Opinión El merodeador

Merodeos

24 noviembre, 2015 21:58

Más indicios de que el ministro de Interior quería proteger a Bárcenas

La aparición de Jorge Fernández Díaz como interlocutor de Bárcenas, según el inventario de pruebas comprometedoras para el PP elaborado por la mujer del extesorero, gana verosimilitud a tenor del papel que jugó el ministro durante la instrucción del caso Gürtel. El responsable del Interior no sólo contactó con el contable del PP a través de SMS y llamadas, según las anotaciones de Rosalía Iglesias, sino que se quejó a la cúpula del Ministerio Público del "sectarismo" de las dos fiscales encargadas de la causa y de la "falta de control" sobre ambas del fiscal jefe. Su empeño por proteger al PP de las consecuencias de la corrupción en su seno, o la protagonizada por sus cargos, parece más que acreditada: de hecho también fue él quien llamó y recibió a Rodrigo Rato cuando ya había sido imputado por delitos gravísimos. La única duda entonces es saber si Fernández Díaz actuaba por propia iniciativa o si, cuando aprovechaba su cargo para intentar interferir en los procesos o para tranquilizar a los encausados, lo hacía por indicación de Rajoy.

Ningún líder debería ir al debate de Antena 3 si no va Rajoy

Mariano Rajoy sigue sin atreverse a debatir con Albert Rivera y Pablo Iglesias. Tras negar su participación en el encuentro a cuatro bandas propuesto por Antena 3, el presidente enviará a la cadena a Soraya Sáenz de Santamaría, a lo que, de momento, no han puesto pegas el resto de los candidatos. Si Albert Rivera y Pablo Iglesias acuden a este debate cometerán un error garrafal. Colocados al mismo nivel que un suplente popular, las candidaturas de Ciudadanos y Podemos perderían verosimilitud y los líderes de los dos nuevos partidos parecerían aspirantes a la vicepresidencia. Además, la ausencia de Rajoy quedaría convertida en un éxito. Rivera es quien más tiene que perder si termina cayendo en la trampa del PP, ya que Iglesias sí que tendría enfrente al otro gran referente de la izquierda, con quien peleará por los votos. Por otro lado, Pedro Sánchez sabe que tiene asegurado su careo con el presidente el 14 de diciembre, por lo que podría afrontar el sucedáneo urdido por el Partido Popular como un calentamiento. Ciudadanos y Podemos, todavía a tiempo, deberían rebelarse ante el enésimo plantón de Rajoy y enviar a sus números dos al debate de Antena 3.

La incongruencia de la Generalitat queda doblemente en evidencia

Artur Mas ha denunciado este martes la intervención de las finanzas catalanas por parte de Hacienda y ha advertido a Montoro de que “está jugando con fuego”. El control de las cuentas es una de las condiciones del ministro para volver a financiar a una Generalitat que, inmersa en su órdago separatista, ha generado un desfase no presupuestado de 3.000 millones de euros. En su discurso, el presidente en funciones ha vuelto a hacer uso de una retórica victimista al proclamar que España “agrede” a Cataluña y a todos los catalanes, lo que resulta absolutamente ridículo, ya que con esta ayuda el Estado está liberando a la Generalitat de la axfisia financiera que el propio Mas y su equipo han provocado. La incongruencia de los independentistas es mayúscula, ya que este mismo martes el Parlament se ha personado ante el Tribunal Constitucional, una institución que en su resolución de desconexión ellos mismos calificaron de “deslegitimada”. La cámara autonómica quiere intervenir en los procesos relacionados con los recursos de amparo presentados por el PP, PSC y Ciudadanos. Con esta personación el Parlamento catalán parece ignorar su propia decisión de no supeditarse a las instituciones del Estado con las que dice romper.

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