Opinión El merodeador

Merodeos

27 febrero, 2016 04:14

¿Recuperará la memoria Urdangarin para culpar a la Casa Real?

El principal acusado del caso Nóos ha intentado solvar este viernes el primer interrogatorio del fiscal, Pedro Horrach, con calculadas dosis de amnesia y respuestas preconcebidas para exonerar de toda responsabilidad en la trama a la infanta Cristina de Borbón y a la mujer de Diego Torres; también con la intención de culpar de las facturas falsas y de las contrataciones fictitias a los cuñados de su exsocio. Iñaki Urdangarin se ha disfrazado de buen chico para negar la mayor y asegurar que ni cobró comisiones ni pidió a Jaume Matas que contratara con dinero público los servicios del Instituto Nóos, como afirma el fiscal. El exceso de teatralización y la desmemoria inverosímil del cuñado del Rey son los puntos flacos de una declaración en la que queda patente que Urdangarin y Torres han concertado sus versiones. Está por ver si, como ya hizo su socio, Urdangarin acabará también responsabilizando a la Casa Real de la supervisión de la actividad de Nóos.

El enorme reto de limpiar de una vez la imagen de la FIFA

El nuevo presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, tiene ante sí el hercúleo reto de intentar devolver al organismo rector del mundo del fútbol el prestigio perdido después de que la investigación de varias tramas montadas para el cobro de comisiones, sobornos y fraudes se haya saldado con 34 directivos detenidos. Su experiencia como secretario general de la UEFA es su mejor carta de presentación, por más que algunos aspectos controvertidos de su gestión, como que siga pagando a Michel Platini pese a que ha sido suspendido de empleo por corrupto, han merecido lógicas críticas. De él se espera además que reflote las diezmadas finanzas de la FIFA. Infantino coge las riendas de la institución después de que su Consejo aprobara este viernes nuevas directrices para limitar el mandato del presidente, aumentar el control de los flujos monetarios y publicar las retribuciones del equipo ejecutivo.

Vacas gordas para el duopolio televisivo en España

Mientras todo el sector periodístico lleva años acusando en sus cuentas de resultados el impacto de la crisis económica más el derivado por la reconversión digital, para Mediaset y Atresmedia siempre son años de vacas gordas. Mientras el grupo controlado por Silvio Berlusconi triplicaba sus beneficos en 2015 hasta los 166 millones, el formado por Antena 3 y La Sexta lo duplicó hasta los 99 millones. Este extraordinario incremento de ganancias responde a que ambos acaparan nada menos que el 85% de la tarta publicitaria gracias -entre otros motivos- a que no han dudado en saltarse la normas de competencia para aplicar estrategias comerciales muy agresivas, con la colaboración de los gobiernos de turno. Si Zapatero allanó la fusión de Telecinco y Cuatro para formar Mediaset, Atresmedia no se explica sin los favores del Gobierno de Mariano Rajoy. La existencia en la práctica de este duopolio televisivo no sólo merma la libre competencia en España; también socava la capacidad de actuación de la prensa crítica para ejercer de contrapoder.

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