Opinión El merodeador

Merodeos

26 febrero, 2016 03:05

La Justicia estrecha su cerco al separatismo catalán

La Justicia está plantando cara al empeño del presidente catalán, Carles Puigdemont, de seguir adelante con la hoja de ruta secesionista. La decisión de la Fiscalía de pedir al Tribunal Constitucional que declare nula la comisión de desconexión activa la defensa del Estado ante la política de hechos consumados emprendida por la mayoría separatista del Parlament. Por otro lado, una sentencia del TSJ de Cataluña ha invalidado la orden que obliga a los funcionarios que trabajan en esta región a iniciar todas sus conversaciones en catalán, una imposición arbitraria que no sólo incide en la marginación del castellano sino que puede generar problemas en la prestación de servicios básicos por parte de personal desplazado (caso de los médicos MIR). El paso adelante dado por el Ministerio Público y el fallo del TSJ catalán demuestran que el Estado de Derecho mantiene la guardia alta frente al desafío.

Azcona quiso ofender al utilizar hostias consagradas

El artista Abel Azcona ha manifestado esta mañana en el Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona que no tuvo intención de ofender los sentimientos religiosos al utilizar formas consagradas para su exposición Amén, exhibida a finales del pasado año. Azcona ha mantenido que su intención era hacer "una crítica a la lacra de la pederastia". Sin embargo esta explicación es contradictoria, ya que si su pretensión era meramente artística hubiese podido utilizar obleas que no hubiesen pasado por la Iglesia. El castigo a la ofensa está ligado con la intención, y en este caso parece ser que Azcona sí quiso ofender, ya que recopiló deliberadamente las hostias en misa después de haber sido consagradas por un sacerdote. El derecho a la libertad de expresión o a la libre creación artística es fundamental, pero otro derecho igualmente importante es el respeto a la libertad religiosa, y el pan ácimo santificado es para los católicos el cuerpo de Cristo.

Las elecciones en Irán determinarán el apoyo a las reformas

Este viernes, los votantes iraníes están convocados a elegir a los diputados de su Parlamento y a la denominada "Asamblea de Expertos", responsable de elegir al próximo líder supremo. Estas elecciones determinarán en gran medida si el presidente Hasán Rouhaní podrá continuar con las políticas aperturistas que han llevado al histórico acuerdo nuclear entre Irán y Estados Unidos y al fin de las sanciones comerciales contra este país. En un intento de salvaguardar su poder, el régimen ultraconservador ha descalificado masivamente a los candidatos más reformistas. De los 3.000 candidatos del ala más moderada, sólo 30 han podido presentarse a las elecciones. A pesar de esta criba, es evidente que la mayor parte de los iraníes están a favor del cambio. De hecho, y a pesar de que los conservadores tienen muchos más candidatos, entre ellos también hay quienes secundan a Rouhaní. Aunque parece que el próximo Parlamento no estará dominado por los moderados, un buen resultado podría debilitar a los radicales, y demostrar a sus líderes que los ciudadanos iraníes apoyan los planes del presidente de reconectar al país con el mundo exterior.

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