El dirigible LCA60T puede cargar hasta 60 toneladas

El dirigible LCA60T puede cargar hasta 60 toneladas Flying Whales Omicrono

Defensa y Espacio

El revolucionario dirigible de 200 metros de largo que va a cambiar el transporte aéreo: carga con hasta 60 toneladas

La empresa francesa Flying Whales ultima los detalles del dirigible LCA60T, cuyo prototipo podría estar listo para su primer vuelo de prueba en 2027.

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El siglo XXI ha traído consigo una renovada atención hacia los dirigibles como medios de transporte ecológicos y eficientes, desde el Pathfinder de uno de los fundadores de Google hasta el Airlander 10, la aeronave con capacidad para 100 pasajeros que unirá ciudades españolas en 2026. Su diseño más ligero consume menos energía que los aviones tradicionales y puede ser una herramienta clave para reducir la huella de carbono del transporte, especialmente si se combina con sistemas de propulsión de bajas o nulas emisiones. Algunos diseños de nueva generación incluso consideran el uso de hidrogeno como gas propulsor, aunque las imágenes del Hindenburg en llamas siguen siendo un recordatorio del peligro que puede suponer. 

Una de las empresas que lidera esta revolución es Flying Whales, una startup francesa fundada en 2012 por el ingeniero de estructuras y empresario Sébastien Bougon. La compañía está dedicada al desarrollo de dirigibles de gran capacidad para el transporte de cargas pesadas a lugares de difícil acceso. Su proyecto insignia, el LCA60T, está diseñado para transportar hasta 60 toneladas de carga sin necesidad de infraestructuras terrestres, lo que lo hace ideal para operar en zonas remotas o en las que la construcción de carreteras y puertos sería inviable.

El LCA60T destaca, entre otras cosas, por sus imponentes dimensiones: 200 metros de largo y 50 metros de diámetro. Su bodega de carga, de 96 metros de longitud, 8 metros de altura y 7 metros de ancho, permitirá el transporte de mercancías de gran tamaño de manera segura. Además, el diseño del dirigible también facilitará el transporte de cargas colgantes fuera de la bodega para objetos aún más voluminosos, lo que ampliará su versatilidad operativa.

Como una ballena voladora

Desde el punto de vista estructural, la aeronave cuenta con un armazón compuesto por materiales compuestos ligeros y resistentes, unidos por juntas metálicas. En su interior alberga 14 células de helio no presurizadas, que proporcionan la sustentación necesaria para el vuelo. Estas células están equipadas con sensores que monitorean temperatura, presión y humedad, garantizando que el dirigible mantenga el rendimiento óptimo en distintas condiciones atmosféricas.

Uno de los aspectos más innovadores del LCA60T es su capacidad para cargar y descargar mercancías mientras está en vuelo estacionario, eliminando la necesidad de infraestructuras de aterrizaje. Este sistema funciona mediante un mecanismo de cables hidráulicos y una doble puerta corredera en la parte inferior del dirigible, facilitando la entrega de carga en cualquier ubicación sin tocar tierra. Esta característica lo hace particularmente útil para operaciones de emergencia, como la entrega de ayuda humanitaria o el despliegue de hospitales temporales en regiones con acceso limitado a servicios médicos.

Los dirigibles de Flying Whales

En cuanto a su propulsión, el LCA60T está diseñado para ser energéticamente eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Su velocidad máxima alcanzará los 54 nudos (equivalente a 100 km/h) gracias a sus 32 propulsores de hélice con una potencia combinada de 5.360 caballos de fuerza (4.000 kW). Inicialmente, el sistema de propulsión utilizará una combinación de esas turbinas parecidas a aerogeneradores y baterías de iones de litio de alto voltaje, pero la empresa tiene planes de transición hacia pilas de combustible de hidrógeno para reducir las emisiones contaminantes. 

Evolución de la propuesta

La visión de Flying Whales ha evolucionado desde su propuesta inicial de utilizar el LCA60T para la extracción de madera renovable en bosques de difícil acceso. Ahora sus planes pasan por incluir una amplia variedad de aplicaciones industriales y humanitarias. Entre los posibles usos del dirigible que baraja la empresa se incluyen el suministro de materiales para la instalación de aerogeneradores en zonas remotas, la entrega de contenedores desde tierra o barcos y el despliegue de infraestructuras temporales en zonas afectadas por desastres naturales.

Recreación del dirigible sobrevolando un bosque

Recreación del dirigible sobrevolando un bosque Flying Whales Omicrono

El desarrollo del LCA60T está suponiendo un desafío financiero y técnico de enorme calibre, para lo que Flying Whales ha recaudado cerca de 300 millones de euros en financiación tanto pública como privada para llevar adelante el proyecto.

Las pruebas de vuelo del primer prototipo están previstas para 2027, y las últimas noticias al respecto, de hace apenas una semana, son las pruebas en el túnel de viento del tejido de poliéster ultraligero clave en el diseño del dirigible. Diatex, que así se llama este material textil con propiedades únicas, servirá de revestimiento especial para cubrir el exterior del LCA60T y mejorar su aerodinámica y durabilidad.

El resurgimiento de los dirigibles no está exento de obstáculos. En el siglo XX, además del desastre del Hindenburg en 1937, su desaparición se debió en gran parte a los altos costes de construcción y operación, así como a la falta de materiales y tecnologías adecuadas para hacerlos viables. Sin embargo, los avances recientes en materiales compuestos, sistemas de propulsión eléctrica e integración de combustibles sostenibles han reavivado el interés por estos colosos del aire.

De todos los proyectos en marcha, el más avanzado es el del Pathfinder 1, que ya ha realizado sus primeras pruebas de vuelo. El interior de este dirigible lo compone una megaestructura compuesta de 10.000 tubos de fibra de carbono reforzada con polímero y 3.000 uniones de titanio que dan forma a la aeronave. En su interior y como método de sustentación primario, se llenará de helio no inflamable —en lugar de hidrógeno, mucho más inestable— gracias a la gran ligereza del conjunto.

Pathfinder 1 en pleno proceso de fabricación

Pathfinder 1 en pleno proceso de fabricación LTA

Cuenta con una longitud de 124 metros y servirá a LTA como banco de pruebas para desarrollar la tecnología necesaria con el fin de fabricar dirigibles todavía más grandes. "El Pathfinder 1 ha sido diseñado para soportar una capacidad de elevación masiva en relación con su propio peso", apuntan desde Kilwell Fibrelab, la compañía encargada de la estructura interna.

"Cuando se trataba de encontrar los materiales ligeros y rígidos necesarios para la estructura de la aeronave [...] los tubos de fibra de carbono de grado aeroespacial eran la elección obvia". El sistema se completa con un total de 20 propulsores eléctricos desarrollados en colaboración por Pipistrel, que proporcionan un manejo direccional total gracias a que pueden girar