Desde que la división de móviles de Nokia pertenece a Microsoft estábamos esperando el primer dispositivo nacido de la compra, el que definiría el camino a seguir por parte del ahora fabricante, y por fin lo tenemos. Se trata del Nokia Lumia 530, y si tenemos que sacar algún tipo de conclusión sobre su lanzamiento, es que Microsoft sigue centrada en los mismos mercados que antes. Porque el Lumia 530 no es un dispositivo caro de gama alta, no es una referencia que luche cara a cara contra los iPhones, los Nexus y los Galaxy S5; en vez de eso, es un dispositivo dirigido al mercado que Microsoft realmente quiere conquistar, la gama baja.

Directo a la gama baja

Por eso en el interior del Lumia 530 nos encontramos un procesador Snapdragon 200 de cuatro núcleos a 1.2 Ghz, acompañado de una gráfica Adreno 302 y 512 MB de memoria RAM; el almacenamiento es de 4 GB con posibilidad de usar tarjetas Micro SD. La pantalla es de cuatro pulgadas con una resolución de 854 x 480, la cámara es de 5MP; en general todo el dispositivo parece una evolución a la baja del Lumia 520 con una carcasa diferente, mejor procesador y sin pantalla IPS y sin posibilidad de grabar a 720p. Nada auténticamente sorprendente, pero Microsoft no buscaba sorprender a nadie con este modelo, sino mantener una alternativa en la gama baja que merezca la pena.

Porque el Lumia 530 se venderá por menos de 100€ en Europa a partir del mes que viene. Es exactamente la banda de precios en la que los Nokia X con Android debían estar, y por lo tanto es una declaración de intenciones: “No necesitamos Android, gracias”, parecen decir desde la compañía.

Fuente | Nokia