EL SABOR DE LA FOTOGRAFÍA
¿A qué saben los sentimientos?
El año pasado Xiaomi nos desveló que era posible comer con los ojos. Ahora surge un nuevo interrogante, ¿cuál es el sabor de la fotografía? Las imágenes son una fuente poderosa de emociones y, en esta ocasión, tres fotógrafos armados con el Xiaomi 15 Ultra han retratado la euforia, la sorpresa y el amor, mientras que la chef Begoña Rodrigo las ha interpretado en tres bocados llenos de emoción. Esta es la primera exposición fotográfica que se ve, y se come.
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La Euforia de los Castells
Maria Contreras Coll encontró la euforia en las tradiciones locales de su tierra. Para la fotógrafa y exploradora de National Geographic, esta emoción “tiene mucho que ver con el esfuerzo y el trabajo diario que permiten llegar a ese momento de explosión”, de euforia. Para ello ha querido retratar la fiesta de los Castells de Barcelona, desde los ensayos a la cotidianeidad de los hogares donde las familias se preparan para el gran día. El proceso culminó el día de la Diada, donde la pasión por esta tradición centenaria se observa a flor de piel.




“La euforia para mí tiene mucho que ver con el esfuerzo, la constancia, el trabajo diario que de repente llega a este momento de explosión”
El sabor de la euforia, para la chef Begoña Rodrigo, es una rosa y un falso champán. La flor, de pétalos de rábano aderezados con toques ácidos y picantes, se va levantando poco a poco, dando lugar a una delicada construcción como la de los castells. En los momentos de exaltación y alegría -de euforia- también es frecuente el gesto de alzar las copas y brindar, en esta ocasión con un gazpacho decantado que bien parece champán.




El sabor de la euforia





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La Sorpresa del circo
Lo inesperado provoca en las personas emociones primarias que desencadenan otras muchas emociones. Javier Corso, fotógrafo y explorador de National Geographic, tuvo claro que el circo era el lugar más adecuado para capturar la sorpresa: “El objetivo de cualquiera de los artistas circenses es sorprender al espectador. Luego te generarán alegría, te generarán miedo, pero el primer sentimiento con el que conectas es la sorpresa”. El espacio, con poca luz y ambientes en penumbra era, además, un reto extra para el fotógrafo, que reconoce que el Xiaomi 15 Ultra ha sido una gran herramienta para este trabajo: “Lo más extraordinario quizás es que podía hacer una fotografía nítida de una acrobacia aérea, sin moverme de la butaca y simplemente con el terminal móvil”.




“En el circo hay todo un grupo de seres humanos dedicados a generarnos esta emoción de sorpresa”
El circo es un mundo de contrastes y es lo que Begoña Rodrigo quiso representar en el segundo plato de esta exposición efímera. El rojo y el azul de las imágenes de Corso se traducen en el calor y el frío que transmiten una olla humeante, en la que hay que rebuscar para sacar una gélida concha marina. Explica la chef cómo en esta creación se encuentran “muchos gustos muy vibrantes como es el rábano picante y el jugo de chufa encurtido con un poco de navaja y pepino osmotizado. Es un plato muy divertido que te sorprende en todos los bocados”.




El sabor de la sorpresa





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El amor por los animales
Pocos amores tan puros como el amor que damos y recibimos de los animales. Es una emoción en torno a la que desde hace muchos años gira el trabajo de la fotógrafa documentalista Ana Palacios, especializada en derechos humanos, medio ambiente y derechos de los animales. Para retratar este sentimiento tan preciado se trasladó al santuario de animales de la protectora Salvando Peludos en Arroyomolinos, en Madrid, conviviendo con sus voluntarios y animales de todo tipo: “Era apasionante ver la entrega, el amor incondicional, el alto voltaje emocional que sentían y que yo podía documentar todos los días con los animales, la complicidad que existía, la empatía y una especie de entendimiento y de amor mutuo”.




“Yo podía documentar todos los días la complicidad, la empatía y el amor mutuo que existía con los animales”
El amor tiene muchas aristas, que Begoña Rodrigo ha querido materializar en un postre: “Puedes sentirlo super frágil, como el cono de un cucurucho. O, como el dulce, si comes mucho puede resultar empalagoso pero si te quedas corto te quedas con ganas de más”. Además, si hay un plato que asociamos con el romance ese es, por excelencia, las fresas con nata, llevadas esta vez al siguiente nivel con “unas fresas salvajes con yuzu, con un poco de cítrico para que los toques ácidos y luego el helado de fresas con yogur y la nata”.




El sabor de el amor




Tres platos para descubrir el sabor de la fotografía
Dispuesta siempre a un nuevo reto, la chef Begoña Rodrigo (su restaurante La Salita, en Valencia, tiene una Estrella Michelin y tres Soles Repsol) ha logrado ponerle sabor a tres emociones muy distintas. Reconoce la complejidad del encargo, pues cada sentimiento “para mí puede ser una cosa y para ti puede ser otra totalmente distinta, entonces para expresar emociones en los platos había que indagar muchísimo en la memoria gustativa para intentar que la gente los asociara a lo que estaba pidiendo la emoción”. Cada serie fotográfica, junto a las creaciones de Begoña, crean una experiencia sensorial irrepetible y, por supuesto, llena de emociones.
“Para expresar emociones en los platos había que indagar muchísimo en la memoria gustativa”


