La ansiedad puede tener graves efectos en nuestra salud general. Aunque muchos individuos aún no parecen haberse percatado, en muchas (demasiadas) ocasiones, las formas de expresar ansiedad suelen ser orgánicas, es decir, mediante síntomas físicos. Entre dichos síntomas suelen destacar los intestinales o los “pinchazos en el pecho”, entre otros; es un proceso que se conoce como somatización.

Por otro lado, recientemente se vislumbró un vínculo claramente físico entre el dolor crónico, la ansiedad y la depresión. Además, no hay que olvidar que la ansiedad ha demostrado incluso ser contagiosa.

Ahora, para rizar el rizo, un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Kent ha descubierto algo más sobre la ansiedad: Puede afectar a tu forma de caminar.

La ansiedad y la forma de caminar

El estudio, publicado en la revista Cognition, ha llegado a afirmar que la ansiedad podría afectar a la actividad cerebral. De hecho, dicha actividad se alteraría de tal forma que nuestro lado derecho sería más activo que el izquierdo, haciéndonos variar nuestra trayectoria hacia la izquierda.

Para que entendáis este juego de palabras, lo que buscaron el Dr. Mario Weick y sus colegas de la Escuela de Psicología de la Universidad de Kent es vislumbrar el posible vínculo entre la ansiedad y la activación de los hemisferios cerebrales (cada hemisferio controla el lado contrario corporal, a nivel motor).

Para su estudio, buscaron saber por qué los individuos que sufren ansiedad muestran una tendencia a asignar una atención desigual a través del espacio. Así pues, les vendaron los ojos y les hicieron caminar en línea recta hacia un objetivo visto con anterioridad.

El sistema motor se ve alterado por la ansiedad

Según los científicos, se detectó una evidencia clara de que aquellos individuos diagnosticados de ansiedad eran más propensos a caminar hacia la izquierda (lo que indicaría una sobre-activación del hemisferio derecho cerebral).

Esto sugeriría que ambos hemisferios cerebrales estarían asociados a diferentes sistemas motivacionales, donde el lado derecho sería el sistema de inhibición y el lado izquierdo el de la activación, siendo este el primer estudio que establece una relación entre activación e inhibición en el hemisferio derecho cerebral.

Para finalizar, los investigadores opinan que sus hallazgos podrían ayudar en el tratamiento de la negligencia unilateral, una condición causada por la falta de conciencia de la existencia de un lado del espacio.

Vía | Universidad de Kent

Fuente | Cognition.