Roborock Saros 10R saliendo de debajo de un armario

Roborock Saros 10R saliendo de debajo de un armario I. González Omicrono

Análisis y Pruebas

He probado el robot aspirador que se cuela por cualquier rincón: limpia y friega hasta debajo de los armarios

Roborock pone a la venta el próximo lunes su nuevo buque insignia: Saros 10R. Con un nuevo sistema para evitar obstáculos y un grosor mínimo.

Más información: He probado la gigantesca freidora de aire que no ocupa espacio en la encimera: puedes cocinar hasta 4 platos a la vez

I. González
Publicada

La nueva hornada de robots aspiradores han conseguido dar un salto muy importante en cuanto a capacidades dentro de su categoría. Después de algunos años en los que las mejoras se basaban en incrementar la potencia de aspirado y pocos detalles menores más, están empezando a llegar a España los modelos presentados en las últimas semanas en ferias internacionales como el CES de Las Vegas, donde se mostró el primer dispositivo comercial con un brazo robótico.

Otro de los modelos que en EL ESPAÑOL-Omicrono pudimos ver de primera mano en la cita estadounidense fue el Roborock Saros 10R, la apuesta para la gama alta de la compañía que ya hemos podido probar de primera mano en casa. La compañía ha conseguido condensar lo mejor de sus robots aspiradores más avanzados en un dispositivo menos grueso, lo que permite la limpieza hasta en los lugares más inhóspitos del hogar.

El Roborock Saros 10R se pondrá a la venta el próximo lunes 3 de marzo por 1.349 euros como precio promocional hasta el 16 de ese mes (luego 1.499 euros) e incorpora la tecnología más avanzada en ámbitos tan importantes como la navegación y la evasión de obstáculos. Este sistema, junto con el resto encargado de la aspiración, fregado y adaptación del chasis, se erigen como las puntas de lanza de toda la categoría para facilitar la limpieza del día a día.

Navegación al milímetro

Una de las novedades más importantes que integra el Saros 10R es el sistema de navegación denominado StarSight Autonomous System 2.0. Se trata de un sistema que emplea el primer LiDAR de estado sólido de transmisor dual de la industria que utiliza más de 21.600 puntos de sensor con una frecuencia de muestreo de 38.400 Hz y sensores ToF en 3D.

La combinación de ambas tecnologías para la navegación por casa proporcionan un conocimiento muy profundo sobre el espacio que rodea al robot aspirador. Con esos 21.600 puntos de muestreo y el ToF el Saros 10R consigue recrear cada estancia al milímetro, incluidos los objetos, muebles y los obstáculos que se va encontrando en cada pasada.

Sensores del sistema de navegación de la Roborock Saros 10R

Sensores del sistema de navegación de la Roborock Saros 10R I. González Omicrono

En la parte delantera del dispositivo es donde se integra una cámara RGB, otra infrarroja como receptora y dos transmisores; en la parte trasera tiene instalados un transmisor y otro receptor de infrarrojos. El siguiente paso a la detección y reconocimiento de cada escenario, es la identificación de los objetos.

El Roborock Saros 10R tiene la capacidad de reconocer hasta 108 tipos de obstáculos diferentes de más de 2 centímetros. Por ejemplo, zapatillas de estar por casa, plantas, mascotas, papeleras o calcetines.

Uno de los puntos que más destaco del robot aspirador es la detección de cables. Como en la mayoría de casas, los cables de cargadores y dispositivos electrónicos circulan por los lugares más recónditos y el Sarons 10R consigue identificarlos para no enredarse con ellos.

La experiencia con otros robots aspiradores que he probado en los últimos tiempos es opuesta, llegando incluso a tirar fuerte de los cables y desenchufándolos de la corriente. El siguiente aspecto a destacar está también relacionado con el sistema de navegación y es la capacidad que tiene para limpiar entre los laterales poco regulares. El ejemplo perfecto son las esquinas que generan pequeñas columnas, habitaciones en falsa escuadra o incluso las patas de los muebles.

