemático establecimiento en el que la frutera ha querido conservar la tradición y mantiene puertas y escaparate, entre otros detalles.

Muchos se acuerdan de Mero

Su tío Mero, rememora Pilar, era muy querido en 'A Magdalena' y son muchos los transeúntes que ven trasiego en la tienda y se acuerdan de él. "Mi tío limpiaba tanto las manzanas que eran las que más brillaban", explica Pilar, sabedora de la ventaja de contar con la confianza de muchos fieles del establecimiento.

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En 'Casa Salus' se vendían, por supuesto, gaseosas, pero también otros productos de proximidad como pan, fruta o quesos. Esta línea la mantendrá Pilar que se ha especializado en la división de frutería y que contará también con una sección de ultramarinos "para sacar de algún apuro", panadería o quesos.

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Pilar siempre tuvo claro que quería recuperar de algún modo lo que su tío tuvo que abandonar, de manera anticipada, a causa del alzeheimer y tras el fallecimiento de su madre, el pasado octubre, se dijo que "este era el momento de hacer algo".

Homenaje fotográfico a Mero. Foto: Quincemil.

La frutería, detalla su propietaria, abrirá de lunes a viernes de 9:30 a 14:30 horas y de 17:30 a 21:00 horas y los sábados y domingos de 9:00 a 14:00 horas. En ella, los habituales de la tienda de sus tíos encontrarán varios guiños al pasado: algunas muestras de sifones antiguos, un pequeño homenaje pictórico a Mero y hasta una "traca" que su tío llevaba a los partidos del 'Racing' para animar al conjunto departamental.

Un Ferrol con identidad

Pilar, que pasó muchos años fuera de Galicia, echa en falta ese "Ferrol boyante, comercial y con identidad" de la época en la que solía ayudar a su tío en la tienda. Su objetivo, señala la frutera, pasa por "promover todo lo que se pueda la tienda de barrio y el producto de calidad".

Pilar servirá personalmente la fruta y verdura. Foto: Quincemil.

Además, en 'A casiña de Mero' no habrá autoservicio porque Pilar quiere conservar el negocio igual que lo llevaba su tío. "Puedes seleccionar las mejores piezas y evitar que sean manipuladas en exceso y aunque esto suponga más trabajo, compensa", expone Pilar a este diario.

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Hay que fomentar, aprecia Pilar, el comercio de proximidad y el producto gallego que "es maravilloso" y que permite, además, "que el dinero se quede aquí", detalla la propietaria de 'A Casiña de Mero'.

Pilar ha incorporado algunas mejoras en la tienda como nueva iluminación, un renovado suelo y un frutero recién comprado, todo ello sin perder un ápice de identidad del comercio de sus tíos. Encara, ahora, el futuro con optimismo por la cantidad de personas que recuerdan este clásico de la alimentación en la ciudad y las nuevas incorporaciones que espera.

"Ya me han dicho que en carnaval tengo que traer freixós y orejas como hacía mi tío", explica Pilar a Quincemil y añade que las nuevas incorporaciones de producto las irán marcando los propios clientes con sus peticiones.

Por el momento, Pilar recupera el oficio de su familia y lo hace como particular homenaje a un ser querido, por su familia y por toda la clientela del barrio a la que sirvió durante tantos años. Habrá que ver si consigue igualar el lustre de las manzanas de su tío Mero, aunque disposición y ganas no le faltan.

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