Altavoz inteligente de Google.

Altavoz inteligente de Google. @tkolnowski en Unsplash.

Tecnología

España se llena de 'Alexas': no nos importa que nos 'espíe'

Los españoles usan cada vez más los asistentes de voz, sin embargo, la mayoría de ellos desconfían de ellos por si están siendo grabados.

6 marzo, 2020 03:45

Noticias relacionadas

Los asistentes de voz como Siri, Alexa o Google Assistant no son ninguna novedad, sin embargo, la llegada de los altavoces inteligentes a nuestro país ha disparado su uso entre los españoles. Han pasado de estar en nuestros teléfonos móviles

La AIMC, Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, arroja datos interesantes sobre este tema en su último estudio sobre el uso que le dan los españoles a Internet

Antes de pasar a analizar esos datos cabe recalcar que el estudio ha sido elaborado a partir de una muestra de 21.000 cuestionarios realizados a través de Internet a personas con 14 o más años y que navegan por la red diariamente.

Móviles frente a altavoces

El 45,7 % de los encuestados asegura utilizar asistentes de voz. De ellos, el 22,4% los usan de un modo frecuente: casi constantemente (3,2%), varias veces al día (6,9%), todos o casi todos los días (4,6%) y varias veces a la semana (7,7%).

Siri en iPhone y iPad.

Siri en iPhone y iPad.

Con el éxito que han tenido los altavoces inteligentes en España cualquiera podría pensar que, en su mayoría, invocamos a los asistentes desde dichos altavoces, pero nada más lejos de la realidad. El 78% de los encuestados acude al asistente de voz mediante su móvil, mientras que el 30% lo hace desde los altavoces inteligentes.

Respecto a los asistentes utilizados, el Asistente de Google lidera la lista, pues es por el que apuestan el 53,1% de los entrevistados. Éste es seguido por Siri con un 37,1% y Alexa con un 22,9%.

No nos fiamos de ellos

Pese a que según los datos de la AIMC el 57,1% de los que usan asistentes de voz se sienten satisfechos con ellos, también hay un aspecto que no termina de convencerles: la privacidad.

Alexa en un coche.

Alexa en un coche. STEVE MARCUS Thomson Reuters

En este sentido, más de la mitad (50,9%) de los encuestados tienen la sensación de que sus móviles escuchan o graban sus conversaciones. De hecho, un tercio de esas personas aseguran estar totalmente convencidos de que eso ocurre.

Algo parecido sucede con los altavoces inteligentes. Según la AIMC, los encuestados se muestran preocupados por la posibilidad de que les estén grabando mientras usan este tipo de dispositivos. A pesar de ello, siguen utilizándolos.

¿Realmente nos graban?

A priori, es una pregunta muy difícil de contestar, aunque intentaremos ver las dos caras de la moneda. Si nos ceñimos a las declaraciones oficiales, tanto Google como Amazon han repetido en reiteradas ocasiones que sus asistentes de voz no graban a los usuarios, y menos sin haber sido siquiera invocados.

No obstante, no termina de estar claro si nos dicen toda la verdad. Hemos de tener en cuenta que hace unos meses un Amazon Echo se convirtió en una prueba clave para resolver un asesinato

Amazon Echo Studio

Amazon Echo Studio Adrián Raya

Tampoco nos olvidamos del escándalo que salió a la luz hace unos meses de la mano de VRT News, una cadena de televisión belga. Según el medio citado, empleados de Google escucharon conversaciones de usuarios de todo el mundo que tenían en su casa un Google Home, aunque éstos ni siquiera pronunciasen las palabras "Ok Google". Poco después la multinacional admitió haberlo hecho, aludiendo a que lo hacían para "mejorar su tecnología de voz".

El ejemplo más reciente lo tenemos en el estudio When speakers are all ears, elaborado por investigadores de varias universidades de Reino Unido. Éstos no han encontrado evidencias de que los altavoces estén grabando durante todo el tiempo, aunque sí han detectado que pueden activarse hasta 19 veces al día sin haberlos invocado, momentos en los que sí podrían grabarnos.

Google Home.

Google Home. Omicrono

Todo parece indicar que los altavoces inteligentes seguirán sumando adeptos a lo largo de todo el mundo, aunque todavía es demasiado pronto para saber hasta qué punto invaden nuestra privacidad. No cabe duda de que los gobiernos tendrán que tomar cartas en el asunto para que las tecnológicas no se metan demasiado en nuestros asuntos privados.