La decisión de la Reserva Federal, el mayor banco central del mundo, de subir los tipos de interés, es histórica, pues marca el fin de los estímulos monetarios a la economía en Estados Unidos. Desde el estallido de la crisis, en 2008, la institución que ahora preside Janet Yellen ha puesto en circulación dinero barato para sostener la economía y alimentar artificialmente la recuperación. Los tipos han estado todo este tiempo entre el 0% y el 0,25%, su mínimo histórico. La Fed prevé ahora que esta primera alza dará paso paulatinamente a una subida de tipos de 0,25 puntos porcentuales cada trimestre hasta 2018. Con esa decisión, las autoridades pretenden restringir el crédito fácil y estimular las inversiones productivas. Creen que la mejora de la economía y el desempleo permiten ya dar este paso, que tendrá una repercusión directa en los préstamos al consumo y en las hipotecas. Dada la potencia de la economía estadounidense y el papel del dólar como divisa de referencia, las consecuencias se dejarán notar pronto en todo el mundo. Era una decisión necesaria y se hace de forma prudente, pero no está exenta de riesgos. Habrá que ver su repercusión en el tiempo.

La puesta en libertad del empresario David Marjaliza bajo fianza de 100.000 euros supone que Francisco Granados sea el único imputado de la trama Púnica que permanece en prisión. El exdirigente del PP lleva más de un año entre rejas y, aun cuando ha mostrado su intención de declarar, sus requerimientos no han sido atendidos. La excarcelación ahora de Marjaliza se produce después de que haya aportado documentación que puede ser determinante ante el tribunal que juzgará una trama de corrupción que salpica a varios ayuntamientos por recalificaciones urbanísticas y contratas municipales a cambio de comisiones. El mensaje que se le lanza a Granados es claro: si quiere pasar las Navidades en casa con su familia tiene que seguir el ejemplo del constructor y colaborar con la investigación. Ocurre que la prisión preventiva tiene otro sentido: evitar el riesgo de fuga o la destrucción de pruebas. Utilizarla para otros menesteres no es lo propio de una democracia avanzada.

El número dos del régimen chavista, Diosdado Cabello, ha anunciado en su última sesión como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela la creación de un órgano paralelo a esta cámara al que llamará “Parlamento Comunal Nacional”. Los chavistas tienen una larga tradición en la puesta en marcha de nuevas entidades que tienen el objetivo de suplantar la voluntad popular. Después de la victoria de Antonio Ledezma como alcalde del distrito Metropolitano de Caracas en 2008, su presupuesto fue reducido drásticamente y la mayoría de sus competencias fueron asignadas a una institución establecida por Chávez. En 2013, Maduro también se inventó un ente paralelo a la Gobernación del estado Miranda tras la victoria del opositor Henrique Capriles. Desde su derrota en las últimas elecciones, el presidente bolivariano ha hecho todo lo posible por aferrarse al poder. Este martes anunció que revisará 1,5 millones de votos nulos “para que se esclarezca la verdad”. Con estas artimañas, Maduro intenta blindar su régimen antes de que la oposición se convierta en mayoría el próximo 5 de enero.