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Las madres obesas podrían tener hijos con defensas bajas

20 mayo, 2015 16:32

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Cuando una madre embarazada acude a consulta, el médico generalmente le comenta los peligros que puede tener para su futuro hijo el consumo de tabaco, alcohol y demás drogas; sin embargo, hay otro factor a tener en cuenta que con el paso del tiempo está cobrando más importancia: la obesidad.

Efectivamente, la obesidad puede suponer un gran riesgo para la salud del hijo tal y como hemos explicado en anteriores artículos: “Las mujeres obesas podrían tener hijos con un desarrollo anormal del cerebro” y “Madres obesas, niños con problemas de desarrollo psicosocial“.

Asimismo, en otros estudios científicos se estableció la relación entre enfermedades respiratorias (como el asma) y la obesidad en el embarazo, así como otros problemas en el desarrollo del sistema inmune. Precisamente, éste último punto es el que ha analizado un equipo de investigadores de la Universidad de California-Riverside, cuyo estudio se ha publicado en la revista Pediatric Allergy and Immunology.

Baja respuesta del sistema inmune en niños de madres obesas

Para descubrir qué efecto ejercía la obesidad de la madre en el sistema inmune del niño, los investigadores incluyeron en su estudio a 39 madres y a sus respectivos hijos. Se registró el índice de masa corporal de las madres (IMC) y, posteriormente, las dividieron en los siguientes tres grupos: madres obesas (IMC > 30), madres con sobrepeso (entre 25-29,9) y el resto en el tercer grupo.

En total, 14 madres tenían sobrepeso, otras 14 obesidad y otras 11 no tenían ni sobrepeso ni obesidad. Ninguna de las participantes era fumadora y tampoco tuvieron complicaciones durante el embarazo.

El equipo recogió muestras sanguíneas del cordón umbilical para evaluar el sistema inmune de los niños y encontraron que el sistema inmune de los hijos de madres obesas presentaba una menor respuesta contra las bacterias (los antígenos bacterianos) en comparación con los hijos de los demás grupos.

Descubrieron también una reducción de linfocitos T CD4, unos hallazgos que podrían comprometer la respuesta del sistema inmune del hijo ante las infecciones e incluso disminuir la efectividad de las vacunas.

Asimismo, los niveles de eosinófilos en sangre, unas células del sistema inmune que tienen un importante papel en la alergia y en el asma, eran bajos, lo que podría encajar con la hipótesis de que estas células se encontraban en los pulmones elevando el riesgo de provocar asma. De esta manera, esto explicaría por qué hay una mayor incidencia de asma en niños de madres obesas.

Los cambios detectados en el niño podrían ser de por vida

Según los investigadores, estos cambios que se detectaron en el nacimiento del hijo podrían persistir durante el resto de su vida; es decir, estas alteraciones no serían temporales, sino crónicas.

Finalmente, la principal autora del estudio, la Dra. Ilhem Messaoudi, concluye:

“Las preguntas que surgen son: ¿están afectadas las respuestas a las vacunas en los niños de madres obesas durante los dos primeros años de vida? ¿Hay que cambiar la frecuencia con que vacunamos a los niños de madres obesas?”

Pero sin lugar a dudas, el mejor método para evitar la aparición de estos problemas en el niño es que la madre cuide su peso corporal.

Fuente: University of California-Riverside