5.000 bolsas hechas con redes de pesca llevarán el mar sin plástico a La Mancha

Aunque allí no haya mar, sí que hay una nueva conciencia sobre la conservación de los océanos. La innovadora apuesta por la sostenibilidad que se está desarrollando en varias localidades costeras de Galicia, ha llamado la atención del gobierno autonómico de Castilla-La Mancha, que ha hecho un encargo de 5.000 unidades con las que concienciar a los niños en edad escolar sobre el respeto al medio ambiente.

Los miles de toneladas de redes de pesca se acumulan en vertederos del mar tienen una nueva vida gracias a los colectivos de redeiras gallegas y la iniciativa de la empresaria coruñesa Gema Neira. Bajo la marca de Cholita Corme, las mallas que ya no sirven para capturar a los peces se transforman en bolsos de moda.

En A Coruña, Gema Neira recibió la llamada que solicitaba el envío de estas bolsas en el marco de un proyecto que incluye actividades de concienciación para los pequeños. "Los niños mandan mucho en casa asi que es una forma de concienciar, a través de los niños, a toda la familia", explica Neira.

Un verano en el que las redeiras de localidades como Corme, Cariño o Portonovo han trabajado para hacer llegar el encargo a tiempo para el inicio del curso escolar. "Viajaremos con tres redeiras a varias provincias castellanas para llevar a cabo talleres en los que hasta aprenderán como se reparan las redes".

Detrás de estas sencillas pero vistosas bolsas que ya usaron nuestras abuelas, hay un gran mensaje: es posible reducir o eliminar el uso de plástico. "Son bolsas que limpian los mares de plástico, y en sí mismas sirven para sustituir al uso de bolsas de plástico": así le gusta explicarlo a Gema Neira.

Nuevos usos para las redes: sillas y chales

Las posibilidades de reutilización de las redes son inagotables. Más allá del usar y tirar, se abre un mundo de posibilidades si pensamos en dar una segunda vida a elementos como las redes de pesca, que no dejan de ser hilos muy resistentes.

Gema Neira y las redeiras han creado ya asientos para sillas y hasta un chal, usando también hilos de red. "Se trata de trabajar en las ideas de oficios artesanos, poner en valor el trabajo de las redeiras y la segunda vida de las cosas", explica Gema, que sigue encadenando nuevas ideas para usar "la basura del mar".