Mínimo grosor, máxima potencia

Junto con el nuevo sistema de navegación que permite apurar el aspirado y la limpieza, el escaso grosor del Roborock Saros 10R se convierte en una de sus mejores características. Mide 7,98 centímetros y puede colarse debajo de muebles hasta ahora inaccesibles para el resto de robots aspiradores.

Por ejemplo, en el clásico armario no empotrado, debajo de algunas mesas de café o incluso hay modelos de sofá en los que podría meterse debajo. Por ponerlo en perspectiva, el Roborock Qrevo Curv que analicé hace unos meses mide 10,3 centímetros debido a la pequeña joroba que tiene y que incorpora uno de los sensores de navegación en su interior.

Parte inferior del Roborock Saros 10R

Parte inferior del Roborock Saros 10R I. González Omicrono

Aunque no es una tecnología incorporada en el Saros 10R, la escoba FlexiArm que integra supone una mejora notable en la limpieza diaria. Se trata de un sistema que despliega el cepillo rotatorio situado en la parte delantera del dispositivo para apurar más los bordes y las esquinas. Esto lo consigue desplazándose unos cuantos milímetros a la derecha y, cuando no se necesita, se recoge.

El segundo elemento dedicado a la labor del barrido es el cepillo central. Como ya viene siendo un estándar dentro de los robots de Roborock, esta parte se compone realmente de dos cepillos que giran a diferente velocidad y que consigue introducir en la boca de aspirado la mayor cantidad de suciedad posible.

La prueba del Saros R10 ha coincidido en el tiempo con la adopción de una gata cuyos dotes en el arenero distan mucho de ser delicados. La arena —es como una especie de aglomerante— termina esparcida en un radio de metro y medio desde la zona cero, por lo que una limpieza casi constante es necesaria para mantener una mínima higiene.

Lo que antes se hacía con cepillo y recogedor, ahora basta con un par de toques en la aplicación para que aspire y limpie los alrededores del arenero. El rendimiento de la Saros 10R en este trabajo es sobresaliente y no es nada fácil teniendo en cuenta que las partículas de arena son muy pequeñas.

Felino a bordo del Roborock Saros 10R

Felino a bordo del Roborock Saros 10R I. González Omicrono

Además, tanto el cepillo central como el exterior —el FlexiArm— se han diseñado para evitar enredos. Uno de los aspectos más negativos de los robots aspiradores de hace un tiempo es que el pelo incluso terminaba por romper los cepillos al enredarse y necesitaban un mantenimiento casi continuo. Ahora todo eso ya no pasa y se agradece.

El siguiente aspecto a destacar es el fregado. El Saros 10R cuenta con un par de mopas giratorias que proporcionan igualmente un excelente rendimiento para el fregado diario, aunque en este aspecto todavía queda mucho para equipararse a las tradicionales fregonas.

¿Me lo compro?

Antes de finalizar, me gustaría apuntar a la base de carga, una de las grandes olvidadas y que, por fin, ha dejado de ser un mero accesorio. La que viene con la Saros 10R es una nueva generación que incorpora algunas novedades interesantes como un depósito para detergente.

Según el fabricante, se debe utilizar un compuesto específicamente diseñado para funcionar en robots aspiradores, por lo que no se es nada recomendable incorporar friegasuelos estándar. La base también cuenta con un sistema que permite extraer las mopas de forma automática y alcanza una temperatura de 80 grados en la fase de limpieza para eliminar el 99% de las bacterias.

Roborock Saros 10R

Roborock Saros 10R I. González Omicrono

Por 1.349 euros, el Roborock Saros 10R se convierte en la punta de lanza de los robots aspiradores incorporando las mejores tecnologías de navegación, potencia de aspirado y fregado en un grosor muy comedido especialmente diseñado para colarse debajo de los muebles y rincones más difíciles de casa.