Como solución al bloqueo institucional, el presidente en funciones ha ofrecido a Sánchez y Rivera que se integren como vicepresidentes en un gobierno de coalición presidido por él, y en el que al PP le correspondería una tercera vicepresidencia, presumiblemente para Sáenz de Santamaría. Esta propuesta, que Mariano Rajoy ha verbalizado a través del vicesecretario popular Javier Maroto, es extemporánea y absurda. Que el presidente en funciones trate de protagonizar las negociaciones cuando es Pedro Sánchez el candidato a quien el Rey pidió que intentara formar gobierno resulta delirante. Rajoy parte de tres presuposiciones arbitrarias: da por sentado que el candidato socialista no logrará apoyos suficientes para sacar adelante su investidura; cree que Felipe VI está obligado a pedirle que tome la iniciativa después de haberle dicho que no pese a que no hay nada escrito al respecto; y considera verosímil que el PSOE vaya a cambiar de opinión y se avenga a pactar con él mientras los escándalos de corrupción en su partido siguen ocupando los titulares día tras día. Pero todo es una cortina de humo más, tras la que surge su anhelo, tal y como comunicó a David Cameron, de volver a las urnas en junio.

La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, ha intentado presentar la ocupación de la capilla del campus de Somosaguas, que protagonizó en 2011, como una inocente manifestación estudiantil "contra la existencia de un templo en un espacio público", pero la fiscal del caso, María Luisa Morando, ha desmontado esta tesis con sus preguntas. La representante del Ministerio Público ha acreditado que aquel asalto, lejos de ser una chiquillada, fue una demostración de intolerancia incompatible con un derecho constitucional básico, como es la libertad religiosa, y por tanto antagónica a los más elementales valores democráticos. Del mismo modo que en democracia ninguna religión puede imponer su doctrina a los ciudadanos, ningún ciudadano puede impedir a un creyente practicar su fe. Maestre, como acusada, tiene derecho a mentir y manipular para intentar salir indemne del banquillo. Otra cosa es que, a la hora de valorar este asunto, debamos asumir la falacia de que la libertad de expresión y el derecho de manifestación amparan el asalto a templo cuando hay feligreses rezando. Si la concejal de Ahora Madrid es condenada por ofender los sentimientos religiosos deberá dimitir y dejar el acta.

Este jueves, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confirmado a través de su cuenta de Twitter que viajará a Cuba el mes próximo. Esta visita marca un hito histórico, ya que será el primer presidente americano que haga este viaje desde 1928. La decisión de Obama es el colofón del acercamiento que ambos países han llevado a cabo en el último año: el pasado julio Washington y la Habana restauraron las relaciones diplomáticas, y este martes las autoridades de las dos naciones han firmado un acuerdo para reanudar el tráfico aéreo comercial por primera vez en cinco décadas. Resulta evidente que, en la recta final de su presidencia, Obama pretende dejar un legado que trascienda su mandato. Sin embargo, el Partido Republicano ha mirado con escepticismo la mejora de esta relación, y los candidatos presidenciales republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, ambos hijos de inmigrantes cubanos, han expresado públicamente su rechazo a esta visita. Una de las grandes incógnitas es qué será del acercamiento entre estos dos países tras las elecciones presidenciales de este noviembre.