Opinión El merodeador

El merodeador

23 abril, 2016 02:23

Los españoles se niegan a pagar de nuevo por ir a votar

Los dirigentes políticos tienen en su mano tomar medidas excepcionales, ante la eventualidad igualmente extraordinaria de tener que repetir las elecciones, y ahorrarnos a todos la factura de unos nuevos comicios. El último estudio demoscópico de EL ESPAÑOL demuestra que una mayoría aplastante de ciudadanos asume a regañadientes la repetición de la campaña y tener que volver a votar, pero no quiere asumir de nuevo el coste de esta nueva convocatoria, cuando hace apenas cuatro meses del 20-D. En concreto, el 86% de los encuestados no quiere que le inunden los buzones de sus domicilios de sobres y papeletas: una costumbre, por otro lado, que chirría en la sociedad de la información y de las nuevas tecnologías. Casi el 83% se opone a que los partidos políticos vuelvan a recibir subvenciones por los sufragios y escaños que puedan obtener, cuando ya les fueron asignadas por los resultados de diciembre. Más aún, un 59% ni siquiera cree necesaria la celebración de otra campaña. El presidente en funciones, Mariano Rajoy, no puede dar la espalda a estos datos.

Cuando la corrupción no respeta ni una visita del Papa


La visita de Benedicto XVI a Valencia en junio de 2006 fue aprovechada por la banda de Francisco Correa para intentar hacer el negocio del siglo asumiendo la organización del evento y el alquiler de pantallas gigantes, urinarios móviles y servicios de seguridad entre otros. Las irregularidades perpetradas por la trama para sacar la máxima tajada de dinero público en las comisiones de los contratos firmados no se habrían podido llevar a cabo sin la colaboración de las autoridades valencianas que había al frente de la Fundación V Encuentro y de la cúpula de RTVV. Por eso, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha imputado al ex vicepresdente Juan Cotino, al exdirector general de la televisión pública regional Pedro García, a Correa y sus lugartenientes Álvaro Pérez y Pablo Crespo por asociación ilícita, prevaricación, blanqueo y delito contra la Hacienda entre otros delitos. Más allá del desenlace del caso, la sola investigación es un motivo sobrado de vergüenza en un país y en una comunidad donde los corruptos no repestan algo tan sagrado como el dinero público.

Siete palabras por 9.000 millones de desfase del déficit

"Me equivoqué y la Comisión tenía razón". El ministro de Economía ha recurrido a estas siete palabras para entonar el mea culpa ante las autoridades de Bruselas por el desfase del déficit de 9.000 millones de euros en que ha incurrido España en 2015. Luis de Guindos no ha acompañado sus disculpas con una mención al comisario socialista Pierre Moscovici, a quien acusó poco menos que de mentir cuando, en octubre pasado, alertó de que era imposible que el Gobierno español lograra cerrar el ejercicio sin sobrepasar el 4,2% de techo de déficit impuesto por la UE. Finalmente, el déficit ha sido del 5,1%, casi un punto superior a lo previsto, lo que puede llevar aparejado importantes sanciones económicas y exigirá esfuerzos añadidos para embridar las cuentas públicas si de verdad queremos cumplir este año con el objetivo pactado del 3,6%.

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