Opinión El merodeador

Merodeos

4 julio, 2016 02:32

Contra el EI no caben atajos

El salvaje atentado de este domingo en Bagdad con camión bomba, que ha dejado al menos 125 muertos y decenas de heridos, pone fin a una semana sangrienta del Estado Islámico. El martes, más de 40 personas eras asesinadas en del aeropuerto Atatürk de Estambul, y el viernes eran 22 los muertos causados por los islamistas en un restaurante de Dacca, en Bangladesh.

La multiplicidad de puntos en el mapa sobre los que actúan los yihadistas confirma de nuevo al Estado Islámico como amenaza global, y como tal debe ser combatido. Ahora bien, contrariamente a lo que podría deducirse de la escalada terrorista de esta última semana, la realidad es que se están dando pasos en la buena dirección para derrotar a este grupo en su propio terreno.

El 26 de junio, el Gobierno iraquí anunció la liberación total de Faluya, un enclave estratégico que había estado bajo el yugo de los fundamentalistas los últimos dos años y medio. Pero es que la ciudad de Mosul, considerada su baluarte en Irak, está a punto de ser recuperada por el Ejército.

El Gobierno de Bagdad y la coalición internacional están logrando, pues, acabar con el EI. Otra cosa es que la capacidad de atentar de los yihadistas todavía sea elevada. En esa escalada mortífera, los terroristas han decidido matar no sólo a occidentales sino también a musulmanes, como ahora en Irak. Su intención es agrandar las disputas entre suníes y chiíes con el objetivo de desestabilizar el país.

Haidar al Abadi, el primer ministro iraquí, fue este domingo abucheado cuando fue a visitar el lugar del atentado precisamente por esas divisiones internas con trasfondo religioso. Sin embargo, y pese a todas las dificultades, toca seguir en la línea marcada sin que quepa tomar atajo alguno. Primero, el EI debe ser vencido en Oriente Próximo y, una vez descabezado, cortadas sus fuentes de financiación y eliminados sus campos de adiestramiento, habrá que luchar todavía años contra sus células.

Rato agranda la fosa de su descrédito

Las investigaciones de la Guardia Civil acerca de las irregularidades fiscales de Rato en las conferencias que impartió tras dejar el Fondo Monetario Internacional en 2007 son un suma y sigue en el deterioro de su imagen y agrava sus numerosos problemas con la Justicia.

Tal y como hoy desvela EL ESPAÑOL, el ex vicepresidente del Gobierno impartió 36 conferencias a una media de 46.000 euros. El problema no es su elevado caché, sino la presunta evasión de impuestos cometida. La investigación revela que Rato cobró a través de una sociedad para no contabilizarlo en el IRPF. Las cantidades supuestamente defraudadas a Hacienda son elevadas.

Rato está imputado por la salida de Bankia a Bolsa; también por las tarjetas black; se le investiga por pagos del banco Lazard, de Telefónica y de agencias de publicidad que tampoco declaró, y ahora se le complica aún más el panorama con este asunto de las conferencias. Por todos estos casos afronta posibles condenas de estafa, apropiación indebida, administración fraudulenta, delito fiscal... Quien fue uno de los políticos y gestores más prestigiosos de España sigue agrandando la fosa de su descrédito.

Más en opinión

Blog del Suscriptor

Rajoy debe mover ficha de una vez

Anterior
Verano Montero Glez

La ficción colectiva

Siguiente