El manuscrito de Luis Bárcenas publicado por EL ESPAÑOL en el que el extesorero del PP desvela que mantuvo negociaciones con Soraya Sáenz de Santamaría en aras a interferir en una investigación policial ha provocado un escándalo político. En el documento, Bárcenas asegura que el presidente del Gobierno estaba al tanto de esas conversaciones, que se prolongaron durante meses. Desde Podemos se felicitaron este miércoles por que el periodismo siga arrojando luz sobre hechos gravísimos y el socialista Pedro Sánchez anunció que pedirá una aclaración al presidente del Gobierno en el cara a cara electoral que mantendrá con él ante las cámaras de televisión. Hasta ahora, las maniobras para echar tierra sobre el caso Bárcenas han permitido al PP ir sorteando el escándalo con un coste político asumible. Veremos si las investigaciones periodísticas y la labor de oposición del resto de partidos acaban con la falta de explicaciones y de asunción de responsabilidades.

En la Cumbre del Clima que se celebra en París cuatro científicos del panel contra el Cambio Climático pedirán este jueves a los gobiernos de los distintos países que se deje de despreciar las centrales nucleares. En una entrevista con EL ESPAÑOL, Ken Caldeira, experto del Carnegie Institution, explica que esta fuente energética es imprescindible en la lucha contra el calentamiento global. Lo será en tanto en cuanto las energías limpias no estén mas desarrolladas. La energía nuclear suele generar alarmismo entre la población. Accidentes como el de Chernobil o Fukushima han quedado grabados en la memoria de todos y la gestión de residuos siempre es un quebradero de cabeza. Los programas de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez recogen estos temores y plantean el cierre paulatino de las nucleares en España. Sin embargo la realidad es que hoy los gases contaminantes y el calentamiento global causan más muertes y catástrofes de las que provoca la energía nuclear. Lo dicen los expertos: si queremos bajar la temperatura del planeta es imprescindible no abandonar la producción atómica. Dentro de lo que hay, es el mal menor.

Según ha publicado el INE este martes, en el primer semestre del 2015 murieron 19.000 personas más de las que nacieron. Este es un cambio histórico: si como se da por hecho la tendencia continúa en el segundo semestre, será el primer año en el que el número de defunciones supere al de nacimientos desde el final de la Guerra Civil. España tiene una población cada vez más envejecida, lo que acarrea numerosos problemas. En un futuro el Estado podría tener muchas dificultades para pagar las pensiones y los costes hospitalarios. La gravedad de esta situación aumenta si tenemos en cuenta que este descenso de natalidad se produce en un momento en el que España ha dejado de ser un país atractivo para sus propios jóvenes y también para los inmigrantes. El ministro de Economía Luis de Guindos y quienes le sucedan en el cargo en los próximos años deberán tomar medidas para corregir este desajuste. Las propuestas deben incluir acciones a todos los niveles, desde una mayor activación de la economía a la conciliación de la jornada laboral. Las consecuencias de no actuar a tiempo podrían ser desastrosas.