He convertido mi casa en un cine con este mini proyector: gira para tener una pantalla de 120 pulgadas donde quieras
El pequeño XGIMI MoGo 3 Pro es un dispositivo que destaca en calidad de imagen y que solo necesita un enchufe con USB-C para funcionar.
Cada vez más usuarios en España están optando por dejar atrás sus televisores y abrazar la idea de los mini proyectores. Estos dispositivos, también conocidos como proyectores portátiles, son una alternativa idónea para los que quieren tener altas diagonales de pantalla a precios relativamente bajos. Mi televisor ha sido sustituido estos días por uno de los últimos proyectores de XGIMI: el XGIMI MoGo 3 Pro.
A principios de septiembre XGIMI lanzaba en España sus nuevos proyectores, como los MoGo 3 Pro o AURA 2, entre otros muchos. Entre ellos también destacaba el ElFin Flip, un proyector portátil para convertir el salón de tu casa en un cine de 150 pulgadas. En este caso, he usado el MoGo 3 Pro como mi propio cine personal, con la diferencia de que este también hace las veces de altavoz Bluetooth gracias a su llamativo factor de forma.
El MoGo 3 Pro es un proyector rotatorio, que gracias a su capacidad de plegarse sobre un soporte puede funcionar como proyector y altavoz para escuchar música. Eso sí, sin escatimar en características, ya que este pequeño dispositivo que pesa apenas 1,1 kilos puede emitir una pantalla de 120 pulgadas en resolución Full HD. Todo ello por un precio relativamente comedido de 499 euros en España.
Un proyector que gira
XGIMI es una firma famosa por ofrecer diseños alternativos, que se salen de la tangente en la mayoría de situaciones. Este MoGo 3 Pro no es distinto; de primeras, no parece un proyector. Parece lo que también es, un altavoz portátil. Más de una vez mis amigos me han dicho que por qué llevaba un altavoz cuando les había prometido llevarme un proyector.
La clave está en su soporte lateral. El cilindro del proyector está unido a un soporte que se abre, el cual eleva un poco el proyector y le permite girar 130 grados. Una vez girado al completo, la lente del proyector sale a la luz para emitir su imagen. Cabe destacar que este diseño cumple otro propósito; si se abre el proyector pero no se gira, se habilita el modo de altavoz Bluetooth, mostrando una luz LED personalizable para distinguirlo.
En lo que a diseño puro se refiere, este es un sistema que nos parece increíblemente ingenioso. Y es que el gran secreto del factor de forma es que aglutina todos los elementos necesarios del propio proyector en un cuerpo de poco más de un kilo. En la parte inferior está el altavoz, en la superior la rejilla de ventilación, bajo el altavoz se encuentra la rosca para engancharlo a un trípode... además, al girar el proyector, ajustamos su ángulo de imagen.
A esto hay que sumarle que el MoGo 3 Pro es un proyector muy bien construido, que se siente premium en la mano y que está rematado como debe. El único punto a mejorar es que en alguna ocasión me ha sido algo difícil alinear el proyector perfectamente con la base del altavoz cuando vamos a plegarlo. Esa parte justo no se siente totalmente, por lo que hay que hacer un pequeño movimiento extra para dejarlo perfecto. Nada dramático, desde luego.
Otro punto a destacar y que podría considerarse negativo está en la falta de batería, aunque como veremos esto no es un problema real. XGIMI ha decidido eliminar del cuerpo una batería, por lo que será necesario sí o sí mantener enchufado el proyector para mantenerlo encendido. Afortunadamente, el MoGo 3 Pro solo precisa de una fuente de energía de 65W con USB-C para funcionar, la cual además viene en la caja.
Así, para encender el proyector simplemente hay que conectar el conector de carga o en su defecto usar una batería externa de potencia media. Esto da una versatilidad brutal al MoGo 3 Pro, ya que permite al usuario llevárselo a cualquier sitio sin demasiados problemas. Aquí juega a su favor su ligereza y el hecho de que quepa en cualquier sitio.
Pequeño pero matón
El pensamiento más extendido sobre estos proyectores es que al ser compactos no dan una buena calidad de imagen. No son pocos los que creen que más tamaño equivale a mayor calidad. Nada de eso; estamos ante uno de los mejores proyectores compactos que se pueden comprar actualmente, ya que su funcionamiento es bestial.
Primero, el hardware. El MoGo 3 Pro puede emitir imágenes a 1080P con un brillo de 450 lúmenes ISO y una cobertura del espacio de color DCI-P3 del 90%, con tecnología DLP integrada. Por supuesto no faltan las tecnologías de corrección automática y enfoque automático gracias al sistema ISA 2.0 de XGIMI, que además cuenta con evasión inteligente de obstáculos y alineación inteligente de pantalla.
Pero lo que más me ha gustado con diferencia del proyector es que monta Google TV como sistema operativo, lo que además incluye un mando a distancia. Este es un punto crítico para mí, ya que muchos de estos proyectores no tienen en absoluto un sistema operativo, y es imperativo usar un dongle extra. Nada de eso; todo está incluido en el proyector.
Lo cierto es que el MoGo 3 Pro me ha sorprendido sobremanera, en el buen sentido. Cumple con su palabra, es capaz de emitir 120 pulgadas y mantener la calidad 1080p en todo momento. Los sistemas de alineamiento, evasión de obstáculos y ajuste automático funcionan a las mil maravillas. He llegado a emitir la imagen en una pared con varios cuadros y ha sido capaz de ajustarse al espacio vacío sin problema alguno.
Su calidad de imagen es excelente. El detalle es fino, los colores están bien equilibrados y la luminosidad es más que suficiente para entornos de baja luz. Con una luz intermedia la calidad baja evidentemente, pero lo lógico es ver imágenes cuando hay muy poca luminosidad. En esos casos, no habrá problema en el visionado. El MoGo 3 Pro ofrece una muy buena experiencia para casi cualquier usuario.
Recordemos que hablamos de un mini proyector, no de un dispositivo de grandes proporciones. Y es aquí donde el principal sacrificio se lo lleva el audio, característica que se ha llevado el 'tijeretazo' de XGIMI. No es en absoluto malo, pero cierto margen de mejora. Algo lógico, el altavoz es bastante compacto y pese a su muy buen tratamiento auditivo, tiene el espacio que tiene.
La base está impusada por dos altavoces Harman Kardon de 5 vatios con Dolby Atmos y sonido envolvente. En cuanto a potencia y ambiente, estos altavoces cumplen muy bien. Llenan fácilmente la estancia y suenan con bastante fuerza. El problema es la calidad. Es algo inferior a lo que esperábamos, aunque no es mala en absoluto. Cumple, sin más, algo que llama la atención dado que la imagen sí destaca por lo buena que es.
Si el usuario quiere un altavoz para escuchar lo que se emite y poco más, entonces el XGIMI MoGo 3 Pro tiene lo necesario para una experiencia suficiente. Lo mismo ocurre con su modo de altavoz Bluetooth; los que quieran potencia de audio se verán satisfechos. Los que quieran calidad, esperarán algo un poquito mejor.
Eso sí, el uso del propio altavoz se ve muy mejorado con los accesorios opcionales que XGIMI ofrece junto con el MoGo 3 Pro y que hemos podido probar. Se puede adquirir con el llamado PowerBase Stand, un pequeño trípode dividido en dos piezas que se enrosca en la parte inferior del proyector y que tiene su propia batería recargable. Con un cable USB-C, se conecta al MoGo 3 Pro y le provee de energía para funcionar, sin necesidad de un enchufe.
A fecha de este artículo, si se compra ese pack, se incluye de forma gratuita un filtro óptico creativo XGIMI, que aumenta enormemente la imagen. Una de las funciones del proyector permite proyectar imágenes ambientales en la pared; el filtro creativo las expande enormemente. Lo hemos podido probar y es llamativo, pero carece de utilidad real.
El trípode sí que nos ha gustado. Esta también muy bien construido y su diseño en dos partes es ingenioso, permitiendo colocar el trípode en dos posiciones. Es robusto y dura bastante con su batería. Un añadido útil que recomendamos enormemente añadir a la cesta de la compra al adquirir el proyector. Sin embargo, el precio aumenta; pasa de 499 euros a 579 con este pack.
¿Me lo compro?
El mundo de los mini proyectores es complicado. Más de uno y más de una se han llevado un chasco al probar estos equipos, que aspiran difícilmente a ser televisores portátiles. En este caso, el MoGo 3 Pro sí que ha conseguido que me olvide de mi televisor para bien. He podido usarlo en todas las partes de mi casa, y en escapadas con amigos. He sentido que he tenido en mi mochila un buen televisor con Google TV.
Si usted busca un proyector que llevarse a escapadas o tener en el jardín para poder ver películas con calidad pero sin demasiado esfuerzo, entonces el MoGo 3 Pro es una grandísima opción. Y es que no sufre de los problemas habituales de este tipo de dispositivos. Al contrario; destaca sobre ellos y ofrece una experiencia acorde a lo que estamos pagando.