Opinión El merodeador

Merodeos

12 julio, 2016 00:46

Chapuza submarina Marca España

La Armada española, Navantia y los ingenieros de la compañía estadounidense Electric Boat se han reunido en Cartagena para evaluar la continuidad del proyecto S.-80. Se trata de una serie de submarinos militares cuyo primer navío presenta graves problemas de flotación y que ha costado por el momento a las arcas públicas la friolera de 2.500 millones de euros.

Tamaño despropósito desacredita por completo a Navantia, encargada del diseño y de la construcción del submarino, conocido ya como “el que no flota”. La entrega del prototipo, que ha sufrido varios rediseños, ya acumula un retraso de cuatro años, y se prevé que no estará listo hasta 2021. Por si fuera poco, esa demora ha obligado a la Armada a rehabilitar otros tres submarinos que iban a ser desguazados y ha obligado a España a declinar su participación en diferentes misiones internacionales.

La construcción del anunciado en su día como “mejor submarino convencional del mundo” ha resultado ser una chapuza colosal. Además de ridiculizar los esfuerzos de Defensa por invertir en la industria aeronaútica española, ha dañado de manera la credibilidad de ésta. Al ministro, Pedro Morenés, se le acumulan los problemas, porque acaba de sacar a subasta por cuarta vez el portaaviones Príncipe de Asturias a un precio muy inferior a su coste y nadie lo quiere. Para estar abochornado.

Ni una violación más en San Fermín

Las agresiones sexuales que han tenido lugar durante el fin de semana de sanfermines han teñido de vergüenza la fiesta. Tal y como indica Pilar Mayo, técnico de Igualdad en el Ayuntamiento de Pamplona, no se trata de casos aislados y tampoco de un año particularmente distinto a otros. Los abusos a mujeres vienen siendo recurrentes, aunque es la primera vez que salen claramente a la luz.

El secretismo que rodea estos ataques, por miedo seguramente a que dañen la imagen de los sanfermines, ha permitido que se haya minimizado el problema. Los abusos que han tenido lugar en Pamplona, en especial la violación de una joven por parte de cinco hombres, recuerdan dolorosamente a los ataques que tuvieron lugar durante la celebración del Año Nuevo en Colonia. No sólo dan una imagen lamentable de España (varios medios internacionales se han hecho eco de estos sucesos) sino que reflejan un grave problema social.

Resulta inadmisible que en pleno siglo XXI las mujeres no puedan disfrutar de una fiesta popular sin temor a que su seguridad y sus derechos sean vulnerados. Que estos abusos no vuelven a repetirse el próximo San Fermín no es sólo responsabilidad de las autoridades o del Ayuntamiento, que preside Joseba Asirón, sino de toda la sociedad.

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