Opinión El merodeador

El Merodeador

21 abril, 2016 01:44

Cuando dos fingen que el problema de la independencia no existe

Mariano Rajoy y Carles Puigdemunt han escenificado este miércoles en Moncloa la recuperación del diálogo. Para lograrlo tuvieron que dejar a un lado el obstáculo mayor, que es también el principal problema de España: el desafío soberanista. Es posible que la entrevista de Rajoy y Puigdemont pueda contribuir a rebajar la tensión institucional y facilitar la colaboración, algo que, en sí mismo, resulta positivo. Sin embargo, sería iluso pensar que los acuerdos a los que puedan llegar vayan a tener mucho recorrido si la intención de la Generalitat sigue siendo consumar la independencia. Porque el Gobierno no tendrá más remedio que detener esa dinámica en algún momento, si es necesario interviniendo la autonomía. Lo cierto es que el presidente de la Generalitat habló con Rajoy como si no estuviera intentando romper el Estado, y el presidente del Gobierno habló con Puigdemont como si él no estuviera tratando de evitar esa destrucción. Ambos han esquivado el asunto por un día, pero es evidente que volverá a emerger.

.

El nacionalismo ante el espejo

Anterior

Las filtraciones del Fisco le estallan a Rajoy

Siguiente