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Celta de Vigo

20 años de la final de Copa en La Cartuja: la oportunidad perdida del EuroCelta

El equipo de Víctor Fernández se quedó a las puertas de un gran título pese a la condición de favorito ante el Zaragoza
Meses después, el Celta alcanzaría su última final hasta la fecha, rozando de nuevo la Copa ante el Zaragoza
Meses después, el Celta alcanzaría su última final hasta la fecha, rozando de nuevo la Copa ante el Zaragoza
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Hay trenes que aunque parezca mentira, solo pasan una vez en la vida. Y la posibilidad del EuroCelta de levantar el primer título de la historia del club se esfumó el 30 de junio de 2001, hace ahora dos décadas.

Igual que siete años atrás, fue ante el Real Zaragoza tras superar unos cruces durísimos. Pero en esta ocasión los maños llegaban con un equipo mucho más modesto, que había evitado el descenso a Segunda semanas atrás; mientras el Celta maravillaba a Europa y el mundo con su juego.

Una tarde de junio en el Olímpico de La Cartuja se convertiría en una pesadilla para los 20.000 celtistas desplazados. Y aunque se presentó el once de gala -Cavallero, Velasco, Cáceres, Berizzo, Juanfran, Jayo, Giovanella, Karpin Mostovoi, Gustavo López y Catanha- aquel día Sevilla tuvo más calor que color especial, porque el celeste se derritió.

La guinda a un año histórico

Aquella temporada 2000-01 fue la más larga de la historia del club con 63 partidos en su haber. El séptimo puesto liguero obligaba a comenzar el 15 de julio la Copa Intertoto ante el Pelister macedonio. Después llegarían las semifinales ante el Aston Villa y una agónica final a doble partido ante el Zenit, donde Valeri Karpin se vestía de héroe a 150 km de su ciudad natal y levantaba el único trofeo oficial de la historia del Celta el 22 de agosto.

Valeri Karpin fue el encargado de levantar la Intertoto del 2000 ante el Zenit de San Petesburgo.

La final a 30 de junio parecía el broche ideal para la temporada tras eliminar al Barcelona de Guardiola y Luis Enrique en semifinales la semana anterior. El Celta llegaba con la condición de favorito -en febrero había sido el mejor equipo del mundo -y miles de celtistas se preparaban para quitarse la espina del 94 en el Calderón.

La frustración del Zar: "Lo ha hecho todo él, y lo ha hecho todo bien"

Especialmente doloroso fue para Alexander Mostovoi. En apenas un lustro en Vigo ya se había convertido en el capitán y líder del equipo, y esa misma noche soñaba con levantar el primer trofeo oficial de la historia del club.

Gol de Mostovoi, durante la final del 2001

Existe la leyenda de que buena parte de la plantilla negoció hasta horas antes del encuentro las primas a percibir por ganar el partido, lo que hubiera influido en un bajón notable de rendimiento. Sin embargo, Mostovoi salió a comerse el partido y casi lo gana él solo. En el primer gol, tras una jugada individual, el narrador de TVE afirmaría que "lo ha hecho todo él, y lo ha hecho todo bien"

Mostovoi recoge su medalla tras la final de Copa del 2001

En el minuto 4 anotó el gol celeste y estuvo a punto de sentenciar con un recorte sensacional en el área pequeña. Pero el Zaragoza se mostró más unido y al término del encuentro no hubo consuelo para el ruso, el más afectado junto con Berizzo en el terreno de juego.

Sin premio a una generación única

Para muchos, aquel Celta equipo que despidió el Siglo XX y entró en el XXI fue el mejor de la historia del club. Pero pese a su buen juego y regularidad, le faltó la "suerte" necesaria en los momentos clave para alcanzar cotas mayores.

20.000 celtistas estuvieron presentes en La Cartuja en 2001

Aunque 2 años después lograrían la ansiada clasificación para la Champions League ante la Real Sociedad -perseguida año tras año pero siempre esquiva en las jornadas finales- no volverían a estar tan cerca de un título.

En el año 2003/04 alcanzarían los cuartos de final de Copa del Rey ante un Alavés que no fue superior, pero que supo aprovechar la decadencia de un equipo que plantaba cara al Arsenal en Europa pero se encaminaba hacia el abismo del descenso en Liga.

Y en la Copa de la UEFA, el Slovan Liberec checo en 2002 -Segunda Ronda- y el Celtic en unos dieciseisavos inolvidables en 2003 evitarían superar el techo de los cuartos de final para alzarse con un gran título. Una espera que pese a dos temporadas gloriosas de Berizzo, continúa dos décadas después.

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