aprender durmiendo

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Tecnología

4 cosas que puedes aprender mientras duermes

¿Sabíais que hay muchas cosas que se pueden aprender durmiendo? Hoy os damos algunos ejemplos y os animamos a ponerlos en práctica.

1 diciembre, 2016 20:23

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En nuestra época de estudiantes todos hemos tenido días en los que hemos tenido que sacrificar parte de nuestras horas de sueño para poder aprender todos los contenidos del examen.

¡Anda que si nos llegan a decir que podríamos haber memorizado algunas de las materias con el simple y placentero hecho de dormir!

Sí, sí, no es tan fácil como parece, pero tiene mucho fundamento, como nos cuentan en un artículo de Business Insider, en el que hacen una revisión de cuatro de las cosas que podemos aprender mientras dormimos. Eso sí, todas ellas tienen como factor común el sonido; ya que, aunque no nos demos cuenta, mientras dormimos escuchamos más de lo que creemos escuchar.

Antes de nada, ¿por qué podemos aprender durmiendo?

dormir-bien

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El fundamento en el que se basan todos los estudios pertenecientes a esta revisión es que hay un momento durante el sueño, en la conocida como fase de onda lenta, en el que los recuerdos a corto plazo se transforman en memoria a largo plazo en la corteza prefrontal, pudiendo estimularse la duración de este periodo con ayuda de estímulos sonoros.

Como resultado, las personas que escuchan música, sonidos o palabras que se asocien al contenido que se quiere memorizar, pasaran más tiempo afianzando los recuerdos en esta fase de onda lenta.

Pero veamos, ¿cuáles son esas cosas que podemos aprender durmiendo?

1. Nuevos idiomas

idiomas

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En el primero de los estudios analizados, un equipo de investigadores suizos tomó a un grupo de voluntarios hablantes nativos de alemán que estaban comenzando a aprender  holandés.

Para el experimento se les pidió que tomaran una clase de vocabulario básico y, justo después, se les hizo dormir, dividiéndolos en dos grupos.

Al primer grupo se le dejó dormir sin ningún estímulo externo, mientras que a los segundos se les volvieron a repetir las palabras que habían aprendido.

Después del sueño, los integrantes del segundo grupo no recordaban haber escuchado nada mientras dormían, pero recordaban las nuevas palabras con más certeza que los otros; demostrando que, efectivamente, su mente había afianzado los nuevos conocimientos de forma inconsciente.

¿Verdad que es interesante? Yo esta noche le voy a pedir a alguien que me susurre el diccionario alemán-castellano al oído, a ver qué pasa.

2. Tocar un instrumento

Música matemáticas y niños

Música matemáticas y niños

Según un estudio  publicado en Nature, durante el sueño podemos afianzar los recuerdos asociados al aprendizaje de un nuevo instrumento.

Para demostrarlo, estos científicos tomaron a un grupo de voluntarios y les hicieron aprender una melodía con la guitarra a través de un vídeo juego tipo Guitar Hero (sí, el Guitar Hero en un estudio científico, decídselo a vuestras madres si os acusan de estar enganchados).

Después de una sesión de aprendizaje, los participantes pasaron a una habitación dónde pudieron dormir, dando comienzo a la segunda fase del experimento, consistente en repetirle la melodía que acababan de practicar a la mitad de ellos.

Una vez que despertaron, no recordaban nada, pero los que escucharon la canción pudieron tocarla mejor que el resto.

Vale, esto no os va a convertir en virtuosos del violín, pero no está mal como refuerzo.

3. Recordar dónde se ha colocado un objeto concreto

guardar

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Salvo las madres con su súper poder del “¿a que voy yo y lo encuentro?” a la mayoría de los seres humanos nos suele resultar complicado a menudo recordar dónde hemos colocado objetos concretos.

Pero eso es porque no lo asociamos a estímulos sonoros, como en un estudio de 2013, en el que 60 voluntarios utilizaron un juego de ordenador con el que tenían que colocar un objeto virtual en algún lugar concreto, de modo que una vez depositado sonaba una melodía para cada objeto.

Finalizada la partida, todos los participantes durmieron un periodo de tiempo durante el cuál se les hizo escuchar inconscientemente la melodía de uno de los objetos que habían colocado. ¿Y adivináis cuál era el objeto que mejor recordaban dónde habían dejado al despertar?

Efectivamente, el de la melodía que se les había puesto. ¿Será que las madres usan este truco para encontrar todo lo que nosotros perdemos?

4. Convertir recuerdos secundarios en importantes

memoria-backup

memoria-backup

Nuestro cerebro tiende a jerarquizar nuestros recuerdos, de modo que los que se consideran importantes pasan directamente a la memoria a largo plazo, dejando que los secundarios, alojados en la de corto plazo, vayan siendo sustituidos por los que van llegando.

Lamentablemente, en ocasiones nos encantaría olvidar lo que nuestro cerebro considera importante, mientras que, por más que nuestro cerebro lo considere secundario, quisiéramos poder recordar que tenemos que comprar leche y llevar al perro al veterinario al día siguiente.

A falta de poder hacer un Inception, sí que hay científicos que apuestan por engañar un poquito al cerebro, asociando los recuerdos secundarios a una melodía, para que puedan aferrarse mejor al cerebro mientras dormirmos.

Para comprobarlo, en el último estudio del que vamos a hablar, se hizo una simulación similar a la anterior, en la que se tenían que mover iconos específicos por una pantalla de ordenador, de modo que si el icono era un gato sonaba un maullido, por ejemplo.

A continuación, mientras dormían se les hizo escuchar alguno de los sonidos que habían oído en el juego, haciendo que fuesen esos iconos los que mejor recordaban tras despertar.

Ni qué decir tiene que en todos estos estudios se aseguraron que los participantes estaban totalmente dormidos, llegando en algunos de ellos incluso a hacer escuchar los sonidos a voluntarios despiertos, comprobando que los resultados no eran para nada los mismos.

Así que ya sabéis, ¿tenéis mucho que recordar? Pues,hala, a dormir